Cada año los aficionados al mundo del cómic, ya seamos divulgadores, autores, lectores o simples curiosos tenemos una cita ineludible con el Salón del Cómic de Barcelona que este año alcanza su 33ª edición.
Pocas novedades hay para un evento que ya se ha consolidado y se ha convertido en un referente nacional. El cambio de ubicación del pasado año (de un pabellón de la Fira a otro) se ha mantenido en esta ocasión pero el espacio se ha divido en dos secciones.
La primera destinada a editoriales como las siempre recomendables Dibbuks y Diábolo, junto con otras bien conocidas como Dolmen Editorial o Planeta DeAgostini, entre otras en las que durante estos días se darán cita diferentes autores para firmar sus obras (como servidor) y charlar con todos los lectores que allí se den cita.
Mano a mano están los puestos de las diferentes tiendas venidas de todo el panorama nacional en las que se pueden encontrar tanto las novedades del mes como viejos cómics ya descatalogados, sitios especializados en muñecos y merchandising o en videojuegos (no puede negarse la fuerza de las nuevas generaciones).
Es en esta misma planta baja en la que se podrán ver varias exposiciones entre las que destaca la centrada en Anacleto, agente secreto que estrena su primer largometraje cinematográfico de forma inminente. Junto a ello otras como la dedicada a The Spirit o Batman. También encontrará el visitante la zona destinada al Artist Alley que repite tras el éxito del pasado año, aunque en opinión del que suscribe este texto en una zona bastante peor situada.
La parte de arriba del Salón del Cómic, que en la anterior edición no estaba abierta al público, es la destinada a la zona de videojuegos y exposiciones, además de a los stands de diferentes asociaciones como el club de Star Trek de España que ha convertido su puesto en el interior de la Enterprise gracias a una réplica de la silla del Capitán Kirk y a los paneles interiores fabricados por la empresa Vision Factory, que también se ha encargado de la realización de la TARDIS que puede verse durante los días del evento.
Cuatro días (ya tres) para perderse entre cómics y ocio para desconectar un poco del mundanal ruido. Y si me permitís dos recomendaciones personales serán Grafito Editorial, que publica la última obra de Nacho Fernández (que pendiente de la copia para reseñar, pero habiendo podido verla y algunas planchas originales, es ciertamente recomendable), y Grapa! El sello creado por Jordi Bayarri que está dando cabida a algunas de las propuestas más entretenidas del cómic patrio como el ya reseñado Young Ronins.
Disfrutad de un fin de semana lleno de viñetas.
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