La TARDIS y el Doctor en su origen
Uno de los mayores problemas en el origen de Doctor Who era saber quién es este caballero que viaja por las estrellas, es decir… ¿Doctor Who? Una pregunta que no tenía una respuesta sencilla. Había que decidir tanto su personalidad como su nombre, que sigue siendo un misterio hoy en día (con matices), de dónde y cuándo venía, algo con lo que se sigue especulando aunque a lo largo de los años se han ido dando explicaciones e incluso un posible origen. Se llegó hasta ese nombre tan característico de una forma muy sencilla, planteándose quién es ese hombre y de dónde viene (recordemos que en inglés «quién» es «who»).
Sí, algunas pautas estaban claras y las hemos comentado en el apartado anterior. Debía ser un anciano, casi mil años, sin tener control del todo sobre la nave en la que viaja y además tener contenido de carácter educativo. La idea era que los episodios alternaran diversos pasos por la historia para que así los más pequeños pudieran aprender a la vez que se divertían. Esto fue cierto, al menos la primera intención era así, pero con el paso del tiempo la aventura y la space opera fueron tomando cada vez mayor importancia pasando a ser casi el único motivo por el que el Doctor seguía siendo emitido.
El primer episodio y el primer encuentro
El primer episodio fue de presentación, lo lógico en toda producción. Fue, en toda regla, el origen de Doctor Who. Pero aunque sirvió para que conociéramos a los personajes, no para sacar mucho más del protagonista, conviene no olvidar que habitualmente nuestra mente conforma un todo con lo que sabemos y desde el punto de vista actual (tras muchas temporadas y encarnaciones) tenemos en nuestro poder mucha más información de la que sus propios creadores disponían en ese momento. Hay que tener presente que es habitual en esta serie ir soltando pequeños detalles, guiños y hechos sin aparente relevancia pero que posteriormente se pueden volver prácticamente pilares básicos.
En ese encuentro número uno descubrimos a los que serán los primeros compañeros del Doctor, su propia nieta y dos profesores humanos de esta, además de a él mismo que aparecerá ante nosotros como un hombre anciano, gruñón y bastante huraño en sus relaciones con los demás. Curiosamente es él el primero que dirá «Doctor Who? » como respuesta al «Doctor Foreman» que lanzará Ian Chesterton, el hombre de acción del grupo, en esa inesperada cita que cambiará la vida de todos para siempre.
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