Portada de El baile fantasma. Créditos: Pepitas Editorial.
Cuando alguien encuentra algo que le gusta, es muy fácil dejarse llevar por esa tendencia. Si nos quedamos con esta idea, dejamos de lado la posibilidad de conocer historias y obras que pueden resultarnos interesantes. Esto me ha pasado a mí con la siguiente novela. Hablemos de El baile fantasma.
Para aquellas personas que sigan un poco el día a día de este medio, saben por mis artículos que me decanto por una literatura que se centra en los sucesos de la primera mitad del siglo XX en nuestro país, pero me parece interesante revisar los catálogos editoriales en busca de dar con algo que llame mi atención y me permita una experiencia nueva.
Conozco Pepitas Editorial prácticamente desde sus primeras publicaciones, ya que cuenta en su catálogo (y atesoro con cariño) algunas de las obras escritas por uno de los creadores de comedia que más admiro: José Luis Cuerda.
Entre las publicaciones que verán la luz hasta finales de este 2025, me tope con la siguiente sinopsis: “Julia es un animal de rodaje. Lleva cuarenta años trabajando sin pena ni gloria en el cine, pululando entre diferentes departamentos, pero sin llegar a promocionar en ninguno. En su vida personal tampoco ha conseguido muchos ascensos. Vive sola, no tiene amigos y es adicta a los ansiolíticos. Ahora es coordinadora de intimidad en una serie que produce la plataforma de televisión de moda y ha de grabar un capítulo en el mismo pueblo donde rodó su primera película. El lugar es el mismo, pero ella y el mundo ya no se parecen en nada.”
El autor de El baile fantasma
Detrás de este pequeño avance, sólo contaba con una pista a seguir: el nombre de su autor. Óscar Aibar no era un nombre que resonara con fuerza en mi cabeza, pero era muy difícil no haber cruzado caminos viendo su trabajo en cine y televisión. Entre sus obras conocidas se encuentran capítulos de la serie Cuéntame como pasó, y películas como Atolladero (1995), Platillos Volantes (2003), El Gran Vázquez (2010) o El sustituto (2021).
Una trayectoria laboral que abarca todo tipo de géneros diferentes, pero con un nexo común muy importante en esta novela: el conocimiento de la industria audiovisual. Aibar aprovecha su conocimiento personal para dotarnos de una comparativa entre las producciones actuales y las que se llevaban a cabo décadas atrás. Este hecho es el que nos abre la puerta para seguir y enganchar con Julia, la protagonista de la obra, que resulta una veterana en todo aquello que no se ve a través de la pantalla.
Esta es una historia sobre sobre dos momentos muy diferentes en la vida de una persona. Ambas cronologías se complementan a lo largo del relato, pero no hacen por estorbarse o destacar un tiempo como mejor que el otro. Simplemente nos muestran dos sucesos, aparentemente inconexos, pero que para la protagonista resultan decisivos.
Si bien la sinopsis no hace mención a ningún secreto, la realidad es que Julia carga con un trauma desde el rodaje de su primera película. Para mí, este resulta un tema delicado: al igual que ya comenté en la reseña de El otro mundo, me resulta un poco áspero (por utilizar un lenguaje correcto) leer sobre sucesos traumáticos para una mujer narrados desde una visión masculina. No digo con esto, que no estén tratados con delicadeza o empatía, pero es seguro que no cuentan con todo el espectro de emociones que ha transitado la mente de esa mujer. Y, sólo comentando esto, se puede ver por dónde va la cuestión.
Durante todo el relato, la presencia de los cowboys está bastante notoria y reconozco que, a medida que avanzaba en la lectura, tenía la sensación de encontrarme dentro de un «western» crepuscular. En muchas ocasiones, tenía en mi cabeza la imagen de un atardecer como marco de las escenas narradas. Algo insólito teniendo en cuenta la descripción de los espacios, por ejemplo.
Algún extra bienvenido
Otro de los elementos interesantes de esta obra es la «playlist» que acompaña al desarrollo de la historia. Esta resulta un complemento interesante, ya que no está compuesta por temas populares o habitualmente conocidos: vamos a disfrutar de una selección de música electrónica e industrial de grupos como Kraftwerk, Esplendor Geométrico o Aviador Dro. Reconozco que esta selección ha supuesto una grata sorpresa para abrir mi mirada musical.
Una novela breve y entretenida, que cuenta con unos capítulos cortos que despiertan las ganas de leerlos con voracidad. No lleva mucho tiempo de lectura y supone un aporte fresco a la literatura que se recomienda habitualmente en las librerías. A veces, salir de la zona de confort es una gran idea.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693