Portada de El Dalmarciano. Créditos: Norma Editorial
El Dalmarciano de Lucy Ruth Cummings llega desde el sello Astronave, línea infantil de Norma Editorial. Un relato sencillo y precioso que luce mucho gracias a la cuidada edición en tapa dura y el formato elegido, el cual gracias a su tamaño permite disfrutar y perderse por las ilustraciones de su autora a las mil maravillas.
La historia de El Dalmarciano
El Dalmarciano presenta a un grupo de alienígenas que se parecen mucho a los perros terráqueos, lo que permite el juego de palabras entre dálmata y marciano para conformar dalmarciano. Tres de estos seres llegan a nuestro planeta para, amparados por la quietud de la noche, para explorar, recoger muestras y entender mejor este mundo. Pero… ¡uno se queda atrás!
Y eso es lo que lo cambia todo. A partir de ahí empieza una historia de amor y amistad entre él y su nuevo amigo, Esteban quien amablemente le invita a entrar en su casa. Al principio habrá dudas y cierta desconfianza pero el cariño sabe abrirse paso y lo que el lector tendrá será una preciosa lectura que en su sencillez está llena de matices, de reflexiones y de un candor que sobrepasa la propia página.
Un estilo precioso
El estilo de Lucy Ruth Cummings es precioso, tierno y muy naíf. Tanto la trama que crea y el cómo lo cuenta, su narrativa es fluida, efectiva y muy funcional. Su trabajo es bueno, cuidado y medido, sabe bien qué está haciendo y cómo hacerlo. No cuesta pensar en los pequeños devorando este cuento una y otra vez hasta que las tapas están ajadas y las páginas gastadas de tanto uso.
Su estilo visual es sencillo y en apariencia fácil, pero eso es solo en apariencia. Cuando uno examina con cuidado las ilustraciones ve que no es así, hace falta un buen dominio del trazo, de las expresiones y de las dimensiones para poder hacerlo. Alguno podrá pensar eso de “Esto puede hacerlo un niño” pero no es así, aunque sin duda muchos harán sus propias versiones de este dalmarciano tan divertido y no es para menos.
Otras amistades imposibles
El Dalmarciano es lo que es y no pretende otra cosa. Una historia sencilla para pequeños, muy divertida para los adultos, sobre la importancia de ver más allá de lo que nos hace diferentes, sobre el valor de la amistad y la importancia de la familia real venga esta de la casa en que nos criamos o, como es el caso, del otro lado de la galaxia.
No son pocas las aventuras tanto en la literatura como en el cine que han tratado temas similares y con una idea parecida, la de un niño que traba amistad con alguien venido de las estrellas. Por supuesto está E.T. el extraterrestre que más que posiblemente sea la más conocida, junto a otras como Mi amigo Mac o El vuelo del navegante. Lo mismo con títulos que hablan de muchachos con una férrea relación con algún animal como Un chico y su perro de Harlan Ellison.
Por otro lado también hay un buen número de obras con animales, o parecidos, que llegan desde el espacio o que viven sus aventuras en este. Por ejemplo El gato que vino del espacio dirigida por Norman Tokar con guion de Ted Key (y la aparición del entonces ya mítico Roddie McDowall), Frost, perrito de aventuras o Las aventuras de Peabody y Sherman, aunque en este caso sea más viaje en el tiempo y que, de forma curiosa, se basa en los personajes creados por el mentado Ted Kay en 1959.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012