Imagen de Paddington: Aventura en la Selva. Créditos: Sony Pictures.
Se siente raro venir a un pase de prensa un domingo, pero la ocasión es diferente. Nos ponemos en camino al cine un montón de ¿adultos? con unos cuantos seres más pequeños para encontrarnos con las nuevas aventuras del oso Paddington.
Tengo que reconocer que no es la película que yo hubiese elegido como primera opción, para qué mentir, pero como plan de domingo no estaba tan mal. Además, esta vez tuve la suerte de poder disfrutar de la película acompañado de mi chica y su retoño, cosa que me interesaba sobremanera para valorar la película. ¿Suena raro? Me explico…
Soy una persona que está acostumbrada a hacer planes culturales solo, algo que a mucha gente le cuesta entender hoy día. Disfruto del teatro, el cine, un paseo con música conmigo mismo sin problema, pero Paddington resultaba un reto.
¿Paddington es para mí?
Paddington: Aventura en la selva es una película mucho más familiar que el producto que yo suelo consumir, es verdad. Pero el plan en el cine me apetecía mogollón y de paso podía comprobar si mi forma de ver las películas era diferente a la de mis acompañantes…
105 minutos después, se encendieron las luces y estábamos encantados con el resultado. Paddington se ganó tres nuevos fans al instante.
No había visto ninguna de las peripecias anteriores de este personaje peludo, pero no importa para nada a la hora de disfrutar de la película. A los pocos minutos, el intrépido úrsido te ha puesto al día de todo lo que necesitas saber para ponerte rumbo a Perú sin perder más tiempo. Es una aventura y nos sumerge de lleno en ella.
Además nuestro oso protagonista tiene algo muy importante que le ayuda y da fuerzas: los Brown, esa peculiar familia con la que vive.
En esta película da tiempo de sobra para presentar cambios en todos los personajes y ver como evolucionan a la vez que nos hacen partícipes de la aventura para conseguir emocionarnos. Todos los miembros contribuyen de alguna manera en esta aventura, aunque no lo pareciera desde el inicio. El reparto, tanto los miembros de esa peculiar familia, como los nuevos invitados a esta aventura, entran a jugar y aventurarse sin miedo dando momentos muy divertidos y emocionantes (por muy trillados o típicos que sean algunos)
Reconozco haberme sorprendido de lo bien que lo pasé viendo la película. Disfruté como el que más y me emocioné gran parte del metraje. Lo agradezco muchísimo, de verdad.
Pero, por mucho que sea yo el que escribe estás palabras y haya disfrutado con la película, no es mi opinión la que realmente importa. Esa responsabilidad la tiene el caballero de seis años que estaba a mi lado en el pase.
A nada que seamos un poco observadores, sabemos lo difíciles y mutables que son las emociones de los niños (Del Revés y Jack-Jack de Los Increíbles son un gran ejemplo de esto).
Llamar su atención durante un buen rato es un mérito que no se logra con facilidad. Paddington: Aventura en la selva, lo consigue sin esfuerzo. A pesar de su larga duración, la película es amena y entretenida. Se entiende sin problema y no hay movimiento alguno en la butaca durante la proyección (no incluimos abrazos a mamá y comer palomitas, está claro)
Dicho todo, recomiendo la película sí o sí. Es una buena idea para hacer un plan de fin de semana y cuando llegue a los hogares será una buena película para ver todos juntos en el sofá. Porque los planes de sofá en buena compañía son de los mejores.
P.D: Hay una escena post-créditos además de la que hay durante los mismos, pero no vale la pena esperar. Son 10 segundos que no van a añadir nada a vuestras vidas. Mejor dedicadlos a un abrazo, será tiempo mejor invertido.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693
