
Imagen de Capitán América: Brave New World. Créditos: Marvel Studios.
Esperaba esta cinta con ganas ya que es la primera aventura oficial de Sam Wilson como Capitán América y va a marcar el tono de las siguientes (que suponemos habrá). Reconozco salir con sentimientos encontrados, la verdad.
Partamos de la base de que no es una mala película. El Universo Cinematográfico Marvel ha producido películas mucho peores que esta, las cosas como son. Pero mi sensación es que no está todo bien contado. A medida que empezaba el film, todo estaba en orden y con un sentido muy claro sobre qué contar, los enemigos, la amenaza y el futuro. Pero esto ocurre en el comienzo.
Capitán América: Brave New World: ¿Quién es el protagonista?
Según va pasando la cinta, el foco cambia radicalmente de protagonista y esto deja de convertirse en una cinta sobre Sam Wilson y su medida como héroe para virar en Thaddeus «Trueno» Ross y castigarle por sus acciones pasadas o promesas vacías.
Insisto en algo importante: no es una mala película. A mí me ha gustado bastante, pero no es lo que esperaba ver, para qué negarlo. Esto ya es una cuestión de expectativas y cómo manejarlas. Siempre puede darse el caso de que vayan a nuestra contra.
Si bien es cierto que ambos protagonistas mencionados comparten el mensaje de la película (y que reconozco haber acertado al preguntarles hace unos días por ello en la rueda de prensa): todo trata sobre el legado.
El legado puede ser una losa en nuestra espalda o una cicatriz de la que aprender para no caer en errores y dar algo mejor a los que vendrán. Y no necesitas de una serie de películas o cómics para hacerte esta pregunta, yo mismo me la hago habitualmente cuando pienso en mis sobrinos y el mundo que van a heredar.
Hay que reconocer que es una cinta que encuentra ahora mismo un presente mediático muy vivo si pensamos en casos recientes dentro de términos como artistas, publicaciones, hostigamiento o cancelación. En la película el protagonista de todo esto es Ross, pero la diferencia es que aquí la pena conlleva una transformación literal en un monstruo.
(No nos llevemos las manos a la cabeza: no es un spoiler porque sabemos de qué monstruo se trata desde el primer tráiler.)
La saga de Capitán América tiene un problema en si misma desde hace tiempo y es que cada película va a acabar mirando de reojo a la segunda cinta de la saga, la mejor con notable diferencia (y también una de las mejores películas del UCM): Capitán América: El Soldado de Invierno.
Esta nueva entrega toma muchos de los elementos de la ya mencionada cinta (enemigo secreto, conspiraciones, etc.) pero es verdad que la trama queda configurada como un trasunto de Marvel’s Team-Up. No es algo tan literal, claro está, pero es cierto que la sensación de poner a un personaje tan principal como Capitán América frente a un panteón de enemigos que no son los suyos naturales, choca en primer momento. (Subrayando así la idea que comentaba antes sobre el cambio de protagonista a media película).
Además, bajo mi opinión, se hace bastante necesario pasar por la miniserie Falcon y el Soldado de Invierno para valorar de verdad al protagonista de esta película y la situación delicada a la que se enfrenta en esta cinta. En particular, el valor de Isaiah Bradley en esta película se da por hecho y es alguien vital dentro de la vida de Sam Wilson, además de para lo que significa el legado de Capitán América y sobre que está construido. (Si queréis ampliar esto, leed Capitán América: La Verdad – Rojo, Blanco y Negro.)
Si pasamos a hablar del elenco, sabemos que es un reparto de un talento impresionante de principio a fin, aunque no estén aprovechados al 100% de sus posibilidades. (Sobre todo me ocurre con Giancarlo Esposito, personaje estupendo que acaba desapareciendo sin pena ni gloria.)
A la hora de destacar a alguien, además de Anthony Mackie y Harrison Ford (ya que la película está hecha para ellos), me encantaría señalar el trabajo de Tim Blake Nelson, un actor con el que se cuenta muy poco y que siempre da unos resultados increíbles (que se lo pregunten si no a los Hermanos Coen). Ojalá poder destacar a Carl Lumbly también (el inolvidable J’onn J’onzz del universo animado de DC), pero no se disfruta de él tanto como nos gustaría.
Es adecuado apuntar que también hay momentos sorpresas y otros esperados que caen en un mero trámite de pantalla para completar argumentos.
A la hora de hablar de escenas post créditos (es lo que interesa a todo el mundo, no lo neguemos) se nos comentó antes del pase que habría dos: una tras los primeros títulos y otra al finalizar por completo. No se si debió a un error en ese comunicado o a ir a salas para verlo, pero sólo vimos la escena que está al final de todos los créditos que, como ya sabéis, no vamos a comentar en este artículo sin spoilers.
Dicho todo, esta cinta es el inicio de alguien nuevo tras el escudo y, a pesar de las cosas flojas que pueda tener, presenta una historia entretenida que espero traiga un crecimiento mayor para el personaje. Hasta entonces, sentaos a disfrutar un rato ante la pantalla de la sinfonía de destrucción al por mayor que ofrece tener una bestia gamma en pantalla.
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Actor y director teatral con veinte años de experiencia a bordo de la compañía Teatro Baypass, que él mismo fundó. Miembro de la organización de la Feria del libro de Parla y técnico de cabecera en Estelar Media. Lee libros y cómics con la misma pasión que disfruta de un concierto o de una buena sesión de cine. ISNI 0000 0005 1808 8693
De escenas tras los créditos yo había leído que hay sólo una y tras el pase de hoy confirmo que es así. En cuanto a la película pues entretenida PERO es sin duda la más floja del personaje titular. https://chacalx.blogspot.com/2025/02/capitan-america-brave-new-world-critica.html
Que, y esto es importante, en realidad es la primera de este personaje. Es decir, es el Capitán América, sí, pero es otro Capitán América. Quizá hacer comparativa con las anteriores no tenga del todo sentido. Hablo sin haberla visto, que conste.