Hay que reconocer una cosa, Warner Bros parece no tener muy claro qué hacer con el DC Extended Universe que tiene entre manos. Con la excepción de Wonder Woman, ninguna de las películas que han conformado esta línea han terminado de lograr lo pretendido, en el caso de Batman v Superman: el amanecer de la justicia logrando dividir al público y la crítica (aunque con el tiempo la balanza se ha ido inclinando hacia un lado concreto) y lo de Escuadrón Suicida es para darle de comer aparte así que mejor no entramos. Y la Liga de la Justicia no se sale de ese camino.
Wonder Woman en cambio, a pesar de sus limitaciones, marcó un ante y un después. La señal de que parecía que sí íbamos a tener filmes dignos de los personajes de DC. Historias bien llevadas, con directores capacitados, buen ritmo narrativo y en general dando un producto uniforme que satisface al que está sentado en la butaca.
No hay que engañar a nadie y se debe decir que Liga de la Justicia cumple lo que promete. Pero lo hace de forma muy justita, sin dar nada más y conformándose con ser un filme que solo intenta competir con Marvel Studios en lugar de buscar su propia identidad. Esto queda bien patente en algunos momentos en que se nota de lejos la mano de Joss Whedon rellenando los huecos dejados por Zack Snyder, al punto de que en ocasiones hay ciertos toques de humor que no terminan de cuajar y dando lo que un colega definió tras el pase de prensa como “una película Frankenstein, hecha de trozos encajados”.
Al final, igual que siempre en una crítica, todo se reduce a intentar responder a una sencilla pregunta: ¿merece la pena pagar la entrada para verla en pantalla grande? Siempre. El cine está pensado para verse en el cine, y más títulos de ficción de este tipo puesto que lucen mucho más que la experiencia vivida en casa.
Podría extenderme varios párrafos, pero creo que lo mejor que puedo hacer para simplificarlo todo es dos listas. Una con puntos a favor y otra en contra. Que cada uno juzgue en base a ello y decida si acudirá o no a la sala de su elección.
Cinco puntos a favor
– Ben Affleck se ha eregido, para sorpresa de muchos, como un buen Batman que es (en esta cronología) un héroe veterano.
– Por fin tenemos una película del DC Extended Universe con color (que ya iba tocando).
– Los pequeños guiños al Batman de Michael Keaton y el Superman de Christopher Reeve.
– Una duración adecuada para el tipo de historia que se está narrando.
– Una trama que se cierra pero que deja la puerta abierta a una clara continuación y una historia mayor.
Cinco puntos en contra
– El total desaprovechamiento de J.K. Simmons, Jeremy Irons y Diane Lane, reduciendo su talento a una presencia casi testimonial.
– La poca química existente entre los protagonistas, que logran funcionar cuando están juntos pero no encandilan a nadie.
– El exceso de CGI al que nos tiene acostumbrado Warner Bros., en este caso no esperando al final y siendo palpable a lo largo de todo el metraje.
– El poco tiempo para desarrollar a cada personaje, al tener que presentar a tres nuevos (Aquaman, Flash y Cyborg) que no han contado de forma previa con una película propia (igual que sucedió con el Batman de Ben Affleck, con la diferencia de que Batman es Batman y a estas alturas precisa poca presentación).
– Esa sensación constante a lo largo de todo el film de haber sido hecho con prisa y con poco amor hacia el producto final.
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