Imagen promocional de Silicon Valley. Créditos: HBO
Silicon Valley fue una serie emitida entre el 2014 y el 2019. Seis temporadas de pocos episodios, lo que ayuda a que no sobre nada y no haya capítulos de relleno, en los que se narra el recorrido seguido por un grupo de programadores desde lo más bajo hasta lo más alto. Todo con mucho humor y bastante crítica al mundo de los negocios y más en concreto al mundo de los negocios tecnológicos.
El éxito y el fracaso
La trama va y viene en ciertos puntos en común todo el rato. No logran el éxito a la primera y siempre que escalan esta montaña algo hace que tropiecen y tengan que emprender de nuevo el camino, dar un rodeo o ver dónde está la montaña más cercana. Esto es así una y otra vez.
A pesar de esta repetición los creadores, John Altschuler, Mike Judge y Dave Krinsky, saben hacer que no parezca tal. No existe la sensación de estar viendo lo mismo una y otra vez, los retos cambian, las situaciones son distintas y el sutil humor está siempre presente.
Y una vez más es así con el final de Silicon Valley. El grupo protagonista está a punto de lanzar su gran éxito, una nueva Internet, pero por un fallo o más bien un acierto que se vuelve en su contra, deben hacer que no funcione y lo haga de forma estrepitosa. Lo dicho, el éxito y el fracaso una y otra vez.
Un salto de una década
Con esto se da un salto en el tiempo en el último episodio para mostrar el rodaje de un documental diez años más tarde en el que todos recuerdan qué y cómo pasó. Esta es una idea ingeniosa y se lleva bien a cabo e incluso tiene algunos momentos muy emotivos que sirven de autohomenaje, de recordatorio a cómo empezó todo y el largo viaje de los personajes.
Pero también, y es aquí donde falla, tiene un humor que intenta ser satírico pero es más torpe que otra cosa, al menos visto enfrentado al resto de la serie. El protagonista ahora es profesor en una cátedra que lleva el nombre de su peor enemigo, este ahora es un autor de éxito que escribe junto al que era su guía espiritual pero con una relación llena de odio, otros dos personajes que se odiaban ahora tienen una compañía juntos…
Un intento de resultar graciosos de forma extrema de manera innecesaria que además resulta muy poco orgánico con el resto de Silicon Valley. Una elección extraña que hace que un capítulo que podría ser brillante no lo sea, aunque sigue siendo muy bueno y uno de los mejores de la producción. Sucede igual que con la época original de Frasier, cuando bajaba el nivel era en consonancia al resto de capítulos así que seguía teniendo un nivel muy alto.
El cierre de Silicon Valley
El momento más torpe, al menos desde mi punto de vista, es la escena final con la que todo termina. Los responsables del documental están entrevistando al protagonista en su despacho donde reconoce que, aunque dijo que lo había destruido, tiene todavía el código original de su nueva Internet (el algoritmo de comprensión con el que empieza todo) en un USB guardado en un cajón.
Pretende enseñarlo pero no aparece. Busca en otro sitio y tampoco, va a un nuevo archivador y nada… Y tras seis años de programa, de una serie excelente, ese es el cierre de Silicon Valley. Deja un sabor extraño en la boca, como si faltara algo y la idea de que quizá tendría que haber una escena más para terminar de zanjar todo.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012
