Fotograma de El cuadro robado. Créditos. Vercine
El cuadro robado (o Le Tableau volé en su titulación original) es la última película de Pascal Bonitzer en llegar a las pantallas españolas. Un estreno de cine de la mano de Vercine que busca hacerse un hueco entre un verano lleno de potentes títulos de majors, en concreto deberá competir de forma directa con Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos en el fin de semana de su estreno.
Pero es importante que ante la aplastante campaña mediática de los gigantes del cine, y sus películas en muchas ocasiones de usar y tirar, lleguen también estrenos más discretos con otras intenciones. En este caso por un lado se pretende entretener y hacer reír al espectador y por el otro mostrar el mundo del arte desde dentro a la vez que se habla de las relaciones humanas.
Y todo ello, que no es poco, en menos de dos horas.
¿De qué trata El cuadro robado?
Esto es lo primero, y según la información proporcionada por la distribuidora en España, “André Masson, subastador de la famosa casa de subastas Scottie’s, recibió un día una carta según la cual se había descubierto en Mulhouse, en casa de un joven trabajador, un cuadro de Egon Schiele.
Muy escéptico, acude allí y tiene que afrontar los hechos: la obra es auténtica, una obra maestra desaparecida desde 1939, saqueada por los nazis. André ve este descubrimiento como el pináculo de su carrera, pero también es el comienzo de una pelea que podría ponerla en peligro.
Afortunadamente, contará con la ayuda de su ex esposa y colega Bertina, y de su caprichosa becaria Aurore…”.
Una comedia satírica
Como deja ver la sinopsis se trata de una comedia satírica en la que Alex Lutz está brillante como André Masson. Un hombre tan apasionado como carcomido por esas propias pasiones, más que un buen profesional pero quizá no tanto humano aunque él desea serlo. Una dicotomía andante que solo anhela lo mismo que todos: un poco de calor ajeno, de comprensión y de cariño. Algo que, por mucho que él quisiera, no se lo va a dar ninguna obra de arte.
El resto del reparto no se queda atrás. Louise Chevillotte cumple y muy bien en su papel de la becaria Aurore, una joven con un problema grave en lo que a mentir de forma compulsiva se refiere, y de igual forma Léa Drucker como Bertina, ex esposa y amiga del protagonista, que sirve de contrapunto a este de una manera muy necesaria y, además, muy humana.
Firmada por Pascal Bonitzer
Detrás del filme está Pascal Bonitzer tanto a la dirección como al guion, con ayuda en este último punto de Iliana Lolic. El realizador tiene hoy por hoy apenas un puñado de títulos como director, este sería el noveno, desde su debut en este campo en 1996 con Encore. Pero en su vertiente de guionista el listado es mucho más amplio, más de medio centenar desde 1976, con Las hermanas Brontë, Cumbres borrascosas, Lumumba, Otros tiempos o El último verano, también con Léa Drucker, entre otros tantos de una carrera muy ecléctica.
Por su parte Iliana Lolic ha firmado un total de tres guiones de películas, entre las que se cuenta Je ne dis pas non de 2009 donde también se ocupó de la dirección. Su carrera ha estado vinculada principalmente a la actuación, campo en el que ha sido habitual desde finales de los años 80 del siglo XX. Ha aparecido en obras como Le prestige de la mort, Los ángeles, Les envoûtés o Tout de suite maintenant, por citar unos pocos ejemplos de una trayectoria larga y todavía en activo.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012