En 1898 las hordas del ejército marciano llegaron a la Tierra con la intención de conquistarla. O al menos eso es lo que nos contó H.G. Wells en La guerra de los mundos. Novela de lectura obligatoria y que ha tenido un sinfín de adaptaciones tanto en radio, películas, series y por supuesto a través del cruce de esta historia con otras.
Y ahí es justo el punto en el que podemos hablar de Usagi Yojimbo: Senso.
Stan Sakai deja por una vez de lado la rigurosidad histórica de la que suele hacer gala, para ofrecernos un delicioso relato de ciencia ficción que es a la vez un homenaje a la obra de Wells como a la suya misma.
La historia nos traslada a varios años en el futuro del último tomo de Usagi, un momento en el que las luchas de poder han llegado a su batalla final y todos han elegido un bando. La batalla y la sangre llenan el campo de batalla, hasta que un proyectil cae y entonces comienza la auténtica guerra de los mundos.
Este salto temporal nos permite dar un cierto vistazo a cómo evolucionarán los diferentes personajes, sus sentimientos y deja al autor un espacio perfecto para profundizar en ellos, dando lugar a nuevos matices y sentimientos que hasta el momento no se había permitido explorar. Y que por otro lado, al ser un futuro quizá ni llegue a suceder.
No contento Sakai con el ya de por sí complicado trabajo de hacer una entregada carta de amor a Wells, decide que ya que en las viñetas todo puede pasar es buena idea dejarse llevar y que aparezca algún mecha por allí. Sigue así la ronda de homenajes que convierte este cómic en una delicia.
Sin duda es uno de los cuadernos más atípicos de Usagi Yojimbo, alejándose de forma totalmente consciente del canon que él mismo Stan Sakai ha establecido, pero también por este giro es uno de los que más se disfruta. Todo sin dejar nunca de lado esa esencia y sabor de unos personajes que el tiempo casi ha convertido en leyenda.
Soberbio.
