Las protagonistas de Por las buenas y por las malas. Créditos: Escena Miriñaque
El sábado 29 y el domingo 30 de marzo se representó en el Teatro Arbolé de Zaragoza la obra de teatro Por las buenas y por las malas, de la compañía Escena Miriñaque interpretada por Ivana Heredia y Esther Velategui y dirigida por Blanca del Barrio para todo tipo de público, eso sí, a partir de los 5 años.
¿De qué trata Por las buenas y por las malas?
En esta obra conoceremos a Ácida y Amarga, dos malvadas brujas hermanas responsables y autoras de las fechorías elaboradas contra el gato con botas, Hansel y Gretel, la Sirenita y muchos otros protagonistas de los cuentos populares, disfrutando con todas y cada una de las maldades en las que han incurrido a lo largo de sus más de tres mil años. Aunque han conocido tiempos mejores, la verdad.
Ya nadie les encarga hechizos, ni encantamientos, ni maldiciones… y la IA no ha mejorado las cosas. El público ha dejado de valorar la elaboración artesana y la han intercambiado por la inmediatez, por lo que se han tenido que reinventar con su camioneta, La Golosineta, un food truck con el que vender frutas y verduras directas del campo, pero que tampoco tiene éxito.
La importancia de los villanos
Y es que los personajes malvados, los villanos, los antagonistas, son siempre los que salen mal parados en todas las historias. Para empezar, ya no cuentan con buena fama. La simpatía se gasta con el héroe de la historia, el valiente protagonista con el que el público empatiza y al que apoya, como sucedía en Edelmiro II y el dragón Gutiérrez que también pasó por el Teatro Arbolé.
En cambio, el antagonista es el personaje odiado por el espectador. Se presenta y le hace la zancadilla al héroe o le pone todas las trabas que se le ocurren simplemente por una visión retorcida de la diversión, por envidia, por venganza, por ambición… abandonándose a los instintos más bajos y abalanzándose a las tentaciones más viles. Y mira que se entregan.
A todos nos gusta que nos reconozcan un trabajo bien hecho, pero eso no es algo que un villano consiga jamás, a menos que provenga de sus congéneres. Nadie podría dudar de su dedicación. Piensan todo tipo de acciones, planifican, estudian, contemplan mil opciones para llevar a cabo su objetivo para, todas y cada una de las veces, acabar siendo derrotados por el héroe de la historia, dejándolos relegados a la humillación de otro fracaso.
Pero si el héroe puede destacar con la luz más brillante es porque está rodeado de oscuridad y ese contraste es, precisamente, el que permite que su resplandor destaque. ¿Has pensado alguna vez qué ocurre cada vez que el héroe se enfrenta con un villano?
El héroe debe salir de su zona de confort, enfrentarse a esos retos que se le presentan, aplicar su pensamiento creativo, explorar nuevas opciones, probar nuevas habilidades o perfeccionar las que ya tiene. En definitiva, podríamos decir que el villano es el sacapuntas que perfila al héroe y ese valor hay que reconocerlo.
Así, pues brindemos no solo por las buenas, sino también por las malas.
La representación
Si bien la premisa de la obra de Escena Miriñaque goza de una gran originalidad, dando una vuelta a los estándares establecidos y a las concepciones marcadas, cambiando la perspectiva de blancos y negros, la realización de la obra no explota todo el potencial, la fuerza o la profundidad que podría tener.
Además, en el accidente que sufren Ácida y Amarga con la Golosineta al principio de la obra, aunque el concepto general del accidente sí se entiende, hay acciones en las que el espectador se pierde un poco, por lo que sería bien valorado la adición de sonidos acompañando la escena.
Sin embargo, esta es tan solo la opinión de una adulta para con el público adulto, para el que a lo largo de toda la representación se encuentran diferentes guiños, como el baile zombi del Thriller de Michael Jackson o el uso de Highway to Hell (Carretera al infierno) de AC/DC.
Como hemos dicho al principio de este artículo, Por las buenas y por las malas de Escena Miriñaque está dirigida a espectadores a partir de 5 años, con referencias también para ellos, como la interpretación de Bajo del mar por parte de Amarga al más puro estilo de Sebastián, el cangrejo de La sirenita, y su característico acento, y, aunque la sala estaba llena, logró captar muy bien la atención y las risas de los niños, consiguiendo que estos interactuaran con ellas no solo cuando las actrices les interpelaban.
De hecho, incluso los adultos se animaron a participar. Desde las butacas parecía que el público del Teatro Arbolé disfrutó de la representación y, al final, eso es lo que importa.
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Traductora, correctora e intérprete especializada en el mundo editorial (Stella Maris, Dolmen, Unrated, LetraBlanka…). Ha sido intérprete de francés e inglés en varios encuentros profesionales internacionales. Su rumbo profesional ha estado ligado a la administración en empresas como el Grup Peralada y el Grupo editorial Edelvives. ISNI 0000 0005 1808 8626