Hace cosa de una semana estuve firmando en la Feria del libro de Madrid y aprovechando el viaje acudí a la muestra sobre el más famoso agente secreto de todos los tiempos, así además recogía datos para el libro 007: James Bond, de espía a icono que verá la luz en octubre.
Detrás de James Bond hay muchos secretos. No tanto los que el propio agente puede tener como los que guardan sus producciones. Para la mayoría del público las películas son un producto completo, pero para llegar a ellas hay todo un trabajo que hacer antes (y después). Precisamente es esto lo que el visitante ha podido descubrir en Designing 007.
Esta muestra que ya ha recorrido diferentes ciudades y países comienza con una figura de cera de Sean Connery con su flamante e icónico coche, el mejor recibimiento que todo aficionado puede tener. Para después hacerle entrar de lleno en el mundo del MI6 y será igual que en el cine: primero con unas pantallas que muestran los laboriosos títulos de crédito de la saga para después atravesar el tan conocido Gun Barrel que nos meterá de lleno en Goldfinger.
Una réplica de Jill Masterson recubierta de oro es el objeto más llamativo de esa primera sala, pero nada tienen que envidiar los bocetos originales (una constante en toda la muestra) o vestuarios reales como la icónica chaqueta de esmoquin dorado o el sombrero de Oddjob. A continuación, y tras pasar un pequeño rincón dedicado en concreto a Ian Fleming, aparece el despacho de M con el óleo de Bernard Lee que todos conocemos.
Entre luces y sombras estará la gabardina y sombrero que lució Sean Connery en sus primeros tiempos, además de otros curiosos elementos como pasaportes falsos e incluso una réplica de la mesa de Miss Moneypenny.
Y claro está que tras M es el turno de Q, con toda una sala dedicada al mejor armero del mundo en la que estarán presentes algunos de sus diseños y gadgets más icónicos, con grandes fotos de Desmond Llewelyn en un total homenaje a su figura. Incluyendo la escoba con radio que ha pasado a ser inolvidable y un pequeño rincón dedicado al nuevo Q que apareció en Skyfall.
A nadie le sorprenderá que a mí me conquistara la parte dedicada a vestuario, con esmoquin de Connery, la combinación de chaqueta blanca de Moore, por supuesto uno de los vestidos de Tracy Bond, el vestido amarillo de Valenka para resaltar su parte agresiva o el oscuro de Xenia Onatopp que encontró su inspiración en Morticia Addams. Además de una preciosa maqueta del Casino Royale y la mesa de juego a tamaño real con todos los participantes.
Los exóticos viajes de 007 también están presentes, incluyendo el más extraño de todos, el espacio. Así si uno mira hacia arriba podrá ver los trajes espaciales que el agente y su compañera lucían al enfrentarse a Hugo Drax, que estará presente en una maqueta, al igual que el teleférico cuyo cable rompe Tiburón.
Este mercenario, o más bien su dentadura, estará presente en la sala denominada Villanos y Enigmas, que personalmente es la que me pareció que tenía un montaje más llamativo. Se entra de lleno en un rincón dedicado a los grandes villanos como Raoul Silva y sus acciones que incluyen la destrucción de Skyfall o la muerte de M (Dench). Junto a él otros como el Dr. No, aunque no será el traje original sino una recreación de la Academy Customers, o los inquietantes Mr. Wint y Mr. Kidd y por supuesto el siempre temible Erns Stavro Blofeld.
Otros como Carver tienen su momento un poco más tarde, junto con la moto que en Die Another Day condujo el profesional Jean Pierre Goy. Bastante más espectacular es el final de la muestra con una réplica del castillo de hielo o la moto de nieve de Gustav Graves y su vestuario que firma, claro, Lindy Hemming.
Y por supuesto todo llega a su final con la parte de tienda, con materiales que cualquier amante de 007 (con buena cartera) querría tener en su poder.
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