La Liga de la Justicia de América (JLA, según sus siglas americanas) está a punto de vivir uno de sus momentos de mayor popularidad entre el público general. Esto va a ser debido al estreno de la película que se inspira en sus aventuras y que ha sido precedida por El hombre de acero, Batman v Superman: el amanecer de la justicia y Wonder Woman, de la que os hablé hace pocos días.
Una visión distinta de un grupo que lleva décadas en activo y que ha tenido ya sus diferentes revisiones en el lenguaje audiovisual, desde la TV Movie de 1997 que está relegada al ostracismo con mucha razón pasando por Justice League Unlimited y su heredera Justice League Action.
De igual forma ha sufrido varios cambios a través de los años en los cómics desde que fuera presentada en 1960 por Gardner Fox, legendario creador al que se debe también el concepto del Multiverso que se mostró por primera vez en ¡El Flash de dos mundos! en 1961. Así este grupo ha ido pasando por diferentes líderes, enfoques e incluso pérdida del lugar que en teoría debe tener como la más importante asociación de superhéroes, desaparecer, sin dejar de lado el divertido trabajo de Keith Giffen y J.M. DeMatteis que es una lectura obligada.
Entre finales de los noventa y principios de los 2000 se intentó llevar a la JLA al status que debe tener y para ello se la devolvió en parte a sus orígenes conformando una encarnación de corte clásico que encabezaban Superman, Wonder Woman y Batman, junto con la nueva y agresiva versión de Aquaman de aquel momento, los nuevos portadores del legado de Flash y Linterna Verde y finalmente el Detective Marciano (el auténtico alma de la JLA) sumado al alivio cómico de Plastic Man, personaje creado por Jack Cole en 1941.
Esta modernización del mito también intentó dar una seriedad y cierta oscuridad a los argumentos, lo que llevó al equipo a tener que enfrentarse a amenazas que nadie más podría hacer frente, vinieran estas desde el espacio exterior, de las manos de científicos locos o como consecuencia de los actos de sus propios miembros.
Así este Liga de la Justicia: Divide y vencerás, sale directamente de los acontecimientos de JLA: Torre de Babel en los que el eterno Ra’s al Ghul logra vencer al grupo gracias a los protocolos que Batman había creado por si alguno de sus compañeros se volvía peligroso. Mark Waid, narrador de ese arco, crea las lógicas consecuencias de desconfianza entre los miembros y la necesidad de lograr establecer nuevas y fuertes relaciones entre ellos.
Pero lo hace aprovechando para homenajear a los clásicos, creando unos dobles de los héroes que aparecen diciendo que ellos son los auténticos. ¿O son las copias? Una trama que logra mostrarse totalmente nueva en las manos del guionista, que además aprovecha para adentrarse psicológicamente en las personalidades civiles de cada uno ellos. Esta misma división y cierta desconfianza es la que hará aparición en la segunda parte del volumen, en la que el Detective Marciano deberá enfrentarse al mal en forma de sí mismo (en cierta forma) y del pasado que siempre vuelve para atormentar.
En el epílogo de Jorge García hay dos frases que resumen perfectamente lo que esta etapa logró:
1) La JLA de Mark Waid plantea historias en las que la realidad se ve trastocada.
2) La Liga en la primera división.
Estamos en la antesala del auge de la popularidad de la JLA, de su llegada a muchos hogares y a personas que jamás han leído un solo cómic y (como suele suceder) un más que seguro cambio respecto de su actual interpretación en las viñetas para que se asemeje a lo que llegará a los cines
¿Quieres saber más de la Liga de la Justicia antes de su salto a la gran pantalla? Este es el momento.
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