Osada petición en el festival Mutea. Créditos: docpastor.com - Amamos la Cultura Pop
El ciclo Mutea llega a su ecuador y lo hace con Osada petición, una representación de corte cómico que se mete en los enredos del amor y de los negocios. Todo desde un punto de vista hilarante y satírico, con personajes exagerados por las necesidades humorísticas de la trama y una puesta en escena muy sencilla en la que no hace falta más.
Con tan solo un cuadro, una silla y una mesa se logra dar la sensación de estar viendo la Rusia de los zares, y es que en el teatro todo es posible con un poco de habilidad y el beneplácito del público. La imaginación está ahí como palanca para hacer funcionar todo y poner el viaje en marcha, da igual si este es a Jerusalén como en María entre todas las mujeres o a un teatro por la noche como en El sueño de una noche de teatro.
Desde Rusia con amor
Osada petición es una revisión realizada por Balteus Teatro de dos piezas de Antón Chéjov: El oso y La petición de mano. Este autor ruso es habitual de obras y ficciones en las que lo importante son los personajes, en las que ellos mueven todo y las grandes acciones, las gestas y el gran drama queda para detrás de las tablas. Una de sus obras más conocidas, puede que la que más, es El jardín de los cerezos que presenta la caída en desgracia de una familia adinerada con elementos de drama y comedia.
La intención de Balteus Teatro es tan solo hacer reír, lograr la carcajada del público y eso se consiguió en varios momentos. Todo gracias al buen hacer de los actores y actrices sobre el escenario, un grupo muy equilibrado que funcionaba bien y en el que los unos eran el pie para los otros. Puede que Mutea sea un festival de teatro amateur pero eso no significa que no sea buen teatro, es un teatro apasionado, en el que en ocasiones hay tropiezos pero en el que la función siempre sale adelante.
Balteus Teatro en el Festival Mutea
De entre todo el reparto hay que destacar a dos nombres, los de Jesús Prat y David Martos. Ambos se convirtieron por derecho propio en lo mejor de la función, también en los responsables de sacar a los personajes más complicados adelante. Esto hace que también tengan más espacio para ser vistos y recordados dado que, en gran medida, son estos los que hacen avanzar la trama.
El primero da vida a Grigori Stepanovich, un hombre grande de aspecto rudo que no parece tener interés alguno en el amor hasta que el amor llama a su puerta y no puede negarle la entrada. En su interpretación se dan un gran número de matices, una lucha interna entre unas creencias aprendidas de las que no quiere desprenderse y la oportunidad de dejarlas atrás en busca de algo nuevo.
El segundo da una actuación con menos introspección como Ivan Vassilevich, lo suyo es pura comedia física a un nivel desternillante. Su actuación bebe del gran José Luis López Vázquez, de forma consciente e inconsciente, y hace pensar en otros intérpretes con gran dominio corporal como Buster Keaton o David Hyde Pierce.
Pura diversión
El teatro puede ser muchas cosas pero ante todo es entretenimiento. Puede tener un mensaje claro y ser una fuerza de crítica social como Rebeldías posibles, también representada en esta edición de Mutea, pero también elegir ser una pura diversión (aunque tenga su dosis de sátira) que tan solo busque la sonrisa y complicidad del público. Y no es descabellado decir que Balteus Teatro logró que todos los espectadores fueran sus cómplices.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012