Los Tamayo en Familia de medianoche. Créditos: Apple TV +
Familia de medianoche es una de las nuevas series de Apple TV + y como suele ser habitual cumple con los estándares de calidad de la plataforma que ya es, por derecho propio, un sello de calidad. Tiene buenas actuaciones, buena fotografía, unos escenarios cuidados… Apple TV + vigila mucho sus productos y eso se nota, aunque no quiere decir que todos sean iguales e incluso alguno pincha.
Nacida de un documental
Todo nace del documental titulado Urgencias en México DF (o Midnight Family en inglés), estrenado en 2019 y dirigido por Luke Lorentzen (New York Cuts y A Still Small Voice). En el mismo se sigue a la familia Ochoa (Juan, Fer y Josue) que lleva un servicio privado de ambulancia de urgencia en Ciudad de México, llegan para dar servicios de emergencia a pacientes a los que después cobran y todo compitiendo con otros.
La familia Tamayo
De esta premisa nace Familia de medianoche, que en inglés lleva el mismo título que el documental (Midnight Family), aunque en este caso se sigue a la familia Tamayo que incorpora un nuevo miembro respecto de los Ochoa: Marigaby, la hija mediana. Ella es la protagonista de esta ficción inspirada en hechos reales, a la que interpreta con soltura y solvencia Renata Vaca.
En tan solo los dos primeros episodios, por embargo no se puede hablar todavía del resto de la producción, logra crear un personaje totalmente tridimensional, una joven atrapada entre la persona que es y la que quiere ser. Esto es gracias a su experiencia, se puede citar Saw X como su trabajo más reciente, como por el acertado guion firmado por Gibrán Portela, autor también de La región salvaje o Todas las pecas del mundo.
Secretos ocultos
El resto de la familia sigue lo mostrado en el documental con el padre y los dos hijos, el mayor y el pequeño, cada uno de ellos con su propio drama y hechos vitales que definirán su persona y su personalidad. La serie no pretende ser solo un reflejo ficcionado del México contemporáneo, también quiere hablar de las complejas dinámicas familiares y de cómo estas afectan a uno en su día a día y sus decisiones.
Así el patriarca carga con su propia dosis de secreto, una enfermedad del corazón mostrada ya desde el primer capítulo, que decide ocultar a sus hijos en teoría para no preocuparles. Pero esta acción conlleva otras, les afecta aunque él no quiere que sea así y es una presencia de fondo constante que intoxica todo sin pretenderlo.
El drama está servido
El drama está servido por todas partes. No solo por el hecho familiar, aunque sea muy importante debido al protagonismo coral de los Tamayo y sus circunstancias, también de forma profesional y académica. La profesional viene dada por la ambulancia que regentan, una de las muchas privadas de México debido a la escasez de las públicas, con una forma de funcionar que sería impensable en España aunque no tanto en Estados Unidos. ¿Una ambulancia que te recoge en un momento de crisis y después te pasa la factura por la cara? Quizá es que resulta que ambos países, aunque algunos quieran pensar lo contrario, no distan tanto.
La académica, y vital, se centra por completo en la joven Marigaby quien se está formando en la universidad para ser médico (algo que, por lo que comenta, es la primera de su familia en hacerlo) mientras no deja de ejercer, lo que se supone que no es legal, e intenta encontrarse a sí misma. Pero es complicado hacerlo con tanto ruido como tiene alrededor, ¿es la Marigaby que quiere hacer amigos y ser una más o es la que por las noches sale en busca de clientes?
Su drama es complejo por todo lo que conlleva. Sus compañeros apenas saben nada de ella, tampoco sus profesores, solo que tiene muchos conocimientos y que apenas va a clase. Ella quiere estar allí, quiere hacer su vida, quiere crecer y evolucionar pero hay demasiadas cadenas que la atan. La pregunta no es si se liberará de ellas, la pregunta es cuándo.
Una serie que engancha
Familia de medianoche, o Midnight Family para el prefiera, es una buena serie que engancha de forma fácil, a pesar de un primer episodio algo extenso que por su ritmo y narrativa más bien parecen dos. Los personajes están bien trabajados, las actuaciones son solventes, la fotografía cuidado y el retrato social se ha trabajado para resultar lo más creíble posible.
Hoy se vive un momento en el que hay series de todo tipo, formato, temática y enfoque posible, el exceso está ahí y resulta totalmente imposible estar al día aunque se quiera. Hay espectadores que optan solo por verse el título de moda de turno, y solo mientras lo es, y otros que suben la velocidad de reproducción y engullen como un pato. Es una lástima y más si se hace con productos tan disfrutables como Familia de medianoche.
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