
Viñetas de Una revolución llamada Rasputín. Créditos: Norma Editorial
Rasputín es uno de los grandes personajes históricos de los siglos XIX y XX, uno al que Hernán Migoya y Manolo Carot retratan en Una revolución llamada Rasputín (tomo de Norma Editorial del que puedes leer aquí su crítica). Hablamos con ellos de esta historia, su forma de trabajo y sus elecciones artísticas.
Debido a su extensión esta entrevista se ha divido en dos partes. Esta es la segunda, la primera la tienes disponible aquí.
Descubre a Rasputín gracias a Manolo Carot y Hernán Migoya
¿Cómo ha sido la labor de documentación?
Carot: Hernán me ha pasado toda la documentación básica necesaria. Por mi parte, lo que he buscado es esa inspiración artística, ese ambiente a través de los ojos de pintores rusos como Iliá Repin y todo el arte que se desarrolló en la época.
Migoya: Por mi parte, ya tengo algo de experiencia integrando documentación en mis guiones, porque he hecho muchas adaptaciones de otras obras a cómic y bastantes historias de época. Básicamente traté de proporcionar a Manolo la información básica que le permitiera moverse cómodo construyendo cada viñeta. Otras veces, ante la cantidad de documentación disponible, le doy el pie para que si desea investigue más por su cuenta. Curiosamente, ese aspecto, que para muchos podría ser el más complicado o dificultoso del proyecto, es el que menos obstáculos nos conlleva.
Manolo y yo ya tenemos una dinámica forjada tras 25 años de trabajo conjunto y nos entendemos muy bien: creo que sé lo que le puede gustar de las posibilidades que se abren en una trama histórica, para reflejarlas visualmente en la página, y él sabe qué puede esperar de mí cuando le saco jugo a una trama o a un personaje. Nunca hemos tenido problemas a ese respecto y lo que él consigue artísticamente siempre está más allá de mis expectativas. Su arte en Una revolución llamada Rasputín es glorioso, es un álbum para mirar y requetemirar.

¿Qué tiene Rasputín que tanto años después de su muerte nos sigue fascinando?
Carot: Que es un icono popular, una estrella del rock sin el rock.
Migoya: A mí me fascinó lo distinto que es a la imagen popular que se ha granjeado. Es todo menos un villano. Su parte moral más discutible es la de su éxito como semental de damas de la aristocracia y la alta burguesía, pero a un nivel político es de lo poco salvable que uno se puede encontrar en la Gran Guerra: pacifista, defensor de las minorías sexuales y de los judíos, desinteresado con el dinero… Eso es a mí lo que me atrae de él.
Y, de rebote, obviamente me fascina cómo una figura de la Historia puede ser malentendida durante más de un siglo. Además, teníamos una némesis fantástica en el Príncipe Yusúpov, un narcisista megalómano que montaba en su palacio sus propias obras teatrales y que nos ha permitido imaginarlo con vestuario de Freddie Mercury.
¿Era un hombre santo, un mentiroso, ambos?
Migoya: Casi todos los hombres santos son mentirosos, ¿no? Así que en ese sentido, no era diferente a la mayoría de los que afirman ser lo primero. De hecho, creemos que era bastante más honesto que la mayoría de hombres santos.
¿Ha sido difícil no dejarse llevar por su lado más mítico y de leyenda?
Migoya: Sí, ha sido difícil, porque además no podemos dejar de lado que gran parte del atractivo popular de Rasputín se basa en ese aspecto legendario donde se mezcla realidad y la más completa fantasía. Ha sido difícil, sobre todo al principio, cuando no estábamos seguros de que la realidad de Rasputín diera de sí para hacerlo completamente interesante a los lectores. Solamente cuando a través de sus biografías comprobé que sí, que el Rasputín real era lo bastante carismático y apasionante per se, nos decidimos a ir casi al 100% por la senda de la realidad, en cuanto respecta a su vida, personalidad y magnetismo.
¿Hay planes de adentrarse en otras figuras históricas en el futuro?
Carot: Planes no, pero con Hernán siempre la mantengo la puerta entre abierta.
Migoya: ¿Quién sabe? Cuando a Manolo se le enciende la luz, ya sea por cuestiones de disponibilidad para cocrear un proyecto, ya sea porque le motiva alguna idea, ambientación o tipo de personaje, nos ponemos a pensar y desarrollamos el concepto juntos. Pero no tenemos especial predilección por la Historia. El caso de Rasputín es raro, hemos sido muy fieles a su pensamiento y vida porque era un tipo lo bastante interesante. Pero si nos decidimos a tocar otro personaje real, lo normal es que nos inclinemos por un tratamiento totalmente fantasioso. Nosotros hacemos cultura pop, no cultura «oficial».
Fin de la entrevista sobre Rasputín con Hernán Migoya y Manolo Carot.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012