Una de las preciosas ilustraciones de Alicia en el país de los monos. Créditos: Nuevo Nueve.
Alicia en el país de los monos es una muestra más de algo que en muchas ocasiones hemos alabado en este medio: la calidad y eclecticidad de la editorial Nuevo Nuevo. No es para menos, entre sus muchas obras están El corazón de hojalata, Vicious Pop, El París de los dragones o Ville Vermine…. Y no se puede no mentar esa joya que es El pacto, una obra escrita y dibujada por Paco Sordo.
En este caso los autores son Tebo, autor también de ¿Quién es ese Pitufo? de Norma Editorial, y Keramidas, con color de Nob. Una buena mezcla que da una historia divertida, extraña y excéntrica a partes iguales, disparatada a decir basta y, ante todo, muy entretenida.
Diversión, gags y malentendidos
Desde la primera viñeta los autores cogen de la manita al lector y no lo sueltan hasta llegar al final del volumen, de lo que es una historia unitaria (aunque bien podría seguir expandiéndose el universo en futuras obras) y que es un no parar de gags, malententidos y viajes imposibles. Es de esos títulos en que se nota, se desprende a cada página, que sus creadores han disfrutado, y no poco precisamente, con el trabajo.
Cierto es que la edición podría haber sido algo mayor o, al menos, el tamaño de letra de los bocadillos de los personajes; en ocasiones se torna en exceso pequeña lo que puede suponer un problema para más de un lector. Desconozco si es algo del lanzamiento en nuestro país o en su idioma original sucedía de igual manera.
Alicia en los mundos de la fantasía
Aunque este Alicia en el país de los monos haga referencia más que directa a la genial creación de Lewis Carroll, más que conocida y homenajeada en mil y una obras, no es el único guiño a la ficción universal. Más bien lo contrario, este cómic está bien repletito de cameos pero siempre, por suerte, justificados por un hecho argumental o un buen gag. Nada está ahí sin razón o sin motivo, esto no es Ready Player One o Space Jam: Nuevas leyendas.
Así la joven Alicia intentará volver a su casa pero por el camino llegará a otros lugares imposibles como el país de Nunca Jamás, donde por supuesto se cruzará con sus dos habitantes más conocidos: Peter Pan y el capitán Garfio, además de con varios piratas. No solo eso, en su periplo se topará con otros personajes más que míticos como la propia Blancanieves, con un vestuario que bebe de forma directa del de la versión cinematográfica de Walt Disney estrenada en 1937, o el siempre divertido Gato con botas.
La omnipresencia de Tarzán
No puede no mentarse a uno de los nombres más importantes de la obra: Tarzán. Puede que no haga aparición de forma específica pero sí es citado un buen número de veces por los monos en sus primeros encuentros con Alicia, o más bien parecen confundir a esta con el personaje creado en 1912 por Edgar Rice Burroughs, también padre de John Carter de Marte. Quizá en un futuro álbum sí lleguen a encontrarse ambos, descabellado no sería y menos si se piensa que el heredero de la casa de Greystoke tuvo aventuras de todo tipo en sus 24 novelas originales (la última lanzada en 1965).
Una obra divertida y encantadora
Alicia en el país de los monos es una obra tan divertida como encantadora, su guion es ágil e irreverente y no digamos ya la parte de ilustración es que es fantasía pura. Las páginas dibujadas por Keramidas vibran, se enredan, sorprenden y tienen algunas splash pages que son una locura, más todavía gracias al color del Nob que las potencia y hace brillar.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012