Fragmento de portada de Marvel según Richard Corben. Créditos: Panini.
Una vez leído Marvel según Richard Corben se le viene a uno cierta pregunta reiterativa: ¿puede un cómic ser mejor por su dibujo que por su historia? Pues sí, y de hecho pasa en ocasiones más veces de las que a uno le gustaría. Pero más allá de que el apartado gráfico guste más o menos, es algo decepcionante cuando artistas que han demostrado su solvencia son el único punto de interés, como ocurre aquí con este tomo.
En lo que sin duda eran meros trabajos alimenticios (aunque a más de uno le gustaría llegar a ser tan mítico como lo fue el citado Richard Corben), aquí se recopilan los 4 números de Starling Stories: Banner! que ya me había leído hace años de la biblioteca, MAX: Cage 1 a 5 (que tenía pendiente de leer), The Punisher: The end, que en su día me compré y luego releí en otra edición posterior antes de esta, y los números 6 y 7 del volumen 5 de Ghost Rider, también inéditos para mí.
Marvel según Richard Corben empieza con los cuatro números de Hulk, donde lo mejor es sin duda su dibujo, porque a nivel de historia no deja de ser un genérico amalgama del Bruce Banner-Hulk fugitivo y el General Trueno Ross, pero en especial Leonard Samson, persiguiéndole. Tiene sus detalles más o menos aceptables, pero en esencia te cuenta en cuatro números lo que se podía haber narrado en uno, por más que el guionista sea aquí Brian Azzarello, también responsable de la posterior MAX: Cage.
Se podría decir que esa es la más interesante del grupo, sin que tampoco vaya más allá del aprobado: englobada dentro de la línea MAX (donde se supone que había más libertad en cuanto a visualizar el sexo o que los personajes no se cortaran si tenían que usar palabrotas) la miniserie de Cage muestra al protagonista antes de que pasara por las manos de Brian Michael Bendis, por lo que digamos que el resultado «bebe» más de los orígenes que tuvo que de la imagen actual que tiene.
Marvel según Richard Corben, genial dibujo frente a guiones irregulares
La trama de esta MAX: Cage comienza con averiguar quien fue el asesino de una niña pero deviene en una guerra de bandas donde está inmerso Lápida y tiene un papel secundario Montaña Marko, ambos villanos surgidos del universo arácnido de Marvel. El siguiente contenido de este tomo es el número único dedicado a Punisher, englobado dentro de una serie de historias independientes narrando el final de personajes emblemáticos de la casa.
En este caso en un futuro indeterminado, donde un apocalipsis nuclear ha acabado con todo, un avejentado protagonista se va a un sitio determinado donde se agolpan los últimos reductos de la humanidad, formado por poderosos que pudieron pagarse su salvación, para castigarlos por su prepotencia, que ha abocado al mundo al final. Se deja leer pero tampoco aporta nada más, siempre con la excepción del fantástico dibujo de Corben. En su día lo compré por eso y admito que poco más ofrece.
El material final son dos números de Ghost Rider con guion de Daniel Way que resultan mero relleno si no fuera por quien lo dibuja, ya que se centra en el enésimo enfrentamiento entre el protagonista y Satanás, en un relato con saltos temporales que no ayudan mucho al disfrute, aunque la brevedad juega a su favor.
Por lo tanto en resumen se puede afirmar que lo mejor de Marvel según Richard Corben es su apartado gráfico (notable rozando la excelencia) más que sus discretos (muy discretos) guiones, que no consiguen subir más allá del mero aprobado.
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Crítico especializado en cine y cómic, aunque no tiene problema en lanzarse a leer libros y opinar sobre ellos, siempre de forma constructiva y con educación. Bien conocido en el mundo de la divulgación por su alias, El Chacal, y su blog El Blog del Chacal donde comparte sus reseñas y conocimientos. ISNI 0000 0005 2401 3399