El universo conformado por los héroes de Marvel, o de cualquier otra editorial, da muchas vueltas con historias de todo tipo, argumentos imposibles, personajes que van y vienen y autores que desbordan de fantasía. Todo es posible pero no todo puede hacerse. No puede por una simple cuestión de tiempo y espacio pero por suerte están las realidades paralelas y las historias imaginarias, y en el caso de Marvel esto significa What If? con las muchas posibilidades que ofrece.
La cabecera es el espacio dedicado a todas esas propuestas que pudieron suceder pero no ocurrieron, las que se desvían del curso canónico de los acontecimientos aunque, con el paso del tiempo, muchas de ellas hayan terminado siendo base para historias oficiales. En el caso de este tomo, titulado What If? Multiverso oscuro, lo que se explora no son solo historias posibles, son historias posibles que salieron mal. Ese rincón oscuro en el que algo falló y entonces Spiderman murió, o Loki lo conquista todo, o Veneno corrompe a Ben Grimm o…
El regreso de los clásicos
Pero más allá del hecho y el interés de poder leer una trama que no es la canónica, lo que siempre suele ser al menos divertido y en algunos casos delicioso, el principal reclamo de este volumen de What If? es el regreso de varios creadores clásicos a esos personajes que están totalmente vinculados a ellos, a esas etapas inolvidables y a su forma única de ver y conocer a estos héroes y villanos.
Así tenemos nombres como Walter Simonson, Gerry Conway, Marv Wolfman, Gil Kane o Larry Hama poniendo su talento al servicio de Thor, Spiderman, Blade… Un auténtico viaje por el tiempo, y el espacio, que está alineado con las últimas iniciativas nostálgicas de Marvel Comics pero que no comete el error de ser nostalgia por nostalgia, algo muy vacío, y sí sabe tener el acierto de dejar espacio a los creadores para hacer su magia, para que las historias tengan su peso y su fondo.
What If? Es una muestra de lo mejor y peor de Marvel Comics en muchos sentidos y este tomo de What If? Multiverso oscuro es el mejor ejemplo de ello. Y al igual que hubo de hacer Dante al llegar al Infierno, abandonad toda esperanza, los que aquí entráis.
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Interesante, gracias por la reseña.
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