Ya está a punto de estrenarse Godzilla y Kong: El nuevo imperio, de la que en breve tendréis en este mismo medio la crítica, quinta entrega cinematográfica del universo de Monstruos que está creando Legendary del que también forman parte diversos cómics y la serie de televisión Monarch. El origen de todo esto está en el pasado, hace muchas décadas, en los nacimientos de Godzilla y de King Kong (o solamente Kong, por un tema de derechos que no viene al caso).
El lagarto gigante llegó a las pantallas en 1954 y ha gozado de una muy larga y ecléctica carrera, ha sido héroe, villano, padre, enemigo, aliado… Y de igual forma sucede con el gorila aunque no tenga una filmografía tan rica, pero sí le gana en tiempo dado que su primer filme se estrenó en 1933 que fue el mismo año en el que Universal llevó a los cines su aplaudida adaptación de El hombre invisible de H.G. Wells.
La bella y la bestia
Es bien sabido que todo nace de una idea conjunta de Merian C. Cooper, director junto a Ernest B. Schoedsack, y Edgard Wallace con una historia de ellos dos junto a Leon Gordon pero menos sabido es que el guion final es obra de James Ashmore Creelman y Ruth Rose, a la que podríamos llamar la madre de King Kong. Ella es una de las responsables directas de que el filme se convirtiera en todo un éxito gracias a varios cambios que introdujo, escenas que eliminó e incluso fue la responsable de la famosa e icónica frase final “It was the beauty killed the beast”.
Nació en 1896 y fue una de las primeras personas en formar parte del Departamento de Investigación Tropical de la Sociedad Zoológica de Nueva York donde entró en 1921 como ilustradora y cuatro años más tarde se embarcó en la misión científica del yate Arcturus comandada por William Beebe en la que era la novena expedición general de la citada sociedad, en la que conoció al que sería su futuro marido, el mentado Ernest B. Schoedsack. Todos sus conocimientos, talento artístico y experiencia le sirvieron para sus futuros trabajos como escritora, al igual que tener un conocimiento previo del mundo del espectáculo del que llevaba formando parte desde adolescente en montajes en Broadway.
Más allá de King Kong
King Kong fue su primer guion y no puede decirse que después se prodigara mucho más, aunque en los dos años siguientes estrenaría Una aventura en la niebla, El hijo de Kong, La diosa de fuego y Los últimos días de Pompeya. Después de esta última producción hay un hiato de más de una década hasta que en 1949 se lanzó su último título, El gran gorila en el que una vez más formó equipo con Merian C. Cooper, quien ideó la historia original, y su marido Ernest B. Schoedsack que fue el director. Muchos años más tarde, en 1998, este aventura sería revisionada en Mi gran amigo Joe (en inglés ambas versiones se titulan Mighty Joe Young) del realizador Ron Underwood con letras de Mark Rosenthal y Lawrence Konner.
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