Parejas, grupos de amigos, curiosos de todas las edades, tamaños y géneros. Ese es el público al que se dirigía el Salón Erótico de Barcelona de este año 2016 y esa es la gente que se ha podido ver en esta edición situada en el Pabellón Olímpico Vall d’Hebrón durante los días 6 al 9 de octubre.
¿Qué hemos encontrado?
Shows, naturalmente, los actores (y actrices, claro, todos ellos, sean del sexo que sean) han venido de muchos países para mostrarse, venderse y hacer disfrutar a un público que quería carne. Y se la dieron. Los escenarios estaban repartidos por todo el pabellón, en ambos niveles, haciendo que prácticamente permanentemente la gente se aglomerara delante.
Y se podían encontrar varios tipos como el pole dance, magia, BDSM… Tan variopintos como la gente que asistió.
Cuando aparece un hito en la sociedad, este se refleja e invade varios aspectos de la misma. Como puede ser el cine y en este caso Harley Quinn, que también hizo acto de presencia en este evento. Causando bastante furor.
Aunque no solo eso. Es cierto que los espectáculos son la parte más vistosa y llamativa del evento, pero no solo de pan vive el hombre, y no de shows se alimenta el SEB. Es mucho más.
La zona de BDSM, menos escondida que en ediciones anteriores, esta vez en el centro del Pabellón; el Aula de Sexo, con distintas charlas y la proyección de los cortos del Festival de Cortometraje Erótico, los Premios Bonobo; la zona Swinger; la zona dedicada al fetichismo de pies (Food Fetish), en la que, naturalmente, no se permitían hacer fotos ni grabaciones; y el espacio destinado al Tantra llevado por la productora húngara Extasia, con espectáculos llenos de belleza, sensualidad y magnetismo que lograban cautivar al público.
Porque “érotico” no es una manera de decir “porno” de manera educada. El porno es una parte del erotismo, pero “amor” y “espiritualidad” también se encuentran en la definición de “erotismo” y, por lo tanto, de este Salón.
Los stands también lo llenaban, como era de esperar, tiendas, productoras, photocalls, tatuadores, como Miguel Escrich, el tatuador de los pornstars, y exposiciones de artistas. Para completar la experiencia, se pudo disfrutar de la presencia (¡y comida!) de siete foodtrucks con gastronomía tan variada como puede ser la vegana, las hamburguesas, las pizzas o las croquetas.
A modo de curiosidad, este año tanto la compra de comida como de bebida no se realizaba con dinero metálico. En el evento te hacían entrega de unas pulseras monedero que se recargaban con la tarjeta de crédito en los puntos de recarga y te permitía consumir en todo el recinto.
¡Ah! Y también había una zona para castings. Todos los salones, sean de la temática que sean, son una buena manera y oportunidad de poner en contacto a profesionales con las empresas del sector, y este no iba a ser menos.
Una vez más, el Salón Erótico de Barcelona, encabezado por el polémico spot Patria de Vimema, ha demostrado que no importan el tamaño, el color, la edad o el gusto, todo tiene su público. Amarna Miller, protagonista del anuncio del Salón, ha sido una cara visible que ha echado por tierra muchos tópicos que rodean este sector y los prejuicios que todavía tiene nuestra sociedad. El SEB 2016 ha sido una muestra de que no hay cosas bonitas o feas, sino cosas para las que eres público y para las que no.