Foto de Sandra Miret. Créditos: Penguin Libros
Continuamos con la charla que tuvimos hace unos días (aquí tenéis el primer extracto) con Sandra Miret, la autora de la nueva publicación de Penguin Libros: Damas, Villanas y Lolitas. Una mirada feminista al cine con el que crecimos.
Tú dices que el libro es una pequeña base, pero que cada capítulo es ampliable. ¿Realmente sientes que estás poniendo una pequeña primera piedra para que la gente, ya sea ahora o después, tenga un hilo de dónde tirar para ver qué sale?
Yo creo que hay ya un muro enorme de un montón de ladrillos que han ido poniendo otras mujeres y he visto un huequecito moderno que he dicho: “Hostia, ahí quizá puedo meter yo un libro como así moderno…” Además, tengo mucho público, cosa que viene muy bien porque a veces…
Claro, porque imagino que tu trabajo de divulgación en redes ayuda mucho. Se nota en la narración, se nota en la expresión, se nota que es algo directo, que no perdemos el tiempo en tonterías: vamos a hablar del elefante en la habitación y vamos a hablar ya de esta manera.
Voy directa, sí. Por eso para mí era muy importante quitarle todo el tono, porque estaba todo escrito muy de tesis, muy académico. Brutalmente académico. Entonces, la primera vez que presenté me dijeron: “chica, esto hay que traerlo más…”
Y claro, también fue un momento muy interesante porque dije hostia, si le quito toda esta “academicidad” al texto, quizá queda un texto muy soso, muy vacío, muy aburrido… Bueno, tirándome piedras a mi propio tejado, pero poco interesante o poco creíble, ¿no? En plan, esta chavala que me está hablando aquí del tú a tú, no me la voy a creer si no tiene este tono académico…
Pero, claro, esto viene mucho del hetero patriarcado, que a mí me obliga a hablar desde ciertos lugares o a conversar con según qué personas desde un lugar muy interesante, o creyéndome yo mucho más lista de lo que soy, para que se me tenga en cuenta. Y cuando escribía el libro decía, hostias, que si no es académico la gente no me va a tomar en serio.
Entonces luego yo dije: ¿Quién quiero que me lea? ¿Quiero que me lean los académicos? ¿O quiero que me lea la chavala de 16 años que sale del instituto y que no quiero que vea más A tres metros sobre el cielo? ¿O si ve A tres metros sobre el cielo que lo haga desde una mirada crítica? Y no quiera que un chaval le pegue un guantazo.
Dije: Escribe para las chavalas. Escribe para las madres que quieran ver películas infantiles con sus peques desde una perspectiva de género. Escribe para tu madre y sus amigas para que puedan ver Pretty Woman desde otra mirada.
Ya te digo que no es ni un manual ni nada, pero cuando estuve pensando para quién escribía el libro, que eso fue un momento un poco crisis para mí, sobre todo para encontrar el tono del libro, fue como, da igual si no me toman en serio, da igual si no lo ven en un libro académico, da igual si es una piedrecita muy pequeña que voy a meter en un muro lleno de libros académicos, pero por lo menos que esa piedrecita llegue al público que normalmente los libros académicos no suelen llegar.
Entonces, no sé si este libro puede ser como un inicio para otras cosas. Creo que no es inicio de nada, creo que es continuación de otros trabajos académicos de otras personas. Quizás sí que puede dar pie a hacer libros como más, vamos a llamarlos modernos entre comillas, o más accesibles por parte de otras creadoras de contenido, de otras incluso académicas que se puedan acercar a algo mucho más moderno o accesible, pues me molaría un montón.
Ya te digo que de cada capítulo y cada subcapítulo se pueden escribir tres libros, y eso también era complicado: ¿Cómo resumo mujeres lesbianas en dos páginas? O sea, qué me estás contando…
Sí, es como un pequeño paso, no está todo ni está todo escrito en este libro ni creo que yo haya contado todo, o sea, me queda muchísimo por contar solo que tuve que reducir, porque si quería hablar de tantas cosas, era como: “chica, reduce no podemos escribir siete libros, tiene que ser uno.”
Bueno, a lo mejor sí…
Bueno, bueno, déjame que descanse ahora.
Sandra Miret: «El ritmo editorial actual es una locura.»
Desde que se inicia la redacción del libro y ya te dicen que va a imprenta: ¿Qué diferencia hay entre esa Sandra y la última? La que empieza y la que acaba.
Uf, la que empieza, muy ilusionada y la que acaba, cagada de miedo. O sea, con más inseguridades que en mi vida, te lo prometo, ¿eh? Cuando fui a mandar el libro dije: “Vaya mierda he escrito, vaya mierda va a salir.”
Porque empiezas con mucha ilusión y con un índice que me preparé en plan, yo quiero hablar de esto, de esto, de esto, y empiezas a escribir y empiezas a hacer cosas, pero luego te empiezan a corregir, pero luego se acaba el tiempo, pero luego tienes que corregir cosas con muy poco tiempo y dices estoy haciendo un desastre del libro y ves tantas correcciones, tantas opiniones y tanto todo que llega un momento que además…
O sea, estoy muy contenta con el libro. También es verdad que soy muy autoexigente, muy perfeccionista a niveles… Jamás presumiría de esto porque ojalá quitarme esto de mí, pero yo nunca veré un trabajo mío como bien hecho. Lo veré como correcto.
Siempre se deja un margen de mejora.
Sí, sí, sí, y no margen. Está correcto. Está aprobable. Esto es un examen y yo lo apruebo, pero le pongo un 6 o 6,5. Soy muy muy muy exigente, si no hubiese tenido la presión de mis editoras quizá hubiese escrito este libro en 10 años porque siempre hubiese dicho hay que añadir otra peli y otra serie y hubiesen sido tres volúmenes.
Entonces, a medida que iban pasando los meses y que el trabajo editorial pues va cambiando y, de repente, pues portada y la contra y corregimos esto y tal y que hacemos… Se añaden tantas cosas y tiene que ser todo tan rápido que llega un momento que tú publicas el libro y…
Bueno, se lo decía a todas mis amigas: cuando ya solté el libro digamos y se fue a imprenta y ya tuve que centrarme un poco más en el tema del marketing y demás. Cuando me decían de hacer entrevistas y tal, dije: Vale, un momento: «¿Qué libro he escrito? ¿Qué he escrito?» Y te prometo que yo recibí el libro y tuve que volver a leérmelo. No entero, pero tuve que leer cosas porque mi cabeza hizo borrón en plan: “Vamos a olvidar, ya está.”
Porque, durante un año y pico, ha sido día tras día y día tras día, que llega un momento que no sabes ni que has escrito ni si tienes razón o no. Había momentos que escribía cosas en plan: «Pero, ¿de verdad, pienso esto?» Llega un momento que es…
Es una locura. Todos los procesos artísticos, sea de lo que sea: un cuadro, un libro, música, lo que sea… Te vuelves un poco “loqui”. Además, yo también he trabajado en Planeta y el ritmo editorial actual es una locura.
Es una locura lo rápido que se escriben los libros, lo rápido que se editan, que se publican, que se venden, y que pasan al olvido. Es un ritmo de producción que no sé qué palabra utilizar…
Teniendo en cuenta tu trabajo de divulgación en redes. ¿Crees qué se ha acelerado el ritmo de producción, de publicación de libros y demás por esa inmediatez que nos están dando las redes?
Sí. Tiene que ver, porque creo que todo tiene que ver, pero es que se «inmediatiza» en todo: Tenemos inmediatez en éxitos en Spotify, tenemos inmediatez en nuevas películas y nuevas series en Netflix, series que ya no tienes que esperar a la siguiente semana para ver otro episodio, que en un día te ves una serie y a los cuatro días te has olvidado del “plot twist” de la serie porque estás con otra serie. Creo que todo tiene que ver con todo, ¿sabes?
Inmediatez en plataformas, en librerías, en redes sociales, en todas partes… Estamos saturados de contenido. De hecho, el otro día leí que, no sé si es una fuente fiable, ¿eh?
¿Qué fuente fiable hay últimamente?
Ya, exacto. Decían que un adolescente veía de media 1200 anuncios al día. 1200 anuncios en el sentido de “una influencer que te recomienda no sé qué”. Al final son anuncios de servicios, productos o lo que sea. Súmale a eso que quiera leer libros. Súmale a eso que quiera escuchar música, que tengas que estudiar. Estamos en un ritmo de inmediatez.
Son muchas más las preguntas que pudimos hacerle a Sandra, así que seguid pendientes para disfrutar próximamente del resto de la entrevista.
Síguenos en Google News o súmate a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Disfruta de la Cultura Pop!
Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693