
Portada de Namor: El último rey de Atlantis. Créditos: Panini
Namor es uno de los personajes más relevantes de Marvel Comics dado que fue con uno de los que todo nació. Él y la Antorcha Humana (original) fueron los que empezaron, junto con otros compañeros, ese universo compartido que tanto gusta y que con gran éxito ha sido trasladado al cine, en el mismo el actor Ténoch Huerta interpretó a este personaje.
De estas primeras aventuras, aunque no la inicial (y es una lástima), tienes información en el artículo que se hizo sobre Décadas: Marvel en los 40, con esos primeros encuentros entre uno y otro, con otros héroes de fondo, sus peleas, alianzas y el más que mítico momento en el que un iracundo Namor inunda Nueva York.

Un Namor caído en desgracia
Eso fue entonces y esto es ahora. El antiguo príncipe de Atlantis y ahora abdicado rey no pasa por uno de sus mejores momentos. Ha dejado atrás esa vida, se ha rendido a la justicia de la superficie y está dispuesto a una vida encarcelada para expiar todos los pecados cometidos y estos son muchos. No en vano Namor lleva vivo largo tiempo y su furia es legendaria.
Pero, al menos en la ficción, la corona es muy pesada y da igual si se lleva o no. El poder de la misma condena tu vida y tus actos. Esto es algo que Jason Aaron tiene muy en cuenta, muestra un Namor lleno de matices a través de un prisma con multitud de aristas. Como debe ser y es que Namor cuando está bien escrito, como en Namor: Litorales conquistados y en El Hombre Submarino: En las profundidades (aunque aquí es más una aterradora figura de fondo que protagonista), es estupendo de leer.
Los pesares de un rey arrepentido
Su figura está envuelta en tragedia, en pecado y dolor desde que vino al mundo. Ser rey era su derecho de nacimiento pero las burlas y ataques hicieron de él un hombre (uno submarino) duro, enérgico y capaz de todo. Es así desde su infancia y a lo largo de su pasado y en un acierto esto se entrecruza con el presente, los días de antaño retratados por Alex Lins mientras que el hoy queda en manos de Paul Davidson.
Entre los tres ponen a Namor frente al espejo, le muestran quién es y quién era (también al lector) pero puede que el reflejo no sea de su agrado. Sus luchas, sus órdenes, sus invasiones del mundo humano para lograr.. ¿qué? ¿Una venganza vacía a costa de sus propios hombres? El antiguo rey de Atlantis tiene mucho sobre lo que reflexionar.

De patos y hombres submarinos
Jason Aaron es un guionista muy reputado y aplaudido, de él es la primera historia del tío Gilito hecha directamente para Marvel. Ha demostrado una y otra vez sus capacidades y su habilidad a la hora de ahondar en personajes complejos y situaciones difíciles, y este primer número de Namor: El último rey de Atlantis (que incluye dos de la edición original) es una muestra de ello.
Dice la historia, también la leyenda, que hacia el siglo XII en el monasterio de Glanstonbury estaba la tumba del rey Arturo (y por lo que parece también la de su reina, Ginebra). En la misma aparecía esta inscripción, “Hic iacet Arthurus, rex quondam, rexque futurus”. Que, traducido de forma libre y rimada, significa “Aquí descansa Arturo. Rey del pasado, rey del futuro”, bien podría servir para el antihéroe creado por Bill Everett, “Aquí descansa Namor. Rey del pasado, rey del futuro”.
Síguenos en Google News o súmate a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Disfruta de la Cultura Pop!

Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012