Marvel nos ha hecho soñar. Nos hace soñar hoy. Nos hizo soñar ayer. Nos hará soñar siempre.

Durante esta semana y con motivo del aniversario del Marvel Studios que todos conocemos hoy, se ha preparado un especial en docpastor.com en el que diferentes colaboradores (entre ellos Julián Clemente, editor Marvel en España) aportarán su granito de arena con sus visiones sobre lo que han sido estos años, personajes, películas y todo lo que ha hecho (y hace posible) que vayamos a las salas de cine a maravillarnos.

También en mi canal de youtube (este de aquí http://youtube.com/thedocstyle) tendréis un par de vídeos sobre el tema; uno hablando de las figuras Marvel Legends de Hasbro, como parte de la lista de reproducción en la que voy enseñando mi colección (también en esta galería fotográfica), y otro recordando algunos de los grandes momentos de los filmes gracias a las aportaciones de mis followers en Twitter.

Pero como pistoletazo de salida quería hablaros de tres cómics. Uno actual, uno de ayer y otro de siempre. Simples muestras de algo que Marvel ha logrado hacer desde sus comienzos, adaptarse a los tiempos e ir cambiando con estos para dar a los lectores algo nuevo pero a la vez manteniendo el sabor clásico; claro está que en ocasiones esto no ha salido bien y se podría decir que se pasaron de frenada en sus intenciones y hechos (¿alguien ha dicho Marvelution?).

Hoy

Colección 100%

Universo Veneno

Hace no tanto tiempo las páginas de Spider-Man se llenaron de diferentes encarnaciones del héroe, en la saga Spiderverso en la que las realidades se cruzaban unas con otras y era posible ver al Spidey de los dibujos de los años sesenta a la vez que al del 2099 y otras tantas variaciones.

Si bien es cierto que la trama general no presentaba mayor interés, pero era muy entretenida, el simple hecho de poder ver tantas variantes del trepamuros, algunas desconocidas hasta entonces, referencias a toda su mitología (incluido el Leopardon), todo esto hizo que fuera una lectura que enganchaba desde la primera página y que tuviera sus consecuencias que se irían mostrando con el tiempo.

Ahora ha llegado el turno de Veneno, el personaje nacido en 1988 de las manos de David Michelinie y el canadiense Todd McFarlane, un villano que revolucionó el mercado al punto de que pasó a ese lugar de popularidad que le hizo convertirse en un héroe (más o menos). El problema es que más allá de ser una versión más grande y aterradora de Spidey no tenía nada más que mostrar, lo que hizo que fuera repetitivo y cansino; claro que eso no ha impedido que siempre haya seguido de fondo coleando por el Universo Marvel, además de tener apariciones en series de dibujos, la saga cinematográfica de Sam Raimi y ahora su primera aventura en solitario.

Así que era lógico que coincidiendo con el trigésimo aniversario de su aparición se prepara desde La casa de las ideas una celebración adecuada, y esta es ni más ni menos que Universo Veneno. Sin entrar en detalles, ya que lo mejor de un cómic es precisamente entrar a leerlo, hay que reconocer que este tomo (a pesar de lo simplista de la propuesta) se consume casi del tirón sin querer dejarlo en ningún momento, la aparición de diferentes encarnaciones del anti héroe (presentadas ya en Universo Veneno: Prólogo) es el gran aliciente igual que lo fue en la saga de Spider-Man y al igual que en esta las consecuencias de lo sucedido todavía están por mostrarse.

Dice Julián Clemente en el prólogo del tomo que “no había nada comparable a Veneno”, a pesar de que han aparecido herederos e hijos (con Matanza a la cabeza), aquí está treinta años después para demostrar que solo hay un auténtico Veneno: Eddie Brock.

Ayer

Colección Jim Starling

El guantelete del infinito: Estela plateada

Marvel Studios llega a su punto álgido con Vengadores: Infinity War que se inspira en el cómic (saga) El guantelete del infinito, de los que hablaré en unos días en este mismo site (de la película y del cómic), pero voy a adelantarme ligeramente a mí mismo en el tiempo. Muy adecuado cuando uno se refiere a esas gemas capaces de alterar la realidad misma, peligrosas en las manos de cualquiera y más todavía en las de Thanos.

Las implicaciones en los cómics de todo lo que sucedió en su momento siguen hoy en movimiento, ya sea por referencias de autores, el amor de los fans a una de las mejores y más extensas obras de Marvel, o sencillamente es que el concepto de un dios malvado y todo poderoso nos atrae. Pero otro tanto hubo entonces y es que más allá de lo narrado en la historia central, hay detalles y situaciones que pasaron entre medias que si bien no son del todo necesarias para entender qué sucede, sí son de agradecer.

El tomo cuarto de la colección Jim Starling que actualmente está publicando Panini Comics se adentra precisamente en estos huecos entre historias. Bajo el sencillo nombre de El guantelete del infinito: Estela Plateada, muestra complementos que enriquecen los narrado en el volumen anterior (El guantelete del infinito, del que hablaré más adelante. Por eso lo de viajar en el tiempo que dije antes) dando todavía más aristas y profundidad a la historia conformada por Jim Starling y Ron Lim (y otros autores, como George Pérez, o el guionista Ron Marz en esta entrega).

En este volumen destaca por encima de otras la narración en la que el ex heraldo de Galactus se cruza con Rhino, mostrando que hay mucho más que la guerra cósmica. La mejor forma de definirlo sería como un cuento, un sencillo cuento lleno de reflexiones que muestran de nuevo a Estela Plateada como un ser lleno de humanidad y al villano con el que se encuentra como un hombre con buenas intenciones, y no solo un criminal al que combatir.

Si no estáis haciendo ya la colección Jim Starling de Panini Comics, solo os puedo decir que corráis a vuestra librería y empecéis a compraros los ya publicados. Historia viva de la viñeta.

Siempre

Marvels

Hace poco quedé con Toni Kudo, editor de LetraBlanka, para comer y comentar impresiones sobre el 36º Salón del cómic de Barcelona, y al igual que otras tantas veces terminamos en Norma Cómics dando un vistazo, fisgando novedades y apuntando futuras compras.

Allí había una madre con un niño pequeño al que le llamó la atención Marvels, la nueva edición con extras que ha publicado Panini Comics de forma reciente. A mí lo me llamó la atención fue la escena, en parte me sorprendió que quisiera este tomo (que requiere haber leído bastante de forma previa) y por otro lado me recordaba a mí mismo cuando iba con mi padre a comprar tebeos en Valladolid.

Pidieron consejo a uno de los dependientes y este les comentó que era un tomo unitario, con muchos personajes y recuerdo que usó la palabra “único”. Cuando lo dijo pensé que sí, era único, en muchos sentidos. Marvels es una obra única, que sale desde el corazón de dos fans (Alex Ross y Kurt Busiek), se adentra por los inicios del universo Marvel, pasea por entre sus luces y sombras, nos muestra a los héroes a traves de ojos mundanos y hace que al terminar seamos todavía más admiradores de lo que crearon Jack Kirby, Stan Lee y otros tantos.

¿Qué se puede decir de Marvels que no se haya dicho ya? Es una carta de amor, es un poema que sale desde el corazón, es una obra atemporal, es la quintaesencialidad de Marvel, es…

es…

es…

… único.

[sgmb id=”1″]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *