Simbad y Arnold Schwarzenegger en 'Un padre en apuros'. Créditos: 20th Century Fox
No es ningún misterio a estas alturas que Un padre en apuros es mi película favorita de navidad. Una historia bastante vilipendiada con un componente salvajemente crítico a la moderna concepción de la navidad y, sobre todo, familiar.
La de tengo mucho trabajo
La cinta juega con un clásico tropo de Hollywood de los años ochenta y noventa como es el padre ausente. Uno de los dos progenitores, generalmente el padre, pasa más tiempo en la oficina que en casa buscando dar una mejor vida a su familia quien, irónicamente, pide su atención y su tiempo. Esto es lo que ocurre con Howard Langston, el personaje interpretado por Arnold Schwarzenegger.
Justo después encontramos la típica escena del padre haciendo genuinas promesas a su hijo de estar presente en algún acontecimiento, generalmente un partido o una actuación en la que este participa (en este caso, la clase de karate en la que su hijo va a subir de categoría), al que al final, por circunstancias ajenas, termina no acudiendo.
Es en este momento cuando entra otro cliché del cine, el del hijo enfadado con su padre por romper la promesa y fallarse una vez más. Nosotros, como espectadores, hemos sido testigos del motivo que ha impedido al progenitor aparecer o llegar a tiempo al acontecimiento. Y, efectivamente, se trata en general de situaciones de vida o muerte o en las que el protagonista se ve obligado a no abandonar su puesto de trabajo bajo sutiles (y a veces no tanto) coacciones.
Todos tenemos en mente la escena: el protagonista sale de la oficina con tiempo de sobra para llegar al evento, con una enorme sonrisa en la boca, cuando de repente se encuentra con un imprevisto atasco de tráfico producido por un pertinente accidente de circulación. En el caso de Howard, este intenta sortear el atasco por el arcén hasta que es interceptado por un implacable policía que no atiende a razones ante un infractor de la ley.
La culpa es del capitalismo
Hablando de no atender a razones, tampoco puede faltar la historia de estar a punto de salir de la oficina cuando de repente un jefe (generalmente el inmediato superior del protagonista) llega con una interminable lista de tareas o una montaña de informes “para ayer”, y aunque nuestro héroe intenta explicar la situación, no se atiende a razones, el trabajo primero ante todo y nadie se va a casa hasta terminar.
Estas escenas hacen que nos planteemos muchas cosas. Primeramente, dado que el lugar de trabajo del progenitor suele ser una enorme oficina de alguna empresa multinacional o de gran nivel, ¿cuántos empleados tiene y por qué solo se otorga una enorme carga de trabajo a uno de ellos? ?¿Acaso es el único con competencias para realizarlo? Y si es así, ¿qué ocurre con ese trabajo cuando el empleado está de vacaciones o enfermo?
Además, hemos sido espectadores de los precedentes de esta historia. El padre es una persona muy dedicada que no solo trabaja duro sino además hace más horas de las estipuladas (lo que plantea otra pregunta, ¿son horas extras remuneradas?), y sus jefes en lugar de poner en valor su dedicación tratan con indiferencia sus necesidades fuera del trabajo. Ciertamente, como se suele decir, el buen trabajo se castiga con más trabajo. Y es que recientes estudios muestran que cada vez hay más trabajadores quemados por exceso de trabajo.
Contra el burnout y la ansiedad
En este día del padre, y en este momento en el que cada vez somos más conscientes de los problemas mentales, reivindicamos el más que merecido y necesario descanso tanto físico como mental para los progenitores. Al final, en esta vida, nosotros decidimos si queremos atesorar hermosos recuerdos con nuestros seres queridos o con la mesa de nuestra oficina.
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Crítico de cine de largo recorrido, además de amante del terror clásico y el mundo de LEGO. Es profesor Pokémon y ha sido juez del juego de cartas de la franquicia en torneos oficiales a lo largo y ancho del mundo. Es graduado en traducción y ha sido el intérprete de nombres como Julian Glover y Paul Blake, General Veers y Greedo de Star Wars. ISNI 0000 0005 1808 8642