Tres miembros de El viaje de los cantores

Tres miembros de El viaje de los cantores

Una obra basada en una tragedia real.

La tragedia de la vida humana se torna más real que nunca cuando llega a nosotros a través del teatro. El motivo es muy sencillo, el teatro no solo da datos y hechos, también interpretaciones y recreaciones. Así fue en la representación El viaje de los cantores de Locos por Actuar, última función del festival Mutea en su cuarta edición.

Una obra coral

Esta es una obra coral dura de ver y de representar por el tema de la misma: un grupo de mexicanos que en su paso ilegal a Estados Unidos dentro de un tren fallecen asfixiados dentro del mismo. Se inspira en un hecho real que, por desgracia, no es único. A poco que uno investigue descubre que ha acontecido de tal forma varias veces. Lo dicho, una tragedia.

Una montaña rusa de emociones

Los miembros de Locos por Actuar llevan adelante una función intensa y compleja desde un comienzo. Una pléyade de emociones que van desde la alegría y la esperanza a las dudas, miedos y, finalmente y de forma inevitable, a la pena por aquellos que han perdido la vida. Un final presagiado al espectador desde la apertura del telón pero no por sabido resulta menos impactante.

La tragedia de El viaje de los cantores
La tragedia de El viaje de los cantores

Una tragedia sobre el escenario

Debe elogiarse tanto la buena puesta en escena que con pocos elementos hace viajar hasta un pueblo de México, hasta un brutal interrogatorio policial o hasta el tren el que todo sucede. Más todavía la capacidad de sacar adelante todo por parte de la compañía con un reparto coral muy ecléctico que con respeto, algo vital en este caso, lleva esta desgracia hasta las tablas del escenario.

El arte imita a la vida

Una apuesta arriesgada para ser la obra final del festival Mutea debido a la carga oscura y dramática de la misma, pero una buena apuesta que gustó al público asistente. Siempre se dice eso de que la vida imita al arte pero, al menos en este caso, no siempre es cierto y en otras tantas es el arte el que imita a la vida, la trae de vuelta, profundiza en ella y hace que una desdicha transcurrida en las sombras sea vista con toda la luz que debería haber tenido.

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