Tres días de viñetas, ¿hace falta decir algo más

El pasado fin de semana (del 1 al 3 de octubre de 2021) se celebró el XIX Salón del Cómic de Getxo, un evento que lleva en activo casi una veintena de años y en el que, tras un tiempo sin acudir, LetraBlanka Editorial regresó cargada de cómcis y mangas. Y allí estuve durante esos 3 días junto a Toni Kudo, repartiendo alegría, anécdotas y viñetas de todo tipo.

El viaje empezó el jueves por la mañana, tras una pequeña entrevista que me hicieron desde Onda Cero con motivo de la nueva película de James Bond. Varias horas de trayecto entre risas, organizar mentalmente el stand, repasar contenidos presentes y futuros, además de un par de bocadillos y tomar un café frente a un tipo que podría pasar por Santiago Abascal.

Debo decir que me sorprendió que las cerca de siete horas que estuvimos dentro del coche se me hicieron realmente cortas y bastante amenas, es lo que tiene pasarlas con un buen amigo. Dicho esto, el cansancio estaba ahí y lo notamos ambos durante el montaje, que por suerte es algo que ya tenemos bastante por la mano y no nos llevó demasiado (alrededor de una hora y algo).

El jueves no es tan solo el día de montar, también el de saludar, dar abrazos y ponerse al día entre las distintas editoriales y tiendas que asisten. El resto del tiempo no suele dar mucha tregua para hacerlo, salvo algunos momentos puntuales, como el viernes por la mañana en el que hubo gente pero todo fue bastante calmado.

Viernes por la mañana, descansados y con todo listo.

Alguna cosa quedó pendiente para ultimar el viernes a primera hora, por ejemplo las lonas que decoraban el fondo y laterales, que suelen estar sujetas con ganchos y que en esta ocasión no hubo forma de engancharlos. No solo nosotros tuvimos ese problema, también los compañeros de Grafito Editorial a los que nos encontramos esa mañana en una ferretería yendo a comprar cinta de doble cara para solucionarlo (exactamente igual que nosotros). Jordi Bayarri, autor y creador de la Colección Científicos, me comentó que también le pasó pero que, con cierto esfuerzo, logró colocar sus ganchos, asumo que después lograría volver a sacarlos.

A lo largo de todo ese día se fueron haciendo ventas, además de pasar medios y Borja Crespo (organizador), algunos amigos a saludar y muchos curiosos. Hablamos de una feria con acceso gratuito, así que no eran pocos los que paseaban por el XIX Salón del Cómic de Getxo con calma y preguntaban por tal o cual cómic, haciendo una lista mental para volver más adelante a por lo que les había gustado. Lo mismo que solemos hacer todos, si tenemos tiempo, en mi caso me di una vuelta un poco corriendo justo al abrir, compré un par de cosas y ya no saqué tiempo real para hacerlo de nuevo.

El evento por la noche (cerraba a las 21 h).

Ese mismo día, por la mañana, es cuando acudieron varios niños con sus compañeros de colegio y una serie de preguntas para un trabajo. Por lo que nos explicaron, tenían que sacar ideas para hacer un cómic, así que les dijimos que en realidad podían hacer lo que quisieran. El único límite es la imaginación, ¿y qué niño no tiene una imaginación desbordante?

El sábado fue el mejor momento, no solo para LetraBlanka Editorial, para todos. La mañana fue potente, pero la tarde marchó todavía mejor y daba igual a quién preguntaras, si a Nuevo Nueve, a La Cúpula… a todos nos había ido realmente bien. La gente respondió mucho y con interés, se vendieron ejemplares de Mascotas, Radiant, Green Class, Frost, perrito de aventuras, Urara y de todos y cada uno de los títulos que teníamos sobre la mesa.

También el sábado me di cuenta de algo, o más bien lo confirmé, y es que en Getxo todas las cartelerías e indicaciones, o al menos una gran mayoría, estaban en ambos idiomas oficiales de la región. Esto es algo que me sorprendió para bien, aunque a la vez me entristeció ya que no creo que el tiempo que me reste de vivir en Barcelona logre verlo aquí. Aunque dicen que la esperanza nunca se pierde.

Entre el sábado y el domingo varios de los cómics y mangas que llevamos se agotaron, como los dos tomos de Mascotas y el de Monster Delices, varios de Radiant y de City Hall, además de Capitán Harlock: Memorias de la Arcadia y algunos más. También hubo tiempo para algunas anécdotas, como los niños que vinieron en busca de Mascotas por recomendación de otros pequeños que estaban por el evento. Recuerdo también que varios de ellos, y más de un padre y madre, se pensaban que eran sencillamente una adaptación de los filmes en viñetas. A una niña se lo expliqué, “¿Qué sentido tiene hacer eso? Ya están las películas, ¿no es mejor algo nuevo?” y ella sonriente asintió, “Sí, es mucho mejor. Las pelis ya las conozco”.

Uno de mis lectores, que se acercó para llevarse ¡¡¡BATMAN!!! La inolvidable serie de los 60, además de Frost, perrito de aventuras y traer Doctor Who, el loco de la cabina: The Golden Years para que se lo firmara, me comentó (después a través de Instagram) que su hija casi le obligó a volver para que me llevara un pitufo. He de decir, que me habría encantado, soy un gran fan de los pequeños azules y siempre comento en redes que me lleven pitufos (quizá tenga más suerte en el próximo evento).

Entre medias de todo el jaleo y barullo de los días, pude hablar un poco con viejos amigos, ver el puente colgante que une la ciudad con Portugalete, disfrutar de su gastronomía… Es complicado quedarse con un solo momento, pero de forma personal elegiría cuando pude conocer y charlar un breve ratito con Kim, ¡además de firmarle un Vestidos para el éxito: 35 + 1 series llenas de estilo!

Charlando de tú a tú con Kim.

Pasaba por el stand fisgando, igual que otros tantos, y a pesar de la mascarilla le reconocí, “Perdone, ¿no es usted Kim?”. Y se hizo la magia, estuvimos unos minutos hablando en los que me contó cómo surgió Nieve en los bolsillos, alguna anécdota, se interesó por mis libros y en todo momento demostró simpatía, educación y una gran cercanía.

Al terminar todo este XIX Salón del Cómic de Getxo, solo quedaba recoger, cargar el coche, despedirse de otros asistentes y emprender el viaje hasta Barcelona con la noche como compañera y las luces de la carretera como guía.

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