Portada de El pueblo de la alfombra de Terry Pratchett. Créditos: Minotauro
El pueblo de la alfombra de Terry Pratchett no es parte del Mundo Disco, su larga y prestigiosa saga, pero bien podría serlo. Con solo un par de detalles aquí y allá encajaría a la perfección en el mismo dado lo extenso, diversos, ecléctico e imaginativo del mismo. Pero no lo es, eso debe quedar meridianamente claro.
Que nadie se adentre a esta divertida lectura con ello en mente. Por mucho que el Mundo Disco sea una institución hay vida más allá, como en Father Christmas’s Fake Beard, Perillán y en otras tantas historias. Y es que Terry Pratchett fue un escritor genial, desde muchos puntos de vista, con una narrativa alocada, una prosa estupenda, una imaginación fantástica y una legión de seguidores que lloraron (lloramos) cuando dejó este mundo.
Un Pratchett a dos tiempos
El pueblo de la alfombra es una oportunidad única de adentrarse en su obra por los hechos y circunstancias sobre la misma. El título fue escrito por un adolescente Terry Pratchett, con 17 años, y después revisado y retocado por él mismo como adulto, con más de 40, para darle mejor forma, acabado y hacer de ello una lectura más conseguida.
Con todo se notan esos pasos inciertos de su versión más joven. No es igual de fluido de lo que suele, la historia tarda más en empezar a caminar, no tiene el mismo ritmo ágil y la construcción de personajes no está tan pulida. Eso no quiere decir que no sea recomendable, que en alguna novela el escritor baje un poco no quiere decir que no estén todas bien alto en la puntuación, a fin de cuentas sigue siendo él mismo.
Una aventura de andar por casa
La trama es sencilla y compleja a la vez. Por un lado tenemos una historia bastante lineal con personajes tipo, con matices dado que no lo son del todo, que viven una aventura convencional y bastante funcional. Por el otro entramos en algo diferente, en seres fantásticos, visiones del futuro (o posibles futuros al menos), un poco de política y mucho humor.
No puede entenderse a este autor sin el humor, sin su comedia, sin esa habilidad tan única para lograr que lo ordinario y lo extraordinario resulte tan cierto como irrisorio. Desde la primera a la última página, con altibajos, resulta hilarante como solo él sabe ser. Todo combinado con su habitual mezcla de épica, drama y ternura. Un autor muy completo, incluso trabajando a dos tiempos y separado por las décadas como es el caso.
El pueblo de la alfombra: Una buena lectura
El pueblo de la alfombra no es la mejor novela de Terry Pratchett, ¿y qué? Tampoco necesita serlo y a pesar de ello sigue estando por encima de un gran número de publicaciones de otros autores. Cualquier escritor daría (daríamos) un brazo por siquiera ser la mitad de ingenioso y acertado que él, incluso en sus peores momentos sabe brillar y hacer reír. A veces a carcajadas, a veces entre dientes, pero siempre reír.
Hay que agradecer a Minotauro la recuperación de esta historia, igual que hicieron con la saga de Johnny Maxwell de cuya primera parte te hablamos en su momento. Una forma de conocer más en profundidad a uno de los mejores escritores de las últimas décadas, de adentrarse más en sus mundos, en su trabajo y en su estupenda, única, excéntrica e irrepetible mente llena de hechizos, dragones, trolls, entes sobrenaturales y pasión por un oficio al que amaba.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012