Cartel de No estás loca. Créditos: Relabel Comunicación.
Hay trabajos que, una vez has podido verlos terminados, te nacen mil y una preguntas sobre su creación. A veces, tienes la suerte de obtener respuestas a tus dudas, cómo en este caso. Hablamos con María Bestar, intérprete y directora del documental No estás loca, del que ya hemos hablado en este medio.
Lo que empezó como una entrevista, pronto derivó en una distendida conversación, a pesar de la temática tan cruda que nos ocupa, y María nos cuenta mil y un detalles de la producción y todo lo que ha vivido durante su grabación. Esto es lo que nos contó:
¿Cómo se te ocurre contar esto de una manera tan descarnada, tan directa y tan sincera?
Pues, mira, a raíz del cortometraje original, estuve por toda España y me di cuenta de que la gente desconocía completamente lo que estaba sucediendo: o uno no conocía lo que era la violencia vicaria, o los que la conocían tenían una noción muy pequeñita y muy pobre.
Después de proyectar el corto, se me acercaban mujeres jóvenes que decían: “Oye, esto me pasa a mí…” o “Esto me pasa a mí, gracias por contar mi historia…” Y dije, esto lo tengo que contar más, porque la realidad supera la ficción y, o lo cuento, o no se lo van a creer.
¿Cómo lo cuento para que se lo crean? Decidí que fuera de la manera en la que lo has visto: que fueran ellas. Que fueran ellas mirándote a los ojos directamente, pero a través de una cámara, porque yo creo que los ojos son el espejo del alma y las mujeres que salen en ese documental te están mirando a la cara diciéndote “esto me ha pasado”.
¿Cómo se sintieron después de grabar estas entrevistas contigo? No sé si fue una mezcla de liberación o de mover algo que es terrible para ellas.
Para ellas ha sido que alguien las escuche, por fin alguien les presta atención. Porque llevan años y años intentando que las vean y nadie las ve. Yo tenía cientos y cientos de mujeres que querían salir en el documental, lo que pasa que no podía incluirlas a todas ellas. De hecho, tengo como dos o tres horas de entrevista con cada una, y cómo se puede ver en el documental, apenas agarro nada.
Y también decidí que los testimonios de estas mujeres los avalarán jueces, fiscales, policías, pediatras y profesionales de los más importantes que hay en nuestro país ahora mismo, para que vieran que esto no es mentira, que esto es un hecho real. Sale gente profesional diciendo que esto es una realidad, y que es cierto que se están consiguiendo pequeños cambios, pero que todavía queda mucho por hacer.
Estamos de acuerdo en que es una crítica absoluta al sistema judicial: ¿Has tenido algún tipo de problema? No digo amenazas por parte de nadie, pero quizá más de una mala mirada…
¿Sabes lo que pasa? Que no miento. Todo lo que estoy diciendo es real. Entonces, por el momento no, aunque puede ser que lo tenga en el futuro: ya estoy preparando la segunda parte y trata sobre violencia institucional.

María Bestar: «La violencia vicaria existe por la violencia institucional»
¿Podemos llamar entonces violencia institucional a esa violencia que ejerce el sistema y os desampara?
Eso es. La violencia vicaria existe, como digo en el documental, porque la alimenta y la perpetúa la violencia institucional.
Los agresores siempre van a existir. Puede ser que, a través de la formación y de la educación con proyectos como El latido de las mariposas, hemos ido mejorando mucho desde hace 30 años y lo continuaremos, pero siempre va a haber algún tipo de violencia o de agresión.
Pero, cuando ya la mujer decide denunciar y dicen que toma una media de 8 años, que llegue a un sistema que no solamente no la escucha y no la ampara, sino que la revictimiza y que se le vuelve en contra, es una barbaridad. Es una absoluta importancia. Está claro que esta violencia vicaria existe por la violencia institucional.
Cómo se ve en el documental, Laura preguntó a la jueza: “¿Mi hijo corre peligro?” y le dijo: “No, su hijo tiene que ver a su padre”, y ese niño ahora mismo está bajo tierra.
Conozco otro caso de una mujer que tiene que ir cada dos semanas a la cárcel a llevar a su hija a visitar al señor que casi la mata. La niña presenció este episodio, la niña fue la que llamó a la policía, y tiene que ir a ver a este hombre. ¿Pero quién está protegiendo a esta niña? Nadie, nadie en absoluto, evidentemente.
¿Por qué prima más el derecho del progenitor a ejercer qué? Porque eso no es paternidad. Por eso muchas de las mujeres en las asociaciones están luchando y peleando a que no haya visitas ni custodia compartida con hombres maltratadores, con antecedentes penales y condenados.
Vamos a cambiar de tema por limpiar un poco el ambiente: comenté en mi crítica de la película que me parece un documental que tiene que verse en todos los centros escolares de manera obligatoria, por la manera clara de decir las cosas. ¿Tú compartes ese mismo objetivo?
Claro, es que es importantísimo. He ido con el cortometraje a institutos o centros de FP, y cuando llego, al principio, siempre hay una posición a la defensiva por todo este movimiento que ahora está negando todo y que les están lavando el cerebro diciendo que se vivía mejor en la época de Franco, por ejemplo. Pero, cuando ven el cortometraje, se quedan parados, bajan la guardia, y ya se crea un debate y salen cambiados.
Es verdad que muchos centros donde yo les he ofrecido ir con el cortometraje a dar charlas sin cobrar, de manera altruista, han dicho que no quieren. Pero he recibido la gran noticia de que Televisión Española ha movido ficha y a partir de Marzo se va a poder ver en RTVE Play.
¿Entiendo entonces que las reacciones que has recibido hasta ahora son todas positivas?
Todas, todas, todas, es que no he tenido ninguna… Bueno, sí, creo que un señor en TikTok ayer de la Fundación Anavid, una fundación de hombres de ultraderecha (y negacionistas de la violencia de género), que dijo que el documental era un fracaso y no había ido nadie a la sala de cine.
Pues da igual, no pasa nada, pero sí no pasa nada. Que esté en cines es una proeza y, en todas las ciudades que visito, se están llenando las salas. Ojalá que en Marzo, cuando ya esté en la plataforma, lo pueda ver todo el mundo, se corra la voz y acabe utilizándose como material didáctico, lo que, para mí, sería un éxito total.
Es demencial que siga pasando algo así, pero me parece tan necesario que se diga tan claro lo que es…
Es que es la única manera de decirlo. Me dicen que parece que ha sido muy duro, y no: es la realidad. Es más duro para esa gente que ahora mismo tiene a su hijo o a su hija bajo tierra. Además, ahora parece que te entrevisto yo a ti, pero intenté evitar el morbo y el amarillismo…
No lo tiene, o no me parece que lo tenga. Creo que no es amarillismo, es contar la verdad: es algo que pasa en cualquier ciudad, en cualquier población, y todos conocemos a alguien que ha pasado por esto, y el problema es que sigue pasando.
Claro, y por eso quise poner la profesión y las ciudades de todas estas mujeres: para que se vea que no son analfabetas, inmigrantes… Hay psicólogas, abogadas, médicos, enfermeras… Lo que demuestra que el perfil de víctima no existe.
Y son de Huesca, de Barcelona, de Madrid, de Huelva, o de Tarragona. Quitemos ya ese mito, porque es que cualquiera puede caer en eso.
María Bestar: «Se me rompe el corazón cada vez que asisto a un pase de No estás loca»
Me parece genial que exista metraje así y que exista este trabajo, pero me duele en el alma que hayas tengas que hacerlo. Además, tú has dicho antes, que hay dos horas por cada entrevista, y luego tienes que volverlo a ver para montarlo. ¿Cuántas veces se te ha roto el corazón?
Se me rompe cada vez que voy a la sala, y eso que lo he visto dos millones de veces, porque encima lo he montado yo. Me afecta, sí… Pero como te digo, hay una fuerza mayor.
La mejor manera de darle cierre a esta conversación es poder decir que de ese dolor tan grande nazca una pequeña esperanza. Me parece que es la intención más noble posible y el objetivo más grande que se le pueda ocurrir a alguien.
Exacto, así es. Sí, y, además, te cuento una anécdota muy bonita.
Por favor.
Laura, la madre de Cristian, que sale con la foto de su hijo, dudó si quería salir o no. Estaba muy nerviosa, pero al final me dijo que sí. Vino desde Murcia justo el día del apagón y se quedó tirada en el tren con su madre. Durmieron nueve horas en el tren, y pensé que la pobre mujer no iba a venir. Pero me llamó y me dijo que venía.
Su entrevista fue de las más difíciles porque estaba muy nerviosa. Llegaron a ser casi tres horas, se rompía… Fue muy complicado, aunque parece que sale muy entera en la entrevista, pero no fue así en la realidad.
Pues de la Laura de la entrevista, a la Laura que vino al preestreno, y a la Laura con la que estuve antes de ayer en Murcia, es otra distinta: ha perdido peso, está más guapa, más contenta, con ilusión. Da las gracias constantemente y dice que hay que mover el documental. Está movilizando a las alcaldesas de los pueblos de Murcia para proyectarlo. ¡Una maravilla! Pero lo que me dijo fue: “la muerte de mi hijo no ha sido en vano”.
Para mí, eso es mejor que un Premio Goya o un Premio Feroz que, si llegasen, servirían para dar una visibilidad y repercusión más grande al tema.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del Libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693



