Hace poco varios amigos míos han ido cayendo en el maravilloso (y horrible) mundo que es ponerse a escribir libros. Se han convertido en autores. Algo que siempre engancha y que ha hecho que de pronto me encontrara asediado por sus preguntas y las de otros sobre temas relacionados con cómo hacer una presentación, consejos para lograr más repercusión y otras cosas que van en esa línea.
Viendo esto me ha parecido que es buena idea comenzar una serie de artículos centrados en temas y consejos que os podrán venir bien si estáis comenzando en este plano profesional. Claro esto que esto no será, ni pretende ser, una Biblia (con B de infaliBle) y que solo son experiencia que saco de mi propia experiencia tras estos primeros años y ya cinco libros en el mercado.
Venga, no os aburro más y vamos al tema.
1) Llévate un bolígrafo
Sí, de verdad. Tienes que llevarte algo para firmar. Es de suponer que en la librería, feria o stand de turno alguien tenga un bolígrafo o un rotulador, lo que no quiere decir es que vayan a tener dos y te puedan dejar uno. A veces sucede que no hay y es una faena.
Ten siempre un par de utensilios (o tres, mejor) para poder grabar tu rúbrica en los libros. Además así si uno te falla no te quedarás tirado, tendrás de reserva para poder seguir.
2) El cartelito con el nombre lo ponen ellos
Cuando en alguna foto de sesiones nos veis a Frost, perrito de oficina, con un cartelito con mi nombre no es que me lo lleve (aunque tengo uno de unas KBOOM!), es algo que por defecto suele poner la tienda de turno. En el caso de ferias también suele haber algún tipo de indicativo, pero igual que siempre tú eres libre de llevarte tu propio logo e incluso un poster.
Algunos autores, como Nacho Fernández o J.C. Bonache, se llevan un desplegable bien chulo para que se les pueda localizar, otros prefieren tener a su lado algo representativo de su obra y en mi caso, bueno, suelo llevarme a Frost si puedo (que por otro lado no puede quedarse solo).
3) Sí, puedes hablar por tu cuenta con tiendas
Lógicamente este consejo está orientado a autores que publican bajo el sello de alguna editorial, cuando eres auto editado te ocupas tú de todo y punto.
En ocasiones me he encontrado con que algunos escritores tienen una especie de miedo a contactar ellos mismos con una tienda para coordinar unas firmas, puede ser por un lado que la editorial les haya hecho creer que solo ellos pueden hacerlo (esto pasa, no todo el mundo es profesional) o sencillamente desconocimiento total del tema.
Pero si conoces a un librero o te gustaría hacerlo en un sitio concreto, no hay nada que te impida pasarte y preguntar a ver si es posible.
4) No asaltes que igual asustas al lector
Esto pasa mucho las primeras veces. No es malo. Todos somos personas y en esta situación estamos con el subidón de la obra recién publicada, no sabes muy bien qué hacer y en fin, a veces parece que somos verduleros o vendedores de jabalíes (sí, me refiero a esto).
Muéstrate dispuesto, charla con las personas que pasen por allí, siempre amable y sin dejar de ser tú mismo, pero ten cuidado y no asaltes. A nadie le gusta. Es igual que cuando estás de visita a otra ciudad (o en la que vives, que también pasa y más cuando tienes pinta de extranjero. Mi caso, vamos) y caminas por una zona de restaurantes mientras esquivas a todo el mundo que intenta marearte para que entres al suyo a comer o cenar.
No sé a vosotros, pero al menos conmigo lo que logran es que directamente descarte hacerlo por el asalto.
Pues eso.
5) Recuerda siempre tu primera vez
Esto seguramente sea lo más importante de todo de cara al futuro. Según vayas haciendo firmas, presentaciones, entrevistas y todas las acciones que conlleva ser autor todo se irá normalizando. Te irás sintiendo cada vez más cómodo y se convertirá en tu día a día, por eso es realmente imprescindible que recuerdes siempre la primera vez.
¿No lo entiendes? No te preocupes, ya lo entenderás.
Valor y al toro.
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