Página interna de La invasión de los hongos del espacio. Créditos: Diábolo ediciones.
Antes de centrarme en La invasión de los hongos del espacio tengo que mencionar que fue lo que me llevó hasta esta obra, primera que me leo de Marina Shirakawa. Lo primero que pensé al conocer la existencia de este título fue en la película La invasión de los ultracuerpos de Phillip Kaufman. Quien haya visto este film de 1978 recordará que resulta aterrador por lo insidioso de la invasión alienígena que nos narra, con un final en el que el pavoroso rostro de Donald Sutherland no dejaba dudas: no había salvación posible.
En este caso el manga La invasión de los hongos del espacio, que en origen vio la luz en 1976, tiene una premisa similar. Su autor, Marina Shirakawa, era muy fan del fenómeno Ovni, que desde el famoso incidente de Roswell ha tenido una gran efervescencia en la cultura popular, lo cual queda patente en como lo refleja en este manga. La trama nos presenta a Aoki y el señor Sada, su maestro, que están en la cabaña de un anciano en las montañas de Ubagatake.
Ello se debe a que el primero se ha hecho un esguince cuando iban de excursión al citado destino. Allí serán testigos de la colisión de un Ovni, de la cual darán parte lo antes posible, pero el peligro no será tanto el alien como lo que llevaba con él… Aquí tengo que hacer un inciso, aparte del parecido citado antes, también hay otro más reciente: The last of us; digamos que el concepto del que parte fue el que me llevó a pensar en ella cuando leía este manga: hongos que controlan a seres humanos.
La invasión de los hongos del espacio, invasión alienígena insidiosa e imparable
También hay quien compara La invasión de los hongos del espacio con La noche de los muertos vivientes de George A.Romero. Ahí la coincidencia podría estar en que lo mismo que los zombis salían del suelo e iban en busca de gente a la que comerse, en este caso las personas infectadas por los hongos quieren expandir dicha infestación.
La invasión de los hongos del espacio no está dividida en capítulos, pero si tiene otro curioso detalle digno de mención: incisos en la trama donde se nos narran relatos sobre hongos que van de lo curioso a lo perturbador, así como otros pocos con (supongo yo) ánimo didáctico. Ello sirve para aumentar la inquietud del lector, que intuye que las cosas no van a ir bien.
Aunque no quiero citar spoilers, digamos que llegados a este punto queda bastante clara la resolución, que además encuentro totalmente lógica a como está planteado: como dijo Hugo Weaving encarnando al Agente Smith en Matrix, la humanidad es un virus, y si ese virus desaparece, el planeta se sanará por si mismo.
Fan como soy del terror japonés, con autores como Hideshi Hino, Junji Ito o Kazuo Umezz, desde ya mismo pongo a Marina Shirakawa como otro artista al que seguir su pista. En este caso la edición de esta obra por parte de Diábolo se complementa con dos prólogos, siendo el segundo un repaso general por la obra del autor, incluyendo portadas originales.
Otro detalle que me ha llamado la atención de este manga es algo que hasta ahora, que yo conozca, no se ha hecho antes: mientras que la obra tal cual está editada en sentido de lectura oriental, los dos prólogos (el citado antes y otro de Takeo Udagawa donde repasa las características y el estilo del autor de esta obra), están maquetados en sentido occidental.
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Crítico especializado en cine y cómic, aunque no tiene problema en lanzarse a leer libros y opinar sobre ellos, siempre de forma constructiva y con educación. Bien conocido en el mundo de la divulgación por su alias, El Chacal, y su blog El Blog del Chacal donde comparte sus reseñas y conocimientos. ISNI 0000 0005 2401 3399