La dura lucha de Lili Elbe para lograr ser ella misma no fue sencilla. Hay que remontarse hasta finales del siglo XIX para encontrarnos con Einar Mogens Wegener, pintor danés nacido en 1882 (en ocasiones aparece fechado como 1886) que se especializó en paisaje como bien muestra la película y que encontró un notable éxito durante su vida profesional, e incluso fue premiado.

Se casó en 1904 con 22 años con otra artista; Gerda Marie Fredrikke Gottlieb o Greta según puede encontrarse a veces, ella especializada en láminas para moda y también en ilustraciones eróticas, que tenía solo 19. En ocasiones siendo su esposo el que posaba para ella, algo comprensible dada la frágil silueta de este y el conocido hecho de que fue confundido en diversos momentos con una mujer vestida de hombre. Al principio solo fue para suplir a una modelo, poco a poco algo más habitual y surgió el nombre de Lili para completar algo que era un divertimento. Lo que ambos no sabían es que estas sesiones de trabajo con Einar cambiarían sus vidas en más de un sentido.

Tras pasar por Italia y diversos lugares de Francia, se trasladarán a París. Un nuevo comienzo en el que Gerda logra un éxito en su estilo art decó que incluyó publicaciones en Vogue pero que también hizo que Einar o más bien ya Lili dejara de pintar para dedicarse casi por completo a posar, consideraba que la pintura era algo de Einar y no suyo. Ya no es extraño que ambas mujeres aparezcan juntas y se presenten como tal, diciendo que Lili era la hermana de Einar (lo que además explica su parecido).

En esta época, entre 1920 y 1930, ya era habitual que Lili se vistiera a menudo con ropa de mujer, paseando por las calles de París y perdiéndose en las mismas. De hecho excepto sus allegados más cercanos nadie sabía la compleja realidad, al punto de que recibió varias propuestas de matrimonio.

Pero lo bueno no dura para siempre. En parte los que conocían la situación la aceptaban pero no todos, los chismorreos empezaron a correr por París y además la pareja quiere poder ser realmente quienes son. Volverán a Dinamarca visitando a médicos para conocer sus opciones y estos les dirán algo que ellos ya sabían, que en los análisis de sangre de la todavía legalmente llamada Einar aparecen mayores cantidades de hormonas masculinas que femeninas.

Lili era real, existía, estaba viva pero todavía no era ella. No hasta 1930 cuando viajará a Alemania y se someterá a un proceso médico experimental y que no se había llevado a cabo hasta el momento, la primera cirugía de cambio de sexo. No estaba sola, a su lado siempre estaría Gerda, aunque ya el rey de Dinamarca invalidó su matrimonio en octubre de ese año por ser ambas del mismo sexo. El caso había saltado a los medios y Einar logró que legalmente fuera reconocido como mujer bajo el nombre de Lili Elbe.

Esta iniciática operación se haría en Berlín bajo la atenta mirada de Magnus Hirschfeld, famoso médico en su época y defensor de los derechos de los homosexuales en un momento en que la sociedad era (todavía) más injusta que ahora, además de crear la teoría del tercer sexo intermedio entre el hombre y la mujer. Fundó el Comité Científico Humanitario cuyo lema era “Justicia a través de la ciencia”.

Tras serle extirpados los órganos genitales masculinos seguirían otras cuatro operaciones llevadas a cabo por el doctor Kurt Warnerkros al que da vida en la película Sebastian Koch y al que Lili llamaba “su salvador”. Estas consistieron en un transplante de ovarios que su cuerpo rechazó y tuvieron que ser extirpados en una de las subsiguientes dos operaciones, y una quinta que pretendía implantarle un útero para que pudiera ser madre como ella deseaba. No llegó a lograrse.

Lili Elbe murió el 13 de septiembre de 1931 a consecuencia de los problemas surgidos en esta última y valiente acción.

“Transitó por un camino inhóspito, (…) tuvo que ir poniendo los cimientos de ese camino. Estaba sola excepto por su esposa” – David Ebershoff.

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