David Galán Galindo

Ha pasado por cine, por televisión, ha escrito una novela... Es David Galán Galindo
David Galán Galindo

Tuve la suerte de conocer a David en persona hace muchos años, fue en el festival Cortos con Ñ de Madrid. Gracias a esta muestra que organizaba junto a José Luis Mora, hoy sigue solo en sus manos, descubrí su perfil como cortometrajista y me enamoró su trabajo.

El paso del tiempo hizo que fuera creciendo, pasando de ser guionista en cortometrajes y televisión a lanzarse al cine con Al final todos mueren, también publicando su primera novela (Orígenes Secretos, de la que ya os hablé hace tiempo) y de forma reciente ha sigo uno de los nombres tras la gala de los Goya (edición 2018)

Tú has pasado por el guión de televisión, cinematográfico, novela… ¿qué diferencias ves entre un campo y otro?

En televisión eres una puta. No he sentido como mío casi nada de lo que he escrito. Creo que en doce años de carrera considero mío cuatro o cinco cosas que he escrito. Los monólogos de Berto Romero en En el Aire, algunos sketches de Sé lo que hicisteis… por ejemplo, me siento muy orgulloso cuando cuelo algún rap, lo hice en SLQH, en Buenafuente, el especial de Nochevieja de Mota… pero vamos, es raro que saque pecho por nada de TV. Hay una veintena de personas por encima de ti pidiendo y cambiando cosas. Además se escribe a toda hostia. Lo bueno es que aprendes a solucionar problemas a velocidad de enfermero de ambulancia.

En cine eres más autor. Incluso aunque sea un encargo, mi experiencia es que tienes mucho más margen de maniobra. Al final todo se toquetea, pero tus ideas son los cimientos. Y sobretodo tienes mucho más tiempo; nunca el suficiente pero sí más.

En novela eres Dios. Es sin duda la escritura más libre. Eres tú y el Word. Cuando el único problema es la página en blanco, un guionista no tiene problemas. Es la escritura más gratificante de todas. Quizá por eso sea la que menos viabilidad para vivir de ella tiene.

¿Qué es lo más complejo de tu trabajo?

¡Dejar de trabajar! Es un trabajo que te puede tener hasta 5 de la mañana despierto. Siempre se puede dar una vuelta más a un texto y es difícil soltarlo. Y en cine, yo las paso canutas para acotarme a las 120 páginas, me desparramo. Es que me gusta mucho escribir y no quiero levantar las manos del teclado…

¿La sociedad en general, me refiero a profesionales y consumidores, son conscientes de la importancia que tienen los guionistas?

No. La gente sigue diciendo “qué graciosa es Carmen Machi” cuando ella no ha escrito una sola línea de sus diálogos. Ni falta que le hace, igual que no pone los focos, ni sujeta la cámara. Pero nadie cree que ella haga esas cosas y sí que creen que se le ocurre a ella todo lo que dice. Falta un poco de pedagogía supongo.

Por ejemplo, muchos monologuistas, varios de los mejores, tienen guionistas y yo les bendigo por ello.

¿A qué otros profesionales de tu campo admiras?

En televisión, a Rafel Barceló, es el mejor guionista de comedia que he visto en mi vida. Lleva años escribiendo los monólogos de Buenafuente, de Berto Romero y ahora ha estrenado la serie Mira lo que has hecho… es canela fina guionística.

Y a los Pantomima Full que ahí dónde los veis son dos guionistas increíbles, de los que siempre quieres tener en tu equipo. Una pena que Alber y Rober lo estén petando tan fuerte y no vuelvan al guión.

En cine, José Luis Cuerda es el maestro. Y me interesa mucho lo que hace Paco Plaza. De americano a Andrew Kevin Walker, y puedo acabar diciendo obviedades como Charlie Kaufman o Aaron Sorkin. Por fardar.

Has sido uno de los guionistas de los Goya 2018, ¿qué tal ha sido la experiencia?

Genial. En Globomedia éramos un equipo de guión muy pequeño y nos llevamos muy bien, veníamos de trabajar juntos en Pool Fiction de Movistar+ donde hemos vuelto ahora. Éramos Raúl Díaz y yo, y luego Cristina López de directora.

Nosotros escribimos el sketch de las musas y los monólogos de Paquita Salas, Pepa Charro, etc. Me hubiera gustado poder escribir más, porque del monólogo inicial, y bueno, de todas las intervenciones de Joaquín y Ernesto, se ocupaban ellos y Miguel Esteban, su guionista de cabecera. Entonces, por ese lado, me quedo con ganas “de escribir los Goya”. De haber podido morder más.

En cualquier caso, una experiencia positiva y mi fotico con Bardem y Pe no me la quita nadie.

Este año, igual que todos, ha terminado en una cierta polémica, ¿a qué lo crees debido?

Bueno, se juntan muchas cosas. Primero que a los españoles nos encanta destrozar los Goya, eso es así. Luego que en las películas nominadas nunca están las películas que la gente ha visto y disfrutado más, la ausencia este año de Perfectos Desconocidos es buena muestra de ello. Eso ya predispone a la contra de toda la gala.

Y por último que el humor de Joaquín y Ernesto no es para todo el mundo. Creía que eso lo sabíamos todos, yo soy un fan irredento de su trabajo, los sigo desde La Hora Chanante y a mí me tienen en el bolsillo hagan lo que hagan. Pero el público de los Goya es mucho más amplio que su target habitual. Y a esa gran masa que no les conoce o no les “compra”, su humor les parece marciano y lo rechazan de plano.

Te doy la razón en lo que has dicho, parece que nos encanta odiar esta gala.

Nos encanta. La odiamos tanto que a veces se pierde la coherencia, como esa gente que celebró el “zasca” de Leticia Dolera a Joaquín Reyes (“os está quedando un campo de nabos feminista precioso”) cuando esa frase la tecleamos nosotros mismos en el autocue, dónde leen lo que dicen los presentadores.

Era una respuesta pactada entre Joaquín y Leticia. Es decir, la gente celebró un “zasca” que estaba en el guión de la gala a la que daba un “zasca”. Maravilloso.

Una de las quejas habituales del sector es que se da poco reconocimiento al guionista, ¿qué opinas?

Poquísimo reconocimiento, que así dicho suena muy etéreo, pero voy a bajarlo a algo tangible: poca remuneración. En TV, cuesta Dios y ayuda que las productoras cumplan el convenio de ALMA. Y en cine es práctica habitual trabajar gratis en muchas partes del proceso (la sinopsis, el tratamiento incluso…). Una vergüenza, en fin.

Gracias por tu tiempo, David.

Gracias por la entrevista, un placer como siempre, Doc.

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La citada “fotico con Bardem y Pe”.

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