Portada de La Bóveda Trampa Mortal. Créditos: Marvel/Panini
Tengo el vago recuerdo de haber leído Los Vengadores: Trampa mortal, La Bóveda cuando era niño en la biblioteca de Valladolid (la de San Nicolás, justo donde transcurre parte de En tierra de demonios) pero una vez me adentré en la lectura de tal título en su edición de Panini mis memorias no coincidían con la publicación. Algo que agradecí dado que de esta forma me encontré con un material nuevo, aunque se editara en origen a principios de la década de los noventa del siglo XX.
Este volumen se recupera en formato de tapa dura, con una cuidada edición, buena calidad de impresión y todo lo que es preciso para una Marvel Graphic Novel, término que la editorial usó para diferentes obras de más larga duración, con un toque más adulto y que, por lo general, funcionaban de manera unitaria como la más que conocida Dios ama, el hombre mata. En este caso estamos ante un título similar si bien no en trama sí en intenciones.
Una catástrofe tras otra
Aquí el guion firmado por Danny Fingeroth lleva al lector hasta el interior de La Bóveda, esa gran cárcel para supervillanos donde siempre estaba todo a punto de explotar. Si bien puede tener cierto sentido la idea de encerrar a todos los delincuentes con superpoderes en el mismo sitio, anulando sus poderes y con vigilantes con armaduras de tecnología punta el peligro es más que evidente. En un barril de gasolina solo hace falta una cerilla para que empiece la explosión. Solo una. Imagina si tienes una caja y además un poco de pólvora.
Dice la contraportada de este tomo que está dentro de “(…) la tradición de las grandes películas de catástrofes” y no puede negarse que se parece más a La aventura del Poseidón (muy bien parodiada por Joaquín Cera en La aventura del Titaidón con Pafman), Terremoto y El coloso en llamas que a Fuga de Alcatraz (basada, no lo olvidemos, en un hecho real).
Esta elección tonal marca mucho la forma de la narrativa y el devenir de los acontecimientos como una cadena inevitable de caos y terror que como nos dijo el ingeniero aeroespacial Edward A. Murphy Jr. en lo que más tarde se conocería como la Ley de Murphy, “Si hay varias maneras de hacer una tarea, y uno de estos caminos conduce al desastre, entonces alguien utilizará ese camino”.
Veneno como líder
Trampa Mortal, La Bóveda usa a Veneno como indómito líder de los villanos al ser él el responsable, con un poco de ayuda, el que empiece la rebelión y busque la libertad de todos los presos. Pero claro, no hablamos del personaje según es hoy tras varias décadas de crecimiento, cambios y evolución que han hecho de él un héroe, o algo parecido a tal perfil. Aquí es todo lo contrario, un hombre obsesionado, alguien que solo desea ver muerto a Spiderman y ante el que nada más importa.
Las dos partes de su ser, el simbionte alienígena y el periodista Eddie Brock, son poco más que una versión exagerada y oscura del justiciero arácnido y poco desarrollo cuenta en su haber. Pero gracias a esta obra se puede profundizar más en él, darle un entorno y una misión diferentes y ver hasta dónde puede llegar además de mostrar las limitaciones del mismo. Un acierto de tratamiento dada la popularidad de la que gozaba el entonces villano.
Profundizando en los villanos
Esto mismo se hace con otros tantos malvados que hacen aparición, recordemos que La Bóveda es una prisión para tales personajes, algunos de forma más o menos fugaz y otros con más peso en la trama pero todos tienen su momento. Se usa esta aventura para dotarles de personalidad propia, para dejar ver que más allá de sus trajes vistosos y crímenes son hombres y mujeres con sus propias pasiones y decisiones tomadas, entre las que se incluye el querer permanecer en prisión para cumplir su condena.
Aquí hay que resaltar el trabajo de Ron Lim, un dibujante más que conocido de Marvel Comics y al que por lo general se le suele relacionar con seres cósmicos por su larga etapa plasmando las aventuras de Estela Plateada pero sus lápices han dado vida a otros muchos como Capitán América, Spiderman o el propio Veneno.
Su visión de los personajes es completamente icónica y marca una de las maneras más reconocibles de representar a todos ellos, motivo por el su elección, junto a los entintadores Jim Sanders y Fred Fredericks (aunque el cambio de uno a otro sea notable) y el color de Joe Rosas, para una aventura con decenas de ellos se torna en totalmente lógica y casi obligada.
Una buena lectura
Danny Fingeroth sabía muy bien qué se hacía cuando escribió el guion de esta historia, claro que al igual que su compañero hablamos de alguien más que reputado y querido por los lectores. Entre sus muchos trabajos pueden destacarse su tiempo en la colección de Darkhawk, además de otros muchos héroes como Daredevil, Iron o la recomendable miniserie Los enemigos letales de Spiderman.
Los Vengadores: Trampa Mortal, La Bóveda es, como se ha comentado hace unas líneas, una película de catástrofes en la que, siguiendo la Ley de Finagle, “Algo que pueda ir mal, irá mal en el peor momento posible”. Bien podría haber sido el germen de algún estreno cinematográfico y en vista del poder de Marvel Studios, y la ingente legión de fans que tiene, no es descabellado pensar que quizá así termine resultando.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012