Cartel de The End. Créditos: Avalon.
Esta crítica va a resultar un tanto difícil. A diferencia de otras muchas, el visionado de esta película se hizo hace bastante tiempo, pero no llega a vuestros ojos hasta ahora. Hablemos un poco de The End.
Como comentaba, hace meses que asistí al pase de esta cinta, pero esa misma semana se nos comunicó que la película no se estrenaría hasta esta semana «por decisión de la productora». No es la primera vez que critico las decisiones empresariales por las que una película tarda en llegar a todas partes, ya que juega en su contra en terreno de promoción y de ganancia en la taquilla.
Esta película fue estrenada el 31 de Agosto del pasado año en Norteamérica, y somos el último país donde se estrena (a excepción de Australia). Pero la respuesta fácil es decir que ya no se apuesta por el cine que no depende de las grandes empresas. Hipocresía como siempre. Pero dejemos de lado el maltrato a las artes y pongamos la memoria en funcionamiento para pasar a hablar un poco de este original largometraje.
The End: originalidad sin género determinado
Voy a hacer un pequeño alto en el camino para hablar de su director, Joshua Oppenheimer (que nada tiene que ver con el de Nolan por lo que me consta). Su figura siempre ha estado ligada al género documental, sin importar la duración de su metraje. Ahora sale de lo conocido para arriesgar mucho con esta propuesta.
The End está descrita de muchas maneras, pero lo acertado sería hablar de un «musical distópico». Este es un género que no me suena representativo desde jamás, pero siempre hay un precursor, ¿verdad?
Es un musical diferente a cualquiera que haya visto anteriormente, ya que está totalmente desprovisto de artificio. Se mantiene en la música y la «naturalidad» de las voces. Si bien es cierto que resulta un musical vacío por completo, por lo que es fácil perder el interés según se avanza en la trama. La soledad de la que hace gala el elenco en las letras está muy presente durante el metraje. Hay muchas partes donde todo parece reducido a un mero armazón.
Se nos presenta un ambiente donde reina la «unidad familiar». Una familia creada forzada por las circunstancias, pero que no es así para nada, ya que (como avanzamos) la soledad es tan protagonista como la dicha familia. Una familia donde lo conocido se ve totalmente dinamitado ante la llegada de una mujer de la superficie. Esto causa un revuelo absoluto que libera secretos dentro de los muros.
Todos los personajes sufren un cambio ante la llegada de esta mujer, pero ninguno cambia tanto como el protagonista de la cinta, que presenta un cambio en su pensamiento: deja de ser un «niño» para madurar gracias a lo desconocido que aporta la nueva visitante.
Cabe destacar la composición espacial que esta cinta nos deja, donde encontramos unos espacios amplísimos, pero con el foco centrado en unas relaciones muy íntimas. Unas relaciones rutinarias que se ven dinamitadas con la llegada de la invitada.
La película presenta otros temas importantes que se desarrollan con cuidado y detalle: la culpa del superviviente, lo cíclico de la historia y de los patrones humanos, la mentira de las costumbres, etc…
El elenco presenta un trabajo contenido en gestos y lleno de matices. Destacable siempre Tilda Swinton con un trabajo cerca del hieratismo dentro de la verborrea, pero que se va rompiendo poco a poco al ver como su descendencia se le hace ajena por primera vez.
Como conclusión, podemos decir que se trata de una película diferente, sin importar a qué género se adscriba. Sé que está muy manido usar ese apelativo, pero realmente no recuerdo haber visto una película así antes.
Quizá eso suponga el mayor problema que enfrenta el largometraje: el pasotismo por desconocimiento. Pero esa es la gracia del mensaje de la cinta: hay que dar una oportunidad a lo que nos aporta ese «otro» que no conocemos. Si dais una oportunidad, sabed que lo veréis necesita procesarse bien, pero vale la pena.
Síguenos en Google News o súmate a nuestro canal de WhatsApp (totalmente anónimo, nadie verá tu nombre o tu número) y no te pierdas ningún contenido. ¡Disfruta de la Cultura Pop!
Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693