
Portada de Gunslingers. Créditos: Norma Editorial.
Aunque el western es posiblemente uno de los géneros más manidos, siempre se agradece encontrar algo como Gunslingers, una historia de venganza que consigue atrapar enseguida al lector en su trama. La misma se puede decir que tiene similitudes con Valor de ley, mítico título protagonizado por John Wayne, y que tuvo un acertado remake en 2010 con Jeff Bridges, y dirigido por los hermanos Coen.
La protagonista de este cómic es Josephine Fuller, una niña de 12 años normal y corriente, pero que asiste en el día de su cumpleaños al asesinato de sus padres por parte de Andrew McGeary y su banda de borrachos rufianes. Este confía en el poder que ejerce su padre sobre la ciudad para contarle al sheriff toda una serie de patrañas para justificar los asesinatos, que le hacen creer que podrá salir indemne de la situación.
Viendo que no habrá justicia para sus padres, la joven protagonista tiene un arrebato pasional y cogiendo una pistola del sheriff, acaba con la vida de Andrew McGeary con dos certeros disparos, uno en el corazón y otro en la cabeza. El patriarca McGeary, tras el asesinato de su hijo y por su influencia en la ciudad, dictamina que el destino de Josephine tiene que ser la horca, pero antes de eso aparece su abuelo Ethan.
Los que conozcan la película Valor de ley que he citado antes, en cualquiera de sus versiones, verán claros los paralelismos con esta Gunslingers: tenemos una desamparada huérfana y un veterano pistolero embarcados en una cruzada en común. Pero mientras que allí la jovencita se veía incapaz de llevar a cabo su particular venganza, aquí «de casta le viene al galgo» y su linaje la hace no ser una mera novata.

Gunslingers, un western de venganza tan clásico como solvente
Y es que aunque ella no lo recuerde, su abuelo es Ethan Fuller, un legendario pistolero que intentará redimir la inexistente relación con su nieta hasta ese momento, para lograr ponerla a salvo de la persecución a la que les someten tanto el patriarca McGeary como todos los sicarios a los que manda tras su pista. Ello llevará a tiroteos, persecuciones y otros tópicos del género, aunque muy bien empleados en el presente caso.
En este nuevo trabajo en común entre Mike Richardson y Jordi Armengol queda claro que ambos forman una pareja de autores consistente, ya que mientras el primero realiza una historia que es toda una carta de amor al western clásico, el segundo logra plasmarlo en un acertado apartado gráfico en el que, si esta obra alguna vez se adapta a otro formato, solo haría falta de fondo la música de Ennio Morricone.
Todo se mueve por la búsqueda de redención en la familia, un sentimiento con el que la mayoría nos resulta fácil empatizar. De hecho el personaje de Ethan Fuller no resulta muy difícil imaginarlo cual si fuera un equivalente a, por ejemplo, el Clint Eastwood de Sin perdón. Por eso se puede afirmar sin ninguna duda que aunque Gunslingers tampoco nos cuente algo que no hayamos visto, si que lo hace bien.
A título de curiosidad citar que Mike Richardson es el creador de La Máscara y Timecop, dos cómics que dieron pie a sendas adaptaciones cinematográficas en 1994, la primera protagonizada por Jim Carrey y la segunda por Jean-Claude Van Damme, siendo en ambos casos dos entretenimientos tremendamente reivindicables pese al tiempo transcurrido.
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Crítico especializado en cine y cómic, aunque no tiene problema en lanzarse a leer libros y opinar sobre ellos, siempre de forma constructiva y con educación. Bien conocido en el mundo de la divulgación por su alias, El Chacal, y su blog El Blog del Chacal donde comparte sus reseñas y conocimientos. ISNI 0000 0005 2401 3399




Me ha gustado mucho. Tanto el dibujo como el guión.
El desarrollo de toda la trama, muy entretenida y llena de acción.
Al final del comic, al final de la historia se le podía haber sacado algo más de partido. Se queda uno un poco…¿Y ahora qué? ¿Ya?
En eso admito que estoy contigo, al final me quedé con ganas de saber como evoluciona todo a partir de ahí. Pero bueno, sí, en resumen es una solvente historia bastante entretenida.