Portada de Ser fascista está mal. Créditos: Fandogamia.
Ser fascista está mal, y aunque puede parecer una obviedad, en la situación geopolítica actual nunca va mal de recordarlo, como aprovecha Don Julio (seudónimo de Julio A. Serrano, habitual dibujante de la revista satírica El Jueves) en este cuadernillo de título tan sucinto que forma una trilogía perfecta junto con El niño Jesús no odia a los mariquitas y Los negritos no van a comerte, ambos ya reseñados por este medio. Regalos ideales para soliviantar a los energúmenos.
El esquema de los títulos antes citados se sigue aquí: estamos ante una irónica parodia de los cuadernillos infantiles que uno puede encontrar en los bazares, donde se incluyen diferentes tipos de actividades y pasatiempos para entretener a los niños, pero aquí con el loable propósito de demostrar lo que su título admite. Y tiene mérito ya que este ha tenido ya nueve ediciones, convirtiéndose en el tebeo más vendido de Fandogamia de todos los tiempos, lo cual demuestra lo necesario que es.
Centrándonos en este cuadernillo, que en la portada aparezca una caricatura de Hitler hace evidente quien será el primero en ser citado, pero desde luego que no será el único. Tras afirmar la obviedad de que por su culpa fue la Segunda Guerra Mundial (pese a que según que sectores «disculpen» sus motivaciones), la primera actividad es una búsqueda de quien es Hitler en una mezcla de imágenes de señores más o menos famosos con bigote.
Tras ello se reincide en la crueldad de Hitler contra todo aquello que no entrara en sus (obtusos) parámetros, dejando claro que incluso tú (amable lector) podrías haber sido objetivo de él. Después de un laberinto para escapar del gueto de Varsovia se deja claro el nivel de autoritarismo y megalomanía de un tipo como Hitler, cuyas ansias de expansión para imponer su régimen dictatorial eran mundiales.
La siguiente actividad es una sopa de letras en la que encontrar las seis palabras que definen el fascismo: racismo, elitismo, machismo, miedo, violencia y dictadura. Y cómo indiqué antes, no sólo Hitler es sinónimo de fascismo, de hecho se lo copió a Benito Mussolini: si uno hizo maldades desde Alemania, el otro las perpetró en Italia. La cuarta actividad muestra de forma fehaciente como definir a dos tipos como estos (y más claro es imposible).
Ser fascista está mal, y este cuadernillo lo deja bien claro
¿No hay dos sin tres? Pues venga, vamos al tercero en discordia: Francisco Franco, un señor bajito, calvo y con voz de pito (según indica el propio autor), que era amigo de Hitler y quería imitarlo. La actividad que viene a continuación es bastante irónica, porque hay que señalar la imagen de Franco entremedio de una muchedumbre de fotos en la que lo mismo te encuentras a Pinochet que a Palpatine (de la saga Star Wars) por citar apenas dos ejemplos.
Si este «trío calavera» (Hitler, Mussolini y Franco) coincidía en algo era en considerarse mejor que los demás, imponiéndose (en el caso de este último) a sangre y fuego sobre lo que habían elegido los españoles. Eso provocó una Guerra Civil de la que ofrece irónica muestra la actividad 6, en la que queda claro que lucharon vecino contra vecino, e incluso hermano contra hermano, en una triste contienda que es mejor no olvidar para intentar no repetir.
La siguiente página y su correspondiente actividad se centran en Guernica, una villa en la provincia de Vizcaya que fue bombardeada el 26 de abril de 1937 por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, pese a no haber ningún objetivo militar en ella. Pablo Picasso pintó en París, entre mayo y junio de 1937, el famoso cuadro que inmortalizó tan fatídica fecha, que aquí Don Julio adapta al estilo de esta obra.
Aunque la cosa pintaba mal, hubo justicia divina y tanto Hitler como Mussolini perdieron… pero Franco no, y le dejaron al mando de España, acabando con más de 140.000 personas que, simplemente, no pensaban como él, y de las cuales están repletas muchas cunetas de este país, como recuerda la actividad 10 de este cuadernillo. El problema, aunque esos ya no estén, prevalece en todos aquellos que añoran y defienden aquello.
La actividad 11 es muy jocosa también, porque al igual que la de las fotos de señores con bigote (para señalar a Hitler) y la de la muchedumbre de variados personajes en la que hay que señalar a Franco, en este caso hay otro montón de fotos en las que señalar a políticos fascistas, con la gracia de mezclar a Santiago Abascal con Espinete, Baby Yoda o lo que se tercie. Vamos, que si no queda claro hay que ser muy corto de miras…
Pero si la extrema derecha es mala, la extrema izquierda también, como recuerda citando a Mao, Stalin, Pol Pot y Kim Il-sung, con una última actividad en la que relacionar los muertos que provocaron sus regímenes. No indica la solución pero ni falta que hace: las cantidades son horribles. Don Julio acaba este cuadernillo con esperanza: de ser fascista se sale, el fascismo sólo obstaculiza el avance de la humanidad, y se tiene que evitar a toda costa.
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Crítico especializado en cine y cómic, aunque no tiene problema en lanzarse a leer libros y opinar sobre ellos, siempre de forma constructiva y con educación. Bien conocido en el mundo de la divulgación por su alias, El Chacal, y su blog El Blog del Chacal donde comparte sus reseñas y conocimientos. ISNI 0000 0005 2401 3399
