Portada de la nueva edición de la novela gráfica sobre el 11-M
El 11-M. El 11 de marzo de 2004 fue un día extraño. Un día oscuro. Un día lleno de miedos, de temores, de incomprensión. Un día que no será olvidado por todos los que lo vivimos. Recuerdo que llegó hasta mí la información del atentado y el cómo varios amigos intentamos contactar sin éxito con otro que debía haber cogido el tren. Temíamos por él, nos asustamos, mucho. ¿Estará bien? ¿Por qué no responde? ¿Dónde está?
En nuestro caso eso fue todo. Él estaba bien. Ese día no había cogido el tren. La noche anterior se acostó tarde y se había quedado dormido. Su móvil estaba apagado y por eso no respondía. Y ya está. Esto no fue así para otros. Otros no volvieron a coger nunca el teléfono. Otros no salieron de esos trenes. Otros… Otros… Otros…
Una novela gráfica dura y honrada
Es complicado hablar de ello pero hay que hacerlo. Hay momentos y fechas que necesitan no ser olvidados y el 11 de marzo del 2004, el 11-M, es uno de ellos. Que ahora dos décadas después se reedite la novela gráfica que se lanzó sobre ello es todo un acierto, igual que muy acertado es el trabajo de Antoni Guiral, Pepe Gálvez y Joan Mundet. Un trío de ases que conocen muy bien su trabajo, un trabajo que ejecutaron con maestría en estas páginas.
Un relato duro en ocasiones, debe serlo, espeso en otras, debe serlo, real siempre, debe serlo, y algo ficcionado por momentos, debe serlo, pero ante todo un relato sincero y honrado. Uno que hará que los recuerdos vuelvan y, con bastante probabilidad, el dolor y las lágrimas. Y el que piense que no llorará, que no se preocupe, en las páginas 56 y 57 cambiará de opinión. En esas dos páginas los ojos se empañarán y las lágrimas brotarán y no por el horror, nada de eso, lo harán por las muestras de amor, humanidad y valentía que hubo.
11-M: La novela gráfica es un testimonio, es un recordatorio, es un grito y un clamor. Es una obra, una fecha, un momento, una tragedia, que no debe caer en el olvido, nunca debería hacerlo. Es todo esto y más, es una lectura que te agarra por el cuello con fuerza, no te deja respirar, te vapulea y lleva de golpe a la realidad. Una terrible pero que, y esto tampoco debe olvidarse, pasó. Y no, no se olvida, ni dos décadas después, ni tres, ni cuatro…
Únete a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Súmate pinchando aquí!
