
Portada de La conspiración de Will Eisner. Créditos: Norma Editorial
Con mucho acierto Will Eisner titula su trabajo sobre Los protocolos de los sabios de Sión como La conspiración. No hay otra forma mejor de referirse a ello pero claro, es que Will Eisner era un genio y lo demostró una y otra vez a lo largo de su carrera. Gracias a él el cómic salió del reducto en el que vivía para llegar a un público mayor a través de obras como Contrato con Dios, que fue el primer tebeo en autodenominarse novela gráfica y marcó el camino a seguir para todo lo que llegaría después.
La conspiración se publicó en 2005, cuando Eiser contaba ya con 87 años pero eso no se nota, si acaso su trabajo es más delicado, más eficaz y más poético. Una muestra más de su gran habilidad narrativa, su estupenda documentación y un ejemplo de las muchas posibilidades del llamado Noveno Arte (y el porqué los premios más importante de la industria llevan su nombre).
Los protocolos de los sabios de Sión
En varias entrevistas a lo largo del tiempo cuando me piden opinión como escritor sobre qué libros deberían leerse suelo decir, con cierto pasmo y pavor de mi interlocutor, que Mi lucha y Los protocolos de los sabios de Sión. El motivo es muy sencillo, hay que leerlos para saber el porqué no hay que leerlos, para saber qué son y entender su peligro. Es más, hay que leer de todo, de lo que nos gusta y de lo que no, es la única forma de crecer.
Hay que decirlo de forma clara: Los protocolos de los sabios de Sión son una pantomima. Una de las mayores estafas del mundo literario y que por desgracia hoy sigue teniendo defensores y eso que su mentira, plagio e intenciones han sido demostradas en varias ocasiones, con pruebas, contexto histórico… Aunque con solo leerlos una vez uno llega a esa misma conclusión, que todo es un artificio orquestado con muy poco de verdad.
La conspiración: El cómic
Lo que Will Eisner hace en La conspiración no es explicar el libro firmado por Serge Nilus, va más allá. Hace un amplio recorrido histórico para contar todos los quiénes, los qué, los porqué, los cómos y los cuándos de la creación de este bulo, de este engaño que parece pervivir por las décadas como hacen las pesadillas y las malas hierbas. Por supuesto habla de la Rusia de los zares pero también de Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, no deja nada por tocar.
Hace, en toda regla, periodismo y del bueno. Bien documentado, estructurado, marca los tiempos y los protagonistas, intenta ser siempre fiel a los hechos y a la verdad de los mismos. Y lo logra, es cierto que estamos ante una novela gráfica y que el arte secuencial, nunca mejor dicho en su caso, tiene unas formas y maneras, pero todo lo que subyace y se muestra es cierto y veraz.
Un documento histórico
De esta forma La conspiración, con el subtítulo de «La historia secreta de Los protocolos de los sabios de Sión», se convierte en un documento histórico de lectura obligada. En un cómic que debería estar en todas las bibliotecas y estanterías, más en esta época de dualidades en blanco y negro, de enemigos prefabricados, de odios lanzados en redes sociales y de fake news ideadas con fines aviesos (por mucho que intentemos luchar contra ellas una y otra vez).
En un momento en que importan más los sentimientos y las pasiones que los hechos y la verdad, como los movimientos nacionalistas e identitarios han dejado claro, cuando un villano de serie B vuelve a la Casa Blanca, cuando las mentiras se consideran “Hechos alternativos”, es el tiempo en que más necesitas leer y agradecer la existencia de obras como esta.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012