Portada de Miracleman La Edad de Plata. Créditos: Panini
Miracleman: La Edad de Plata es la continuación directa del tomo titulado Miracleman: La Edad de Oro, una secuela que se ha hecho esperar largo tiempo, tanto que parecía que jamás iba a llegar. La inicial empezó a publicarse en 2014 y llegó a España no mucho después, la que nos ocupa lo hizo en 2022 y aterriza ahora en nuestras fronteras.
La historia se ha hecho esperar pero ha merecido la pena. Lo que Neil Gaiman, uno de los grandes autores de ficción del mundo y ahora figura polémica por varias acusaciones sobre su persona, y Mark Buckinham, dibujante capaz de dotar de clasicismo y elegancia a cualquier personaje, han conformado es una lectura llena de reflexiones, de giros inesperados y un estilo inglés quintaesencial por los cuatro costados.
Sinopsis de Miracleman: Le Edad de Plata
Antes de seguir, y para el que esté despistado, lo mejor es informar sobre qué trata este cómic y para ellos acudimos de forma directa a la fuente, a la editorial Panini.
En la web de la mentada publicadora se puede leer que “¡La espera ha terminado! Tras décadas de preparación, Neil Gaiman (Sandman) y Mark Buckingham (Fábulas) continúan la revolucionaria saga considerada como la mejor historia de superhéroes de todos los tiempos. En «La Edad de Plata», Miracleman ha creado una utopía en la Tierra donde los dioses caminan entre los hombres y los hombres se han convertido en dioses. Pero después del regreso de un viejo amigo, Miracleman descubre que no todos están preparados para su nuevo mundo.”.
Con esto presente no es descabellado decir que la apuesta es fuerte, más si se tiene en cuenta que en la etapa anterior, firmada por Alan Moore y ampliada después por Neil Gaiman, Miracleman descubría que todo (casi) lo que había vivido, sus aventuras y enemigos eran una fantasía en el mejor de los casos.
Una elaborada mentira que le había creado una existencia ficticia, una forma de avanzar en una nueva narrativa mientras se respetaba la que había tenido en sus años iniciales desde su creación en 1954 como un sustituto del Capitán Marvel (hoy conocido como Shazam) al punto de que emulaba su nombre, en ese momento era Marvelmal, y obtenía sus poderes al gritar una palabra mágica (Kimota, que era la inversión de Atomik).
Sobre la Edad de Plata
La publicación de Miracleman: La Edad de Plata no ha estado exenta de problemas y más bien ha sido justo lo opuesto. Muchos problemas legales giraban en torno al personaje, dos primeros números de este arco llegaron a ver la luz pero después todo se paró. No fue hasta que este héroe pasó a ser propiedad de Marvel Comics que todo se reactivó y tampoco fue inmediato, el anuncio inicial era para 2017 y no sucedió hasta 2022. Esto es algo que incluso se trata en el tomo en el material extra, donde se incluyen páginas, comentarios, bocetos y aclaraciones.
La referencia del título no es baladí y hace homenaje directo a la denominada Edad de Plata del cómic sucedida entre los años 50 y 70 del siglo XX, y bebe de forma directa de esta. El tratamiento dado por Neil Gaiman se adentra en un mundo lleno de imposible ciencia ficción, además de un toque de realismo y algo de oscuridad, precediendo a lo que vendrá, y un toque de humanidad rota. Quizá es que las utopías no lo sean tanto y tan solo sean dictaduras disfrazadas, por eso hay que tener cuidado con los considerados mesías y más todavía con los dioses.
Por otro lado este tipo de ideas y tonalidades son algo muy inglés, el cómic británico siempre ha sentido una gran pasión por las fantasías científicas de todo tipo y sin control. Esto es algo que puede verse de forma muy clara en las historias de Doctor Who y de personajes como Death’s Head, Dan Dare, Sam Slade o la revista 2000 AD como mayor exponente de todo ello.
Un futuro que no llegará
El guion ideado por Neil Gaiman es atractivo y no deja irse al lector en ningún momento, como siempre suele pasar con sus obras (de forma personal recomiendo Los libros de la magia), pero más que estar ante una historia completa estamos dentro de un prólogo. Es la presentación, recuperación más bien, de Young Miracleman, su llegada a este nuevo y en teoría utópico mundo, su búsqueda de un lugar en el mismo y su aceptación del papel que debe desempeñar. Todo ello llevado al gráfico gracias al talento de Mark Buckingham que sabe dotar a la narración de la calma y profundidad que necesita, pero también de energía y poder cuando es preciso.
El problema es que según avanzan las páginas, y dada la extensión del volumen, uno de forma más o menos rápida es consciente de que o llegará a una resolución en exceso rápida, lo que no tendría sentido por el tiempo lento y calmo de todo lo demás, o esta no llegará y quedará pendiente de darse en el siguiente arco denominado La Edad Oscura.
No quiero decir, nada más lejos, que no sea un buen trabajo, que sus dos autores no hayan estado acertados o que no merezca la pena dedicar un rato a leerlo, nada de eso, pero sí que resulta una lástima llegar al final para darse cuenta que más que nada uno se ha adentrado solo en parte de una historia, en la primera entrega de un capítulo que doble por las últimas informaciones no parece que vaya a llegar a cerrarse.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012