Cartel de Minority Report. Créditos: Divisa Home Video.
La ciencia ficción es un género muy particular que no siempre es aceptado por todo el mundo, pero hay obras que cruzan cualquier línea establecida. Hace un par de décadas una película llegó para causar sensación. Hablemos de Minority Report.
Lo primero que hay que saber (por si alguien no lo supiese aún) es que esta cinta es una adaptación de un relato original del escritor californiano Philip K. Dick, autor de los relatos originales de Desafío Total (Podemos recordarlo por usted al por mayor), Blade Runner (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) o la homónima El hombre del castillo.
Nos encontramos ante la historia de John Anderton, un policía relacionado con la Unidad de Pre-crimen (su fundador en la novela y responsable en la cinta), que se encarga de prevenir crímenes antes de que sucedan. Pero, un día, surge el nombre de Anderton como futuro perpetrados de un crimen, cosa que no ha planeado en ningún momento.
Minority Report: ¿A quién podemos encontrar?
Este trabajo tiene detrás muchos nombres de categoría. Philip K. Dick es el solo el primer nombre de enorme categoría detrás de este proyecto. A los mandos de la película, se encuentra uno de los directores más relevantes de nuestro tiempo: Steven Spielberg.
Hablar de los méritos de este director nos llevaría miles de artículos y, probablemente, no seríamos capaces de abarcar ni la mitad de todo lo que se podría contar. Gran parte del trabajo de este genio del audiovisual está enmarcado en el género de la ciencia ficción. No se me ocurre una persona más adecuada para hacerse cargo de este trabajo.
En la parte actoral, contamos con un reparto de auténtica categoría. Incluso los roles más secundarios cuentan con artistas que ofrecen un trabajo increíble, como pueden ser Neal McDonough (Arrow, Mujeres Desesperadas, Hermanos de sangre) o Kathryn Morris (Caso Abierto, Paycheck). El elenco al completo es de calidad, pero hay que destacar algunos nombres un poco por encima.
El primer nombre que merece destacar es el de Samantha Morton (Acordes y desacuerdos, The Walking Dead) como la «precog» Agatha. Su interpretación no está ceñida al diálogo, pero resulta un personaje vital en cada interacción con el protagonista.
Colin Farrell es otro artista que destacar. Este fue uno de sus primeros papeles destacados dentro de esta industria (Escondidos en Brujas, El Pingüino). Su rol de Danny Witwer es uno de los que se mantiene de la historia original (al igual que los de los siguientes actores) y resulta el «roba escenas» de la película.
Uno de los nombres de absoluto peso en la cinta es el del célebre Max von Sydow. El intérprete de obras como Flash Gordon, El Exorcista o El Séptimo Sello asume el rol de la figura que guía al protagonista. Una figura que nunca se muestra completamente transparente.
No podemos terminar de hablar sobre el reparto sin hablar del protagonista: Tom Cruise (Entrevista con el vampiro, Misión Imposible). Este ya era una estrella mediática en 2002, y esta película supone su primer trabajo con Steven Spielberg, con el que repetiría poco después en otra adaptación literaria: La guerra de los mundos.
Minority Report: una obra única
La película nos sitúa en el año 2054, año que nos queda tan lejos ahora, pero no parece que vaya a tener el mismo aspecto que en la cinta. (Nuestro futuro parece encaminarse más a Mad Max, todo sea dicho.) A pesar de presentarnos un mundo tan sólo a 50 años vista, nos presenta algo que no parece real en muchas formas.
Una de las diferencias claras, además de la manera de conducir, es la existencia de unas figuras pre-cognitivas empleadas en impedir el crimen. Algo interesante si no fuese porque tanto Dick como Spielberg nos dan a entender que la Unidad de Pre-crimen surge del miedo y la paranoia.
Esto nos lleva a un debate moral durante la película (y tiempo después si la cinta consigue calar en nosotros): ¿Se puede considerar criminal a una persona si no ha cometido el crimen del que se le acusa?
Lo que podría quedarse en otra historia más, gracias a la mente visionaria de Philip K. Dick, se convierte en un estudio del ser humano y como se enfrenta a la existencia del libre albedrío y las diferentes líneas temporales en función de nuestras elecciones.
Spielberg no construye una película de ciencia ficción típica (como en cada uno de sus trabajos). El director, inmerso en una fase más experimental de su carrera, nos sumerge en una cinta que bebe de los grandes thrillers de los años 30 o 40: encontramos a un hombre luchando por recuperar el control de su vida en un mundo que le persigue.
A esto se le suma una paleta de color que ayuda a crear un clima de desasosiego y frialdad, que nos lleva a unirnos al protagonista en su lucha por escapar de un destino que días atrás efectuaba sobre otras personas.
En su momento, supuso una película revolucionaria y, hoy en día, no ha perdido ni un ápice de calidad o vigencia. Spielberg vuelve a ofrecer un trabajo de altura, cómo ya estamos acostumbrados, pero está vez uniéndose a Tom Cruise, en uno de los mejores papeles en su trayectoria.
Gracias a esta nueva edición que nos ofrece Divisa Home Video, podemos acercarnos a una película que marcó toda el cine que vendrá, abriendo las puertas a desarrollar el género de múltiples formas posibles. Una película que, sin importar las veces que se pueda ver, siempre es igual de disfrutable.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693