Poster de Saturday Night. Créditos: Movistar +
El Saturday Night Live es un icono de la televisión de Estados Unidos, que en ocasiones se ha intentado replicar fuera de sus fronteras sin lograr el mismo éxito. En España se hizo en el año 2009, contó con solo una temporada con un puñado de capítulos y pasó bastante sin pena ni gloria. Es probable que pocas personas lo recuerden, como sucedió con Cheers (apodada Los Cheersrrano). Hay productos que, sin más y sin menos, no son adaptables fuera de sus fronteras.
Desde 1975 el programa original ha sido cuna de grandes cómicos, futuras estrellas y variedades de todo tipo. Sus presentadores han sido legión con nombres como Alec Baldwin (quien también ha hecho de Donald Trump) Julia Louis-Dreyfus muy conocida por su paso por Seinfeld y Larry David quien fue uno de los creadores de la mítica sitcom, John Goodman, Tom Hanks o Scarlett Johansson, entre otros tantos que han sido llamados y que solo han hecho que la fama del show crezca.
Pero antes de todo esto, antes de su popularidad, solo era una apuesta de la que nadie sabía qué esperar. Ni siquiera su creador, Lorne Michaels, estaba seguro de qué iba a pasar solo de que debía seguirse adelante con esa primera emisión en directo. Si se lograba llegar a ella, claro.
Cuenta atrás activada para el Saturday Night Live
En Saturday Night, sin el Live dado que eso solo sucede al final del filme, los realizadores Gil Kenan y Jason Reitman rinden un más que merecido homenaje a este programa y lo hacen desde detrás de las cámaras. Se meten dentro de los frenéticos 90 minutos que separan la preparación del directo en una carrera enloquecedora en la que llegas a pensar que, en contra de lo que dice la historia, quizá no haya emisión. Y es que ese tiempo es una muestra clara de ese refrán de “todo lo que puede salir mal… sale mal”. No hay nada que se salve y en apariencia es un barco que se hunde antes de empezar.
Con el guion firmado por ambos y la dirección de Reitman (igual que en Cazafantasmas: Más allá) se consigue crear esa sensación frenética necesaria para entender cómo fue esa gesta y lo increíble de lograr emitir, pero como se dice en el teatro: La función debe continuar. Aunque quizá en este caso la función podría haber sido algo más breve y es que precisamente por ese ritmo apresurado y agobiante desde el primer minuto termina perdiendo algo de fuerza, bien podría haberse evitado con una duración menor o algún entreacto más suave que permitiera un descanso. Si todo tiene la misma intensidad en ocasiones esa intensidad se pierde por el camino.
Nombres míticos
No hay Saturday Night Live sin sus cómicos, sin esos grandes artistas que redefinieron la comedia de Estados Unidos por completo. Muchos de ellos, y no hay que olvidarlo, venían directamente de la revista National Lampoon, y sus derivados, que fue el germen real, auténtico y no siempre reconocido para el programa en cuestión. Con esta idea presente habría sido un tanto contar con los actores de Un gesto estúpido e inútil, en la que se recuerda la fundación de esta cabecera, para dar vida a las versiones de los implicados.
No ha sido así pero el reparto es igual de estupendo y en algunos casos incluso sorprendente por su parecido con los originales. Se pueden mentar a Dylan O’Brien como un más que decente Dan Aykroyd, a Matt Wood siendo un muy creíble John Belushi y a Cory Michael SMith que sorprende por su mimetización total y absoluta con Chevy Chase. De este se bromea con el hecho de su nombre y que nadie creerá que es cierto, algo que en la realidad llevó al actor a vestir una camiseta en la que se podía leer “Yes, It´s my real name”. Si incluso se cuenta con J.K. Simmons como Milton Berle, Mr. Television en persona.
Y Andy Kaufman
El primer programa de Saturday Night Live es mítico por muchos motivos y recordado por otros tantos, pero pocos lo son tanto como la aparición de Andy Kaufman. El genial cómico, o anti cómico, hizo una actuación que hoy sigue siendo igual de memorable que divertida, y que seguramente no habría sido ni lo uno ni lo otro de hacerlo otra persona.
En el pasado en la sublime película Man on the Moon Jim Carrey se metía por completo en la piel del genio, como recomendación personal debes ver el documental Jim y Andy, y en este caso lo hace Nicholas Braun de una manera más que acertada en la que además se nota el respeto y el cariño. Este actor tiene un doble papel pues también es el encargado de dar vida Jim Henson, padre de los Teleñecos (o Muppets).
Una carta de amor
Saturday Night de Jason Reitman y Gil Kenan es algo muy concreto, es una carta de amor, de tributo, de homenaje y de respeto hacia un gigante de la televisión de Estados Unidos y mundial dado el gran número de estrellas famosas a nivel internacional que han empezado allí su andadura. Un producto que funciona, divierte, tiene mil y un guiños y detalles que pasan delante del espectador a cada segundo y logra transmitir la energía y locura que es el programa.
Síguenos en Google News o súmate a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Disfruta de la Cultura Pop!
Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012