El Rey Arturo y Merlín en Camelot 3000. Créditos: Panini/DC
Camelot (no tengas prisa, en unas líneas hablaremos de Camelot 3000) es el conocido lugar de poder del rey Arturo Pendragon. Uno de los personajes más famosos a nivel universal con un gran numero de leyendas sobre su figura, eternas dudas sobre lo histórico y ficticio de este guerrero (aunque hay una clara fuente histórica, algo estudiado a lo largo del tiempo), con multitud de versiones del mito que lo han llevado a todo tipo de medios.
Puede que la más conocida y referencial sea la llamada Excalibur, una película del año 1981 que contó con la dirección de John Boorman y guion de él mismo junto a Rospo Pallenberg además de las actuaciones de Nigel Terry, Helen Mirren y Nicholas Clay. Es esta una producción recordada por un buen número de motivos pero el más icónico es su versión del inquietante mago Merlín, al que dio vida Nicol Williamson de una forma magnífica.
La importancia del Rey Arturo
Por supuesto se podrían citar muchas más obras y versiones. Por seguir al hilo del audiovisual estarían Los caballeros del rey Arturo, Rey Arturo: La leyenda de Excalibur o El rey de invierno de la que te hablamos en su momento y otras tantas. Sin olvidar la mini serie Merlín en la que fue Sam Neill el que interpretó al conjurador, personaje al que volvería en la más desconocida El aprendiz de Merlín. Aunque por encima de todos los relatos el que suele aparecer casi siempre es el escrito por Sir Thomas Malory.
Su historia titulada La muerte de Arturo es la piedra angular del mito según lo concebimos en la actualidad y también es la base de Camelot 3000. Algo que su guionista, Mike W. Barr, jamás ha negado y tampoco habría podido hacerlo. Su idea de Arturo y sus caballero bebe de forma directa de ese relato, con toda su nobleza, su magia, sus discusiones y todos los secretos que flotaban a su alrededor.
Mike W. Barr y Brian Bolland: Talentos unidos
El Rey Arturo de Mike W. Barr es, ante todo, noble, fuerte, sabio y decidido y de tal forma lo retrata Brian Bolland en el que es uno de sus mejores trabajos. Sus trazos son igual de fuertes y decididos que el propio guerrero, tan sabios en sus elecciones como él en sus decisiones. Sus personajes cobran vida, salen de la página y consiguen por derecho propio convertirse en una representación quintaesencial de los mismos.
La mezcla de ambos talentos, Mike W. Barr a las letras y Brian Bolland a la ilustración, crean una Ginebra que respira nobleza por cada poro, un Lancelot que es el caballero perfecto, una Morgana tan temible como aviesa y un Merlín que es un enigma en estado puro. De entre todos ellos es él quien más sobresale en esta revisión, como un ente más que humano, abrazando por completo su ascendencia infernal, encadenado a sus pasiones y prisiones como dice la leyenda.

El mundo futuro de Camelot 3000
Lo que Camelot 3000 tiene de llamativo, en lo que a su narrativa se refiere, es el suceder en un mundo futuro, en ese 3000 que el título deja claro. En una Tierra que se enfrenta a uno de sus peores momentos, un tiempo en el que la esperanza está perdida, donde no hay salvación y la única paz es que la entrega la muerte. Hasta que el Rey Arturo responde a la llamada.
Levanta, como el ave Fénix, de su tumba en la que reza en latín “Hic iacet Arthurus, rex quondam, rexque futurus” (que, con un poco de poética, puede traducirse como “Aquí yace Arturo, rey en otro tiempo, rey que ha de venir.”). Una sentencia que se torna por completo cierta en esta historia, una maravillosa obra sobre caballeros y peligros, sobre brujos y hechiceras, sobre la nobleza y el valor que habita dentro de cada uno de nosotros.
La edición de Panini
La presente edición lanzada por Panini es práctica, cómoda y completa. Trae la obra entera con una buena calidad de reproducción, nítida impresión y un color vivo y brillante, en tapa blanda con solapas y varios contenidos extras que mejoran la experiencia del total. El primero es un prólogo del propio Mike W. Barr, fechado en 2008, en el que narra el cómo, el cuándo y el porqué de este título, desvelando más de un detalle que es probable que el lector desconozca.
Se completa esto con la parte final titulada El nacimiento de una leyenda: El arte de Camelot 3000 donde se muestra el proceso creativo de Brian Bolland. Este va desde bocetos del propio Rey Arturo y su fiel Merlín, a ideas de portadas y páginas a lápiz, hasta una foto del propio dibujante trabajando en su estudio en una página de la obra. Sin dejar de lado lo que puede resultar más interesante de todo: la primera página, traducida al castellano, de la propuesta original que el guionista presentó (todavía con el título de Pendragon).
Camelot 3000: Una gran versión del Rey Arturo
Camelot 3000 es una de esas obras de DC Comics que se sale por completo de lo que suele considerarse habitual de la empresa y sus historias. Una aventura de caballeros, espadas mágicas y luchas del bien contra el mal donde todo es en blanco y negro (hasta que deja de serlo). Una lectura igual de adictiva que detallada, perfectamente pensada hasta el milímetro, no diré que es una de las mejores versiones del Rey Arturo que existen pues son cientos y afirmar tal hecho podría ser una falacia, pero sin duda sí es una de las mejores versiones del mito que he encontrado a lo largo de mi vida.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012



