Hacer una adaptación de cómic no siempre es fácil. Menos cuando la obra original ya usa un material existente, como es en este caso el mito de Hércules. Pero a la hora de ver una película, esta debería valorarse siempre de forma unitaria.
¿Cumple lo que promete? ¿Es coherente? ¿Funciona bien?
Sí. Hércules con Dwayne Johnson cumple lo que promete, que no es más que ser un producto de puro entretenimiento y lo cierto es que durante hora y media el resto del mundo desaparecerá totalmente.
Sí. Es coherente en sus premisas argumentales y en el desarrollo de los personajes, que a pesar de ser bastante planos (obligado por el tipo de trama) tienen todos su momento de gloria, además de dar un poco de fondo a sus historias para que toda la acción se desarrolle de forma adecuada.
Sí. Funciona bien. De principio a fin engancha y hace que el espectador se crea lo que está viendo. No se sirve solo de un actor de enormes proporciones y acción desenfrenada, también mete el toque justo de comedia (casi en homenaje al Hércules de Kevin Sorbo) y de explicaciones para dar sentido a la película.
Todo esto salpicado de las buenas interpretaciones de Ian McShane, Joseph Fiennes, Rufus Sewell, y por supuesto el veterano John Hurt, que igual que siempre cumple con el nivel que se espera de él. Un muy buen plantel de actores, encabezados por un cada vez mejor Dwayne Johnson, para que el cinéfilo pueda acudir a ver la película libre de culpa.
Que nadie vaya engañado a la sala y cometa ese habitual error de ir desafiando a la proyección. Esa es una batalla que siempre se pierde. Este título es espectáculo puro, entretenimiento para pasar el rato y disfrutar.
Dejaos llevar.
