David Daza es un autor conocido y reputado en Zaragoza, en España y a nivel internacional. Muy conocido por su paso por Transformers y Star Wars, lo que le posicionó de forma directa entre el fandom, está inmerso en Grisly Unit una obra de corte más personal en la que trabaja junto al guionista Roger S. Lewis (creador original del título).
Además de dibujante eres el co autor de Grisly Unit, ¿cómo surge esta historia?
En aquel momento, en 2012 o 2013, creo que estaba trabajando con Transformers y tenía también estas cosas aparte. Cogía lo que la agencia de representación me daba, pero también tenía proyectos aparte que podían ser portadas, algún diseño de personajes, incluso algún tema relacionado con diseño gráfico o logotipos ya que antes había trabajado en publicidad. Entonces me escribe Roger (Roger S. Lewis, coautor de Grisly Unit) al que no conocía pero él había visto unos dibujos que había hecho para un colega suyo que era actor y me dijo que quería que colaborase con él. Quería que hiciera concept art para un cortometraje que estaban desarrollando, aunque yo no sabía ni de qué iba, solo que tenía que ver un poco con el terror y que se llamaba Grisly.
Ellos habían trabajado con una persona que dibujaba todo muy bien, pero como de forma de cartoon, y cuando entré allí me empezaron a enseñar una avalancha de imágenes de todo tipo. Al poco tiempo vieron que no solamente les daba resultados en la parte gráfica, sino que les aportaba ideas y también les daba soluciones visuales entorno a cosas relacionadas con diseño gráfico o incluso de diseño web. Por ejemplo, necesitaban un póster para llevarlo a un festival de cine de Nueva York y yo les dije, “Claro, tenéis que hacerlo así, tenéis que tenerlo de esta manera”, yo tenía bagaje en preimpresión, en diseño gráfico, en publicidad…
Al final les dije que tenían un problema, había un montón de cosas que realmente no estaban aportando, muchísimo arte diferente. Ellos venían del cine y la televisión, Roger había estado trabajando en Time Warner pero estaba en departamento de finanzas, hicieron una especie de starup que es muy común allí y a partir de ahí desarrollar proyectos. Y uno de los proyectos fue un Kickstarter para desarrollar el cortometraje. Hicieron unos trailers, uno de ellos bastante chulo. Y yo, bueno, pues, lo tomé como un proyecto más alimenticio y ya está, una cosa así.
¿Y qué pasó?
Que quedaron muy contentos conmigo, hicieron un criba, me pusieron un poquito como, por así decirlo, de director de arte a la hora de de preparar las imágenes, la parte visual, “Pues, esto os conviene, esto nos conviene y tal”. El cortometraje salió adelante y en 2014, o por ahí, empezó a ir por festivales y dejé de tener un poco relación con ellos. Me seguían encargando cosas pero más puntualmente. Yo seguía con otros proyectos y ya está, porque además siempre he estado un poco saltando entre cosas que tienen que ver con el cine y con el cómic. O sea, la gente me conoce mucho por Star Wars y por Transformers pero he hecho otras cosas como ilustraciones, videojuegos…
Había tenido un año muy saturado porque en 2015 había estado haciendo un videojuego, cómics, portadas de libros y llegó un momento en que tenía unos picos de trabajo muy altos y estaba cansado. Así que en 2016 me dije “Voy a empezar con tranquilidad”, entonces Roger me contactó y me pilló en un momento en el que yo me había quitado proyectos y dije, vale, para descansar un poco. Y me dice, “Quiero hacer una novela gráfica con esto”, “Y qué quieres hacer?”, “Pues tengo estas ideas porque una cosa que hemos visto es que cuando hemos movido el cortometraje y hemos movido los trailers, la historia en sí no ha disgustado”.
Los medios con los que se hizo eran más como una prueba de concepto de lo que podría ser una película, pero a la gente lo que le flipaban eran los dibujos. Los veían y decían que eran una pasada, que eran alucinantes. Así que Roger quería darle una vuelta, se había dado cuenta de que como guionista no podía controlar todo el maremágnum que conlleva hacer una producción audiovisual a ese nivel. Dependes de muchas cosas que se te escapan, la parte técnica, la fotografía, la dirección…
Y no lo controlaba, veía que a lo mejor del resultado final igual un 40% era suyo, pero con la novela gráfica pensaba que podría hacerlo.
Y ahí nace el cómic de Grisly Unit.
Sí, me pasó un esbozo de guion, unas ideas y empecé a pensar y le digo, “Bueno, esto no lo vas a hacer en 40 páginas”, o sea, en 24 que se había propuesto al principio tampoco, pero es que en 40 ni por asomo. Lo que estáis leyendo ahora vosotros en realidad él tenía intención de hacer como una especie de episodio piloto. Estaba bien narrado y estructurado pero fuimos ampliando y ampliando, empezamos a planificar una historia, nos salió un arco argumental, empezamos a llamarnos por teléfono prácticamente todos los días y, esto es importante, se creó una sinergia.
Teníamos referentes similares así que el me hablaba de tal cómic o tal viñeta y antes de que me dijera más yo le decía el autor, y me dice, “Joder, sabes más tú que yo”. Pero sobretodo es que me dejaba trabajar. Yo había estado en proyectos gordísimos de muchísimo dinero, en los que tienes a un editor o a una persona de enlace, a lo mejor te ponen a un creativo al lado, si es en publicidad, y el creativo muy bien, y a lo mejor ese editor o esa persona de enlace puede que sepa mucho como aficionado de cómics, pero luego no tiene ni puñetera idea de lo que es o no mejor a escala visual y narrativa. No tiene los recursos que tú puedes tener, en lugar de acelerar las cosas, las entorpece.
En este caso, con Roger, era al contrario, me dejaba hacer y la verdad es que era un disfrute. No solamente estaba participando en la parte visual, sino que podía aportar ideas en el guion y me dejaba trabajar con total libertad creativa. A veces yo cedía en una cosa y él en otra, de hecho hace poco me recordó que “Tenemos a Obama, el presidente, en la historia por culpa tuya”, y yo ni me acordaba. Todo fue surgiendo así y vimos que teníamos algo que visualmente funcionaba muy bien, y sobre todo que trabajábamos de una forma muy distinta a como se trabaja en Estados Unidos en cuanto a fechas de entrega. No nos hemos preocupado de las fechas de entrega como tal, sino de tener calidad.
Un poco como en el mercado franco-belga, ¿no?
Sí, eso es, eso es. Últimamente en Francia sí que están poniendo fechas de entrega, incluso a veces fechas de entrega que son un poco… Te dicen, seis meses para hacer esto y, ¡ostras!, seis meses para hacer un algo bien, bueno, depende, ¿no? Depende. Pero sí, es un poco ese espíritu, el espíritu franco-belga, había laxitud en ese sentido, lo cual no quiere decir que no hubiera fechas de entrega, que sí las había pero si en un momento dado veíamos que podíamos mejorar alguna escena… No nos pusimos tampoco restricción en cantidad de páginas, de hecho, los dos primeros números prácticamente son como tres o cuatro americanos estándar. Este nos dura 44 o 44, este nos dura 42, lo que necesite la historia. Y es más, una vez terminados el número 4 y el número 5, dijimos “¿Y si le damos una vuelta al número 1 para añadir esto?”, hasta ahora hemos ido trabajando así.
¿Cómo fue la documentación? Aunque es mitología más o menos conocida no todo el mundo la tiene muy por la mano.
Se conoce más la mitología, pongamos, griega o romana que lo que son, pues, demonios clásicos de cristianismo. Esto vino ya de Roger, vino con él. Él tenía una… no sé cómo describirlo, tú sabes la forma de describir los proyectos en Estados Unidos que te dicen “Esto es Los Cazafantasmas con El Fugitivo”, pues esto podía ser un poco Expediente X con True Blood con esteroides pero con un ámbito religioso. Bueno, ellos tenían esas formas de describirlo. Él tenía esta idea, y es verdad que la mitología y las criaturas que se describen pueden ser muy potentes visualmente. Y además, es que él veía que en este aspecto no había nada similar. Es una cosa que nos han dicho con Grisly Unit, yo no era consciente cuando empecé con el proyecto. Es que realmente no hay algo que sea como muy similar, al menos que haya visto, porque sí que tienes intentos a veces, o sea, en series de televisión o que mezclan cosas, ¿no? Está esta serie de televisión que se llama Supernatural pero agentes del FBI enfrentados con monstruos que quieren recuperar la Tierra como la tenían antes, bueno, yo no lo veía como algo que hubiera por ahí. No, no, no, en ese sentido.
Al principio, lo que era el piloto del cómic, la primera idea, el prototipo del cómic, su intención era venderlo a cine y televisión, que sigue siendo una opción que está ahí sobre la mesa y que, por supuesto, no se descarta. Pero claro, yo lo que veía era que había una historia con las ideas que me contaba él y lo que yo iba poniendo sobre la mesa. Empezamos a ver que había un montón de posibilidades y, de hecho, una cosa que nos encontrábamos eran libros o… no no diría que grimorios, pero tratados de monstruos del siglo XVI con algunas descripciones que hemos reinterpretado y hemos hecho nuestra propia versión. No veíamos algo en entretenimiento que fuera similar a esto, al menos que nosotros sepamos.
Fin de la primera de tres partes.
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!