Fotograma de Bambi. Créditos: AContracorriente

Fotograma de Bambi. Créditos: AContracorriente

Bambi, una vida en el bosque, es una nueva adaptación de la conocida obra de Felix Salten. En esta ocasión en acción real.

Bambi es una historia muy conocida, aunque puede que no tanto Bambi, una vida en el bosque. Sucede que, como en otras tantas ocasiones, cuando se habla de pequeño cervatillo la imagen del mismo que llega a la mente es la de la versión de Walt Disney, es también así con Mary Poppins, La sirenita o La reina de las nieves bajo la franquicia Frozen.

Walt Disney y sus clásicos

Por un lado esto es bueno. Las producciones de Walt Disney han tenido como consecuencia que miles, millones, de personas conozcan personajes que puede que de otro modo jamás hubieran conocido. Y por otro lado es malo dado que es esta idea la que se hace universal, casi siempre con un gran número de cambios y dejando en el ostracismo a la original.

Todavía recuerdo, con cierto horror, cuando en una conversación alguien se sorprendió cuando dije que El libro de la selva, también llamado El libro de las tierras vírgenes, era… un libro. Uno que poco tiene en común con la versión animada de Walt Disney, por muy divertida que esta pueda ser o por muy icónico que sea su Baloo.

Poster de Bambi, una vida en el bosque. Créditos: AContracorriente
Poster de Bambi, una vida en el bosque. Créditos: AContracorriente

Una nueva adaptación de un mito

Por eso es de agradecer que otras productoras se lancen a la tarea de hacer adaptaciones que sean más fieles, más cercanas a la obra clásica y al espíritu de su autor. En el caso de Bambi, una vida en el bosque, se trata de una novela escrita por Felix Salten en 1923, tuvo un notable éxito y tiempo más tarde una secuela en la década siguiente titulada Los hijos de Bambi.

La historia es bien conocida: Un joven cervatillo nace en un bosque, descubre y conoce el mundo que le rodea, pierde a su madre y crece hasta convertirse en adulto. Pasa de príncipe a rey del bosque solo para tener su propia descendencia, un nuevo príncipe y un ciclo eterno. Toda una oda a la naturaleza, al medioambiente y a la nobleza de los animales.

Bambi, una vida en el bosque con la esencia original

Todo eso está bien presente en Bambi, una vida en el bosque, película dirigida por Michel Fessler que adapta estas mismas letras junto a Laurence Buchmann y Tristan L’Hermite. Se hace en acción real, con algún momento fugaz de animación por ordenador (y algún embellecimiento por aquí y por allá). Los animales no hablan, no cantan, no bailan, los animales son animales pero forman parten de una historia coral que mantiene una coherencia gracias a una voz narradora que da el contexto, el fondo y los pormenores.

Imagen de Bambi, una vida en el bosque. Créditos: AContracorriente
Imagen de Bambi, una vida en el bosque. Créditos: AContracorriente

A medio camino entre la película y el documental

Tiene tanto de película como de documental, con cuidados planos realizados con mimo, con amor y con ternura. Es, sencillamente, una obra preciosa y preciosista. Cuesta no enternecerse con ella, no conectar con el protagonista, no sentir miedo por él y el resto de personajes. Lloras la inevitable pérdida de la madre pero también la alegría cuando encuentra a su amiga y compañera vital, la curiosidad te embarga igual que a él cuando conoce un conejo y quieres trotar y saltar a su lado mientras corretea por un riachuelo.

Bambi, una vida en el bosque (también conocida como Bambi, una aventura en el bosque) es una película tierna y dulce, tan emotiva como cercana. Logra no solo narrar la historia del joven príncipe manteniendo la esencia de las letras de Felix Salten, lo hace de una manera honrada y sin artificios, no los necesita.

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