La Topolino (que no Don Miki) en el Salón del Libro de Turín. Créditos: docpastor.com - Amamos la Cultura Pop
A lo largo de los días de celebración del Salón del Libro de Turín, cinco en total y tres en los que pude acudir, tuve la oportunidad de descubrir editoriales, libros… y de acercarme al stand de Panini. Esto quizá suene a algo sin una excesiva importancia dado que Panini también publica en nuestro país pero hay una gran diferencia y se llama Don Miki o, mejor dicho, Topolino.
Antes de entrar en materia hay que matizar que explicar cómo es este evento sin haber asistido es algo que se torna complejo. No encuentro en mi experiencia en eventos en España nada similar, no digo que no lo haya tan solo que si es así no he tenido la suerte de acudir. Y si llegase a ir a algo parecido dentro de nuestras fronteras entonces, como sugería Charles Dickens hacer en Cuento de Navidad con Fred (el sobrino de Scrooge) sin duda cultivaría su amistad, es decir que intentaría asistir siempre que fuera posible.
Sobre la Don Miki
La revista Don Miki hoy es solo recordada por los que vamos peinando canas, o los que ya no peinan nada. Fue una publicación que en España estuvo en activo entre mediados de los años 70 y finales de los 80 que recopilaba historias de Mickey Mouse (de ahí su nombre de Don Miki), Goofy, Donald, Gilito y toda la pléyade de personajes que conforman el espectro clásico de Walt Disney. Fue, y sigue siendo muy querida, cuya sombra ha estado presente hasta hace bastante poco.
La fuerte nostalgia de muchos hacia un pasado y una infancia que nunca volverán provocó que muchos años después se hiciera una reedición de varios de sus números. La propia Panini en su división española también la recuperó al menos para nombrar un par de sus recientes publicaciones de materiales de Disney. Pero hoy por hoy es tan solo un recuerdo que, por fin, parece haberse quedado atrás.
La revista Topolino
La Don Miki no dejaba de ser la réplica de la Topolino, la revista madre publicada en Italia que hoy en día sigue viva con más que éxito. Sus lectores son legión, sus historias muy demandadas y esto hace que en el mercado italiano haya cómics de todo tipo con estos personajes. Desde aventuras divertidas de los principales, a otras con secundarios e incluso villanos, y eso sin olvidar las más que míticas adaptaciones de obras literarias (de las que Panini ha publicado algunas en nuestro país).
Es más, puede decirse que, en varios sentidos, los mejores y auténticos autores de estos personajes están en Italia y eso es algo que incluso en Estados Unidos parecen reconocer. Sí, Carl Barks y su heredero Don Rosa proceden de ese otro continente pero cuando Marvel Comics publicó Tío Gilito y la moneda del infinito, volumen del que te hablamos en su momento, el guion corrió a cargo del habitual de la casa Jason Aaron, una buena elección, pero el apartado gráfico quedó por completo en manos italianas con Francesco D’Ippolioto, Giada Perissinotto, Vitale Mangiatordi, Alessandro Pastrovicchio y Paolo Mottura como artífices.
Fuerte presencia en el Salón del Libro de Turín
Por supuesto su presencia en el Salón del Libro de Turín era casi obligada, por lo que pude saber acuden todos los años y siempre en el pabellón número 1 (primero o último según accedas por la entrada principal o, fue el caso de quien esto escribe, por la trasera). Y cada edición congregan a decenas de lectores gracias a sus publicaciones, como la Topolino con portada especial por la celebración del evento, sus ediciones de coleccionista y la presencia de autores para firmar ejemplares.
El despliegue si bien era sencillo, un stand que hacía esquina y en ambos lados todo lleno de material, también resultaba muy efectivo. Los títulos bien colocados, variando algunos de ellos de un día a otro, e incluso con una nueva edición de La juventud del tío Gilito que, en teoría (y por hechos referentes a decisiones de Disney y Don Rosa) no iba a volver a publicarse. Y en todo momento, da igual cuando uno pasara, con compradores llevándose sus historias favoritos de Mickey, Donald y todos los demás.
Una institución
Si bien es cierto que durante su tiempo de publicación la Don Miki fue popular nunca terminó de ser un producto que de forma mayoritaria traspasara la infancia y, por desgracia, esto en parte sigue ahí. Cuando Panini empezó hace un tiempo a lanzar en España historias de estos personajes muchos las veían como el paso perfecto para que los pequeños empezaran a leer cómic antes de seguir con otras historias, incluso viendo el What If…? de Disney comercializado hace poco como el nexo para saltar al universo Marvel. Esto es una lástima dado que, en mi opinión que puede ser o no compartida, le resta el valor propio que tiene e impide que muchos disfruten de unas aventuras que son, por otro lado, magníficas.
Pero al menos en Italia sí es así. La Topolino es más que una simple revista, y esto quedó claro en el Salón del Libro de Turín, la Topolino es una institución. Una cabecera que es consumida por cientos de personas, que se arriesga, que hace crecer el canon y la mitología, que a veces lleva obsequios que van desde llaveros a figuras y eso sin olvidar las míticas monedas de La dinastía de los Patos. Quizá algún día tengamos la suerte de ver el cambio en los hábitos de consumo y lectura necesarios para que esto mismo suceda en España, pero mientras tanto solo tendremos que hacer un pequeño viaje para visitar a nuestros hermanos italianos y sentir un poco de envidia por ellos.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012