
Imagen de Final Fantasy VII. Créditos: We Garage
Pocas sagas pueden presumir de un legado tan sólido, duradero y querido como Final Fantasy. Por más de 30 años esta serie nacida en Japón ha definido lo que significa jugar a lo que en el mundo de los videojuegos se denomina RPG (siglas de Role-playing game o Juego de rol debido a la influencia en los mismos de juegos de rol de mesa como Dungeons & Dragons y otros). Con el pasar del tiempo ha cambiado, crecido y evolucionado pero sin perder esa esencia que la hizo especial desde el primer momento: mundos mágicos, personajes inolvidables, historias que emocionan y combates que aún hoy inspiran a miles de jugadores.
Ahora, y como parte de una estrategia más abierta por parte de Square Enix, los fans de Xbox pueden por fin disfrutar de algunas de las entregas más potentes de la franquicia en sus consolas y PC. Un gesto que no solo es una buena noticia para los jugadores, sino también una forma de hacer historia: por primera vez, todas las entregas principales para un jugador, junto con el aclamado Final Fantasy XIV Online, están disponibles en Xbox Series X|S y PC.
Final Fantasy XVI, una épica oscura que por fin aterriza en Xbox
Uno de los grandes protagonistas de este movimiento es Final Fantasy XVI. Esta entrega se desmarca del estilo más clásico de la franquicia para ofrecernos una historia más madura, de tonos oscuros y centrada en la tragedia personal de Clive Rosfield, su protagonista. Ambientado en el mundo de Valisthea, donde las naciones se aferran al poder de los Cristales Madre para sobrevivir a una plaga que lo consume todo, el juego nos lleva por una espiral de venganza, política y poder desmedido.
La narrativa se apoya en los eikon, poderosas entidades invocables que representan una amenaza y una esperanza. Clive no es un héroe perfecto, sino un hombre marcado por la pérdida, que busca justicia –o algo parecido– tras un suceso que lo cambiará todo. Con combates frenéticos, una estética que bebe tanto de la fantasía medieval como de la oscuridad de Juego de tronos, y una música envolvente, esta es una de las entregas más atrevidas y cinematográficas de la saga.
En Xbox, se lanza con varias opciones: desde la Complete Edition, que incluye los DLC Echoes of the Fallen y The Rising Tide, hasta ediciones individuales. Además, es compatible con Xbox Play Anywhere, lo que permite continuar la partida entre consola, PC y la nube. Y para quienes aún no lo han probado, hay una demo gratuita que permite trasladar el progreso al juego completo.
La leyenda de Midgar revive con Final Fantasy VII Remake Intergrade
Pero el presente no está completo sin mirar al pasado. Y si hay un título que ha marcado un antes y un después, ese es Final Fantasy VII. Su remake, lanzado originalmente en PlayStation, se convirtió en todo un fenómeno contemporáneo. Ahora, con Final Fantasy VII Remake Intergrade, llega a Xbox este invierno con mejoras visuales, una historia adicional protagonizada por Yuffie y todo el poder de Midgar rediseñado para las nuevas generaciones.
Aquí revivimos la primera parte del viaje de Cloud Strife, un antiguo miembro de una organización militar que se ve envuelto en una lucha por el destino de su mundo. Por supuesto hay nostalgia pero va más allá, el juego propone una relectura del original comercializado en 1997, con un sistema de combate renovado, nuevos personajes, un relato sobre la redención y una estética con un toque ciberpunk.
Con más de siete millones de copias vendidas hasta la fecha y siendo galardonado como mejor RPG del año en los Game Awards 2020, su llegada a Xbox permite que más jugadores vivan este renacer desde el principio.
Más que una saga, un legado cultural
Desde su nacimiento en 1987, Final Fantasy no ha dejado de crecer hasta convertirse en algo más que una serie de videojuegos. Es una ventana a mundos imposibles, una lección sobre cómo contar historias y para muchos en la mejor saga del medio. En concreto Final Fantasy VII ayudó a definir toda una generación de jugadores con sus escenas prerenderizadas, su guion inolvidable y personajes que hoy son iconos bien reconocibles, como Cloud y Sefirot.
Con millones de copias vendidas, más de 200 según parece, esta franquicia no muestra signos de agotamiento. Cada entrega propone una historia independiente, aunque algunas se revisiten, lo que permite a nuevos jugadores sumarse en cualquier momento, algo que es todo un acierto. Es parte de su magia y de lo que le otorga una personalidad propia
La llegada de estas entregas a Xbox no es solo una decisión comercial, es un gesto de apertura. Una invitación para que más personas puedan perderse en estos mundos de cristal, acero y fuego. Una oportunidad para entender por qué Final Fantasy no es solo un título, sino una experiencia que sigue haciendo historia.
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