Portada de Hielo y Fuego: Bienvenidas a Smallville. Créditos: Panini/DC
Hielo y Fuego son dos personajes que puede que no sean de los más conocidos y populares de DC Comics, no al menos si los enfrentamos a gigantes como Wonder Woman, Batman o Superman, pero sí puede decirse que están entre los más queridos. Esto es algo que se han ganado poco a poco gracias a los diferentes guionistas que las han tratado, aunque como siempre esto es algo que ha ido a trompicones.
Por otro lado, es igual de cierto que ya era hora de darles un espacio propio, una serie que fuera suya en la que poder brillar y desarrollarse. En la que poner sobre la mesa toda la historia de ambas, su pasado, su vida en común y sus personalidades tan distintas, no en vano se llaman Hielo y Fuego por algo.
Hielo y Fuego, dos personajes estupendos
Las dos nacieron para ser parte de la Liga de la Justicia, en su divertida etapa de Keith Giffen y J. M. DeMatteis, donde encajaban a la perfección. La uno, Fuego, llamativa, osada y con una sensualidad innata con la que se siente muy cómoda y la otra, Hielo, más tímida, emotiva y naíf pero no por ello menos valiente y capaz.
Dos mejores amigas que harían lo que fuera la una por la otra pero, como pasa en la vida real, incluso las relaciones más profundas y de larga duración atraviesan baches. A fin de cuentas todos somos humanos, también los personajes de las viñetas, y podemos errar y decir aquello que no debimos, lo que importa es si lucharemos por aquello que amamos. Y ellas se aman la una a la otra con locura y a pesar de todo.
Joanne Starer al guion
En Hielo y Fuego: Bienvenidas a Smallville Joanne Starer firma un guion con hechos y complejidad actuales en vez de decantarse por tirar de nostalgia y ya está, aunque eso no impide que haya una esencia clara de su tiempo en la Liga de la Justicia. Esto es algo presente en el aroma de todo el volumen publicado por Panini Comics y que se sabe usar con inteligencia y solvencia.
No tiene sentido obviar que Hielo siente algo por Guy Gardner y este por ella pero no hay que romantizarlo más de lo necesario, si es una relación complicada e insana puede decirse y debe hacerse. Las dos pecan de tener los pies de barro y es que aunque sean superheroínas lo mejor que han tenido siempre es que son mujeres, mujeres que a pesar de vestir llamativos trajes de colores son muy reales con problemas palpables, decisiones que tomar y consecuencias a las que enfrentarse.
Natacha Bustos al dibujo
El apartado del dibujo viene de la mano, las manos más bien, de Natacha Bustos. Una ilustradora esta que no precisa presentación alguna y que siempre da láminas bien trabajadas, con un estilo personal que es cartoon y naíf cuando debe serlo pero también fuerte y épico cuando la historia lo requiere. Además sabe retratar a la perfección a los diferentes héroes y villanos que se dan cita en la historia, incluso a secundarios recién llegados y otros que son más que conocidos como el eterno mejor amigo de Superman: Jimmy Olsen.
Su trazos retratan personas antes que héroes y esto es algo que queda claro en el hecho de que cada uno de los personajes tiene un aspecto físico específico. No son todos figuras de acción que parten de un formato similar y se les cambia el disfraz, su cuidado en el tema de cuerpos hace que unos sean más esbeltos, otros menos, algunos más altos… y esto confiere un halo de realidad y profundidad magnífico, algo que ayuda a que cada uno de los títeres de esta función tenga su propia personalidad bien diferenciada tanto en el guion con en la ilustración.
Smallville no está preparada… ¡y ellas tampoco!
Hielo y Fuego: Bienvenidas a Smallville es también una oportunidad perdida y es que la trama podía haber sido más arriesgada. Podía haber ido por el hecho de poner a las dos dentro de la granja de los Kent, como presagia la portada firmada por Terry y Rachel Dodson, con situaciones de equívoco, malentendidos urbanitas y confusos e hilarantes momentos con dos justicieras atrapadas en el tranquilo día a día de la cosecha.
Esto no quiere decir que la historia final no sea muy recomendable o divertida, lo es, solo que ese otro enfoque podría haber dado más juego que apostar por lo que al final es una trama más habitual del mundo de los superhéroes. Pero con todo la lectura entra por sí sola, está llena de giros y sorpresas, de mucho humor y de no tomarse en serio más de lo necesario. Todo con un buen trabajo de personajes y una evolución de estos, se trate de las protagonistas o de los muy corales secundarios.
Hielo y Fuego llegan a Smallville y puede que la pequeña localidad no esté preparada para ellas y su mundo, pero todavía menos ellas lo están para lo que van a encontrar allí. Menos mal que está Martha Kent, como entidad propia y no solo como madre de Superman, allí para darles apoyo, consejos y sí, tartas.
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Escritor y periodista de amplia trayectoria (AQUÍ, Cinemascomics, Infonegocios…), especializado en Cultura Pop aunque también ha escrito de temáticas muy distintas como política y el mundo de los negocios. Creador del personaje infantil Frost, perrito de aventuras descrito por RTVE como «Un nuevo héroe para los niños». ISNI 0000 0004 4335 5012