Garfield y Odie, creaciones de Jim Davis, en su nueva película cinematográfica.
Cuando se estrenó el primer trailer de Garfield: La película pensé que con suerte estaríamos ante una buena película de Garfield, quizá no del mismo que las tiras de prensa pero sí una que entendiera al personaje y su mundo. Un poco como con Los Pitufos y la aldea escondida que si bien no son los Pitufos de Peyo sí son unos buenos Pitufos, con sus más y sus menos, pero lo son. Eso fue entonces y ahora me temo lo peor.
Me lo temo tras haber visto el segundo trailer, en la proyección de Cazafantasmas: Imperio helado, que deja bastante claro el rollo y estilo que tendrá el film en cuestión. Y más que Garfield parece que, una vez más, veremos algo más semejante a El peque se va de marcha que al exitoso felino que lleva décadas de humor, sarcasmo y café. El principal problema es el teórico público y la forma de entender a este.
Un personaje de tiras de prensa
Garfield, como cualquier personaje que haya nacido en tiras de prensa, no está pensado per se para los niños, es un humor para adultos y de ahí que su origen esté en los periódicos. Pero puede cogerse un material adulto y convertirlo en un adecuado producto infantil, un claro ejemplo es Peanuts de Charles Schulz que de unas aplaudidas tiras de prensa pasó a tener especiales televisivos para los niños y siempre ha cosechado éxito de público y crítica.
Pero, una vez más, se confunde el ser infantil con tener que ser una aventura llena de saltos, enredos y humor simplista (al menos por lo que se ve en el trailer) que usa a un personaje preexistente como podía usar a cualquier otro. Seamos sinceros, por lo que adelanta el trailer puede ser Garfield como Isidoro, un Pitufo, Howard el pato o Bugs Bunny, si total la esencia se va a obviar igual da que sea uno que otro. Y puede no ser así, hay productos infantiles tan recomendables como El Grinch, Katak, la pequeña ballena, El mago de Oz o Titina, entre un buen número de ellos.
Garfield: La película parece empeñada en cometer los mismos errores que hace dos décadas cometió Garfield: La película (sí, las dos se llaman igual) y su secuela Garfield 2 sin haber aprendido nada por el camino. Menos mal que siempre tendremos las viñetas originales de Jim Davis y la serie de animación Garfield y sus amigos.
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